Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0
Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0
Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>la</strong> parte cóncava <strong>de</strong> <strong>la</strong> cuchara dos, y viceversa, ambas parecen rectas; el completado amodal ha<br />
completado ambos objetos <strong>de</strong> forma ina<strong>de</strong>cuada bajo los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> Tony. Él mismo explica que este<br />
proceso obe<strong>de</strong>ce a <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> <strong>la</strong> buena continuidad, <strong>de</strong>scrita por los psicólogos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Gestalt alemana a<br />
comienzos <strong>de</strong>l siglo XX.<br />
¿Se ha preguntado alguna vez cómo es posible que un mago corte en dos a una mujer con una<br />
sierra? [3] La ilusión se basa en dos elementos: en una caja hueca y en el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> nuestro cerebro <strong>de</strong><br />
lograr continuidad. Cuando <strong>la</strong> mujer en cuestión se introduce en <strong>la</strong> caja, vemos <strong>la</strong> cabeza en un<br />
extremo y los pies en el otro. El cerebro nos dice que está tumbada sobre <strong>la</strong> espalda y que está entera,<br />
pero en realidad no es así. La caja se ha construido para que <strong>la</strong> cabeza que asoma por un <strong>la</strong>do y los pies<br />
que sobresalen por el otro pertenezcan a dos mujeres diferentes. La ilusión se acentúa a menudo<br />
pintando en <strong>la</strong> caja su cuerpo en posición horizontal. ¡Cómo nos engañan!<br />
POR QUÉ LA BUENA CONTINUIDAD ES GENIAL<br />
La buena continuidad es el proceso mediante el cual nuestro cerebro hace que <strong>la</strong>s cosas parezcan<br />
completas a partir <strong>de</strong> información escasa. El completado amodal es un buen ejemplo <strong>de</strong> buena<br />
continuidad, pero hay otros muchos. Ya hemos mencionado el filling-in, o proceso <strong>de</strong> relleno. En<br />
realidad, el mundo es <strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong> y complejo para que seamos capaces <strong>de</strong> verlo todo. Cuando<br />
miramos una p<strong>la</strong>ya repleta <strong>de</strong> cantos rodados o una <strong>de</strong> esas alfombras persas tan e<strong>la</strong>boradas, nuestro<br />
cerebro no se <strong>de</strong>dica a analizar cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s piedrecitas o los nudos <strong>de</strong> hilo; no tenemos<br />
suficientes célu<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> retina para eso. Vemos una pequeña porción <strong>de</strong> p<strong>la</strong>ya o <strong>de</strong> alfombra y<br />
rellenamos el resto. La buena continuidad constituye una parte tan importante <strong>de</strong> toda una serie <strong>de</strong><br />
mecanismos cerebrales, que, según Tony, es el recurso más explotado por toda <strong>la</strong> magia en<br />
general. [4]<br />
Para comprobar hasta qué punto es inteligente nuestro cerebro a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> realizar estos<br />
rellenos, el lector pue<strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> llevar a cabo el experimento Ganzfeld. (En alemán, Ganzfeld<br />
significa «campo homogeneizado»). En primer lugar, corte una pelota <strong>de</strong> ping-pong por <strong>la</strong> mitad. A<br />
continuación, sintonice <strong>la</strong> radio hasta que sólo se escuche <strong>la</strong> estática. Túmbese, coloque <strong>la</strong>s mita<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> pelota sobre cada ojo sujetas con cinta adhesiva, y espere. Al cabo <strong>de</strong> unos minutos empezará<br />
a experimentar un auténtico aluvión <strong>de</strong> sensaciones muy raras, como ver osos po<strong>la</strong>res haciendo<br />
cabrio<strong>la</strong>s con elefantes o a aquel tío suyo que murió hace tiempo. Cualquier cosa. El cerebro no<br />
sabe cómo comportarse cuando el nivel <strong>de</strong> información que recibe es cero, y por eso inventa su<br />
propia realidad. Lo importante <strong>de</strong> este experimento es que el cerebro crea su propia realidad tanto si<br />
recibe información real como si no. En ausencia <strong>de</strong> entrada <strong>de</strong> información sensorial, <strong>la</strong>s<br />
maquinaciones que realiza nuestro cerebro continúan a pesar <strong>de</strong> todo. He aquí por qué el<br />
confinamiento en soledad se consi<strong>de</strong>ra un castigo en nuestro sistema penitenciario. Podría pensarse<br />
que <strong>la</strong> incomunicación constituye un alivio si tenemos en cuenta los peligros y <strong>la</strong>s penalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
vida en prisión. Sin embargo, es lo peor que se le pue<strong>de</strong> hacer a un preso, porque pier<strong>de</strong> el contacto<br />
con <strong>la</strong> realidad. Muchos consi<strong>de</strong>ran esta práctica una forma <strong>de</strong> tortura y, <strong>de</strong> hecho, se han escrito