24.09.2015 Views

Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0

Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0

Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

aparece una serie <strong>de</strong> personas en medio <strong>de</strong> un partido <strong>de</strong> baloncesto. Uno <strong>de</strong> los equipos lleva camiseta<br />

b<strong>la</strong>nca, y el otro, negra. Se nos pi<strong>de</strong> que contemos el número <strong>de</strong> pases realizados por uno <strong>de</strong> los<br />

equipos, o cuántos <strong>de</strong> estos pases se han llevado a cabo botando el balón o <strong>la</strong>nzándolo sin tocar el<br />

suelo. Al cabo <strong>de</strong> tres o cuatro minutos, el ví<strong>de</strong>o finaliza y se nos pregunta si hemos visto algo raro. 22<br />

¿No? Miremos otra vez. En esta ocasión, el científico <strong>de</strong>tiene <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> hacia <strong>la</strong> mitad. Y <strong>de</strong><br />

repente, inexplicable<strong>mente</strong>, lo vemos: se trata <strong>de</strong> una persona disfrazada <strong>de</strong> gori<strong>la</strong> que se pasea entre<br />

los jugadores y nos mira fija<strong>mente</strong>. Rebobinamos <strong>la</strong> cinta y entonces vemos <strong>la</strong> secuencia completa, a<br />

todas luces increíble. El gori<strong>la</strong> se pasea entre los jugadores, se vuelve hacia <strong>la</strong> audiencia, se golpea el<br />

pecho, luego da media vuelta y se aleja poco a poco. La mitad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas que ven este ví<strong>de</strong>o no<br />

reparan en <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong>.<br />

¿Por qué? ¿Cómo es posible que no veamos a un simio enorme en medio <strong>de</strong> un partido <strong>de</strong><br />

baloncesto entre adolescentes? La explicación está en que nos concentramos tanto en contar el número<br />

<strong>de</strong> pases que el gori<strong>la</strong> no basta para que fijemos nuestra atención en otra cosa que no sea el balón.<br />

Miramos <strong>la</strong> bestia peluda y sin embargo no <strong>la</strong> vemos.<br />

Hemos mostrado este ví<strong>de</strong>o en muchas <strong>de</strong> nuestras conferencias. Cuando preguntamos a quienes sí<br />

han visto el gori<strong>la</strong> cuántos pases han contado, <strong>la</strong> respuesta suele ser incorrecta, o bien reconocen no<br />

haber contado ninguno. Por irónico que parezca, cuanto mejor se lleva a cabo el recuento, menor es <strong>la</strong><br />

probabilidad <strong>de</strong> advertir el garbeo <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong>. En otras pa<strong>la</strong>bras, nuestra atención focalizada asegura<br />

una ejecución óptima <strong>de</strong> una tarea dada, pero nos impi<strong>de</strong> ver otros datos aparente<strong>mente</strong> irrelevantes<br />

que pue<strong>de</strong>n llegar a ser más importantes que <strong>la</strong> tarea encomendada. Nuestras propias investigaciones<br />

<strong>de</strong>muestran que el cerebro suprime los elementos distractores con más intensidad en el transcurso <strong>de</strong><br />

una tarea difícil (como cuando intentamos concentrarnos en algo) que durante una tarea fácil (como<br />

cuando estamos re<strong>la</strong>jados). [7] En <strong>la</strong> vida cotidiana, esto significa que, incluso cuando tratamos <strong>de</strong><br />

concentrarnos en lograr un objetivo <strong>de</strong> importancia, <strong>de</strong> vez en cuando tendremos que levantar <strong>la</strong> vista<br />

y mirar a nuestro alre<strong>de</strong>dor o nos arriesgaremos a per<strong>de</strong>rnos algún <strong>de</strong>talle importante.<br />

El experimento <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong> suscita una cuestión muy interesante. [8] ¿Hacia dón<strong>de</strong> miran nuestros<br />

ojos? ¿Lo único que entra en nuestras retinas es el balón? ¿O tal vez <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong> sí nos llega a<br />

los ojos pero nuestro cerebro no <strong>la</strong> registra? La tecnología <strong>de</strong> registro <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> los ojos<br />

pue<strong>de</strong> ayudarnos a dar con <strong>la</strong> respuesta. Dicha tecnología mi<strong>de</strong> <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>l ojo en condiciones<br />

experimentales y también naturales. Por ejemplo, situando una cámara <strong>de</strong> ví<strong>de</strong>o frente a los ojos, un<br />

programa informático pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar <strong>la</strong>s pupi<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> cámara y registrar su rotación <strong>de</strong><br />

un momento a otro, lo que permite a los científicos saber qué está mirando el globo ocu<strong>la</strong>r.<br />

En 2006, Daniel Memmert <strong>de</strong>mostró, mediante el registro <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> los ojos, que mucha<br />

gente no percibe <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong> incluso cuando lo mira directa<strong>mente</strong>. [9] Lo curioso es que<br />

quienes no aprecian su presencia <strong>de</strong>dican el mismo tiempo (cerca <strong>de</strong> un segundo) a mirarlo que<br />

quienes sí lo ven. No dábamos crédito a este sorpren<strong>de</strong>nte resultado. Muchos neurocientíficos<br />

suponían que el gori<strong>la</strong> se volvía «invisible» porque los ojos <strong>de</strong>l observador se centraban siempre<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s jugadas <strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> baloncesto, pero lejos <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong>, igual que en <strong>la</strong> <strong>de</strong>sviación<br />

abierta <strong>de</strong> <strong>la</strong> atención. Las conclusiones <strong>de</strong> Memmert <strong>de</strong>mostraron que estaban equivocados: se trata,<br />

en realidad, <strong>de</strong> una <strong>de</strong>sviación encubierta <strong>de</strong> <strong>la</strong> atención. El gori<strong>la</strong> resulta invisible incluso cuando se<br />

lo mira porque el recuento <strong>de</strong> los pases que se le ha pedido al observador lo distrae <strong>de</strong>l gori<strong>la</strong>. El

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!