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Los engaños de la mente- S.L. Macknik.pdf?part=0

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concurso. Maven es un personaje legendario por su capacidad para leer <strong>la</strong> <strong>mente</strong>. En el escenario,<br />

adopta un aspecto <strong>de</strong> lo más siniestro: luce unas cejas negras y pob<strong>la</strong>das que arquea con gesto <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sdén, un bigote a lo Fu Manchú y unas entradas cuidadosa<strong>mente</strong> afeitadas. Tiene <strong>la</strong> frente muy<br />

<strong>de</strong>spejada y con forma <strong>de</strong> corazón, voz profunda <strong>de</strong> barítono, <strong>la</strong>s orejas puntiagudas, y el cabello algo<br />

canoso, peinado hacia atrás y recogido en un nudo tirante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el que cae una <strong>la</strong>rga trenza por encima<br />

<strong>de</strong>l hombro. Para completar su aspecto, Maven suele llevar un traje oscuro cruzado, camisa negra y<br />

unas pulseras y anillos <strong>de</strong> p<strong>la</strong>ta muy l<strong>la</strong>mativos.<br />

Pero hoy Maven viste <strong>de</strong> calle, con camiseta negra, pantalones negros y botas. Lleva sueltas sus<br />

trenzas <strong>de</strong> samurái, <strong>de</strong> forma que casi tocan el suelo. Es bien entrada <strong>la</strong> tar<strong>de</strong> y los rayos <strong>de</strong> sol<br />

reverberan en <strong>la</strong>s sa<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> convenciones como <strong>la</strong>s columnas doradas <strong>de</strong> una catedral. En <strong>la</strong><br />

pared, un cartel enorme reza: «RM 319, RESTAURANTE Y SALÓN DE MAGIA».<br />

Maven está <strong>de</strong>scansando y, entretanto, contemp<strong>la</strong> en <strong>la</strong> enorme pantal<strong>la</strong> <strong>de</strong> casi siete metros <strong>de</strong><br />

altura el espectáculo <strong>de</strong> un joven mago <strong>de</strong> Suecia que no hace más que sacarse, una tras otra, un<br />

montón <strong>de</strong> cartas <strong>de</strong> una mano extendida y vacía. Nuestro hijo Iago se ha quedado dormido en el<br />

cochecito y vamos al encuentro con Maven. Queremos formu<strong>la</strong>rle una pregunta: ¿conoce algún truco<br />

que sea multisensorial? Dicho <strong>de</strong> otra manera: ¿pue<strong>de</strong> explicarnos algún truco basado en <strong>la</strong> interacción<br />

<strong>de</strong> varios sentidos como <strong>la</strong> visión, el oído y el tacto? A Maven le gusta <strong>la</strong> pregunta y respon<strong>de</strong><br />

contándonos <strong>la</strong> clásica broma con <strong>la</strong> que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace generaciones, los magos divierten a amigos y<br />

familiares. Se trata <strong>de</strong>l truco <strong>de</strong>l panecillo que rebota.<br />

He aquí <strong>la</strong> <strong>de</strong>scripción: para empezar, el mago se sienta a una mesa que está cubierta con un<br />

mantel y se asegura <strong>de</strong> que nos situemos frente a él para que no podamos ver sus movimientos <strong>de</strong>trás y<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l mantel. A continuación, dice algo chistoso como «Bueno, sabéis que es <strong>de</strong> ma<strong>la</strong> educación<br />

jugar con <strong>la</strong> comida, pero me pregunto si este panecillo es capaz <strong>de</strong> rebotar». Y entonces coge el<br />

panecillo con <strong>la</strong> mano y lo arroja al suelo. Oímos cómo rebota con un fuerte «clong» para luego subir<br />

y ser cazado al vuelo por el mago.<br />

El secreto que se escon<strong>de</strong> tras esta ilusión tan convincente es muy sencillo. El mago está sentado a <strong>la</strong><br />

mesa frente a nosotros y algo apartado <strong>de</strong> lo que sería <strong>la</strong> postura normal para comer. La mano <strong>de</strong>l<br />

mago hace el gesto <strong>de</strong> arrojar el panecillo al suelo. En cuanto <strong>la</strong> mano y el antebrazo <strong>de</strong>saparecen <strong>de</strong><br />

nuestra vista, da <strong>la</strong> vuelta a <strong>la</strong> mano con <strong>la</strong> palma boca arriba. Usando los <strong>de</strong>dos y <strong>la</strong> muñeca, <strong>la</strong>nza el<br />

panecillo por los aires con cuidado <strong>de</strong> no mover el brazo. Toda <strong>la</strong> acción está en los <strong>de</strong>dos y en <strong>la</strong><br />

muñeca y, por supuesto, en el pie. Antes <strong>de</strong> que el panecillo reaparezca remontando el vuelo, el mago<br />

da un golpe con el pie. Oímos el fuerte «clong» justo cuando se supone que el panecillo ha golpeado el<br />

suelo.<br />

Pero lo que hace que este truco resulte especial<strong>mente</strong> interesante es el giro que le da el mago Jay<br />

Marshall: aña<strong>de</strong> una <strong>de</strong>mora extra entre el sonido <strong>de</strong>l panecillo al topar con el suelo y el ascenso<br />

producido por el rebote, como si el panecillo hubiese caído mucho más abajo antes <strong>de</strong> dar el golpe y

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