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13.7. Los estados <strong>de</strong> Lu y Wei son hermanos: los comentaristas han <strong>de</strong>sarrollado<br />
diversas interpretaciones <strong>de</strong> esta afirmación. <strong>Confucio</strong> estaba tal vez comparando la<br />
<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia y el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n que sufrían en aquella época ambos países.<br />
13.8. Príncipe Jing <strong>de</strong> Wei: tenía fama <strong>de</strong> virtuoso. Parece que <strong>Confucio</strong> lo alababa en<br />
esta ocasión por su mo<strong>de</strong>ración, y en cada etapa <strong>de</strong> su vida expresaba mayor satisfacción<br />
<strong>de</strong> lo que autorizaba su situación real.<br />
13.9. ¡Cuántagente!: véase la nota 13.4. Es una afirmación importante: si la cultura es el<br />
logro que corona a un buen gobierno, sólo pue<strong>de</strong> darse <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que se ha asegurado la<br />
prosperidad material.<br />
13.13. Conducir su vida rectamente, las tareas <strong>de</strong>l gobierno: una vez más, esta<br />
afirmación se basa en un juego <strong>de</strong> palabras: «conducir rectamente» y «gobierno» son<br />
homófonas (zheng).<br />
13.14. Cuando Ran Qiu acaba <strong>de</strong> regresar <strong>de</strong> la corte: Ran Qiu había sido empleado por<br />
la familia Ji, que en realidad había usurpado el po<strong>de</strong>r político. Para <strong>Confucio</strong>, la autoridad <strong>de</strong><br />
los Ji era ilegítima y, por ello, la actividad <strong>de</strong> Ran Qiu no podía ser realmente una<br />
responsabilidad gubernamental.<br />
13.16. Haz feliz a la población local...: véase la nota 13.4.<br />
13.17. Jufu: ciudad <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> Lu.<br />
13.18. Los hombres íntegros hacen las cosas <strong>de</strong> una forma diferente: ésta es una<br />
afirmación fundamental <strong>de</strong>l humanismo confuciano. Su importancia no se le escapó a los<br />
primeros enemigos <strong>de</strong>l confucianismo. Los filósofos legalistas (especialmente Han Feizi <strong>de</strong>l<br />
siglo 111 a. <strong>de</strong> C.), que <strong>de</strong>sarrollaron la teoría <strong>de</strong>l estado totalitario con una implacable lógica<br />
y un brillo intelectual jamás igualados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces (ni siquiera por las i<strong>de</strong>ologías <strong>de</strong>l siglo<br />
)o), se centraron en este pasaje, afirmando que el humanismo era una forma <strong>de</strong> corrupción<br />
que amenazaba la integridad <strong>de</strong>l estado. En el conflicto entre las lealta<strong>de</strong>s privadas y<br />
públicas, la posición confuciana es vulnerable a los ataques <strong>de</strong> críticos que no juegan limpio;<br />
pero, para la mente sin prejuicios presenta una compleja sutileza («hay integridad en lo que<br />
hace») que <strong>de</strong>bería resistir a cualquier distorsión política. Nos recuerda la provocativa<br />
afirmación <strong>de</strong> E. M. Forster sobre la primacía <strong>de</strong> las relaciones personales que también<br />
llegaría a convertirse posteriormente en un objeto <strong>de</strong> burla a la luz <strong>de</strong> los posteriores<br />
escándalos políticos, aunque sigue valiendo la pena consi<strong>de</strong>rarla en todo su contexto:<br />
Yo no creo en la Creencia... Sin embargo, tengo que vivir en una Era <strong>de</strong> Fe... Realmente es<br />
enormemente <strong>de</strong>sagradable. Es sangriento en todo el sentido <strong>de</strong> la palabra. Y <strong>de</strong>bo mantenerme<br />
firme hasta el final. ¿Por dón<strong>de</strong> empiezo? Por las relaciones personales. En ellas hay algo<br />
comparativamente sólido en un mundo lleno <strong>de</strong> violencia y crueldad... Partiendo <strong>de</strong> [las relaciones<br />
personales], encuentro un poco <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n en el caos contemporáneo. Hay que aficionarse a las<br />
personas y confiar en ellas si no se quiere hacer un fiasco <strong>de</strong> la vida... Hoy día se menosprecian<br />
las relaciones personales. Se consi<strong>de</strong>ran lujos burgueses, productos <strong>de</strong> mejores tiempos ya