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Analectas de Confucio - Laicos

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nunca lo he visto practicar: "Retiraos <strong>de</strong>l mundo y seguid las aspiraciones <strong>de</strong> vuestro<br />

corazón; caminad por la rectitud para alcanzar la Vía".»<br />

16.12. El duque Jing <strong>de</strong> Qi tenía 1.000 carros <strong>de</strong> guerra. El día <strong>de</strong> su muerte, no pudo<br />

encontrar ninguno para venerar su memoria. Boyi y Shuqi murieron <strong>de</strong> hambre en el bosque;<br />

hasta hoy día se sigue elogiando sus méritos. «¿No es un ejemplo <strong>de</strong> lo que se acaba <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cir?»<br />

16.13. Chen Ziqin preguntó al hijo <strong>de</strong> <strong>Confucio</strong>: «¿Has recibido alguna enseñanza<br />

especial <strong>de</strong> tu padre?» Este respondió: «No. En cierta ocasión en que él estaba solo y yo<br />

atravesaba el patio discretamente, me preguntó: "¿Has estudiado los Poemas?" Yo respondí:<br />

"No." El me dijo: "Si no estudias los Poemas, no serás capaz <strong>de</strong> mantener tu posición en<br />

ninguna conversación. " Yo me retiré entonces a estudiar los Poemas. Otro día, cuando él<br />

estaba <strong>de</strong> nuevo solo en pie y yo atravesaba discretamente el patio, me preguntó: "¿Has<br />

estudiado los ritos? " Yo respondí: "No." El dijo: "Si no estudias los ritos, no serás capaz <strong>de</strong><br />

situarte en la sociedad." Yo me retiré a estudiar los ritos. Esas son las dos enseñanzas que<br />

recibí.»<br />

Chen Ziqin se marchó complacido y comentó: «Pregunté una cosa y aprendí tres.<br />

Aprendí sobre los Poemas, aprendí sobre los ritos y aprendí sobre cómo un caballero no es<br />

con<strong>de</strong>scendiente con su hijo.»<br />

16.14. Se utilizan varios títulos para la consorte <strong>de</strong> un soberano. El soberano la llama «Mi<br />

Señora». Ella se llama a sí misma «Tu pequeña doncella». La gente la llama «La Señora <strong>de</strong>l<br />

Soberano», pero cuando hablan a forasteros, se refieren a ella como « Nuestra pequeña<br />

soberana». Los forasteros pue<strong>de</strong>n llamarla también «La Señora <strong>de</strong>l Soberano».

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