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Analectas de Confucio - Laicos

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NOTAS AL CAPÍTULO 20<br />

20.1. Tao dijo...: en su mayor parte, toda la sección 20.1 es una serie mal conectada <strong>de</strong><br />

fragmentos arcaicos, que están <strong>de</strong> algún modo relacionados en su lenguaje y contenido con<br />

el Libro <strong>de</strong> los Documentos (una recopilación <strong>de</strong> edictos y amonestaciones <strong>de</strong> los primeros<br />

soberanos a sus sabios ministros). Estos textos fueron utilizados como material <strong>de</strong><br />

enseñanza en la escuela confuciana, lo cual pue<strong>de</strong> explicar cómo se abrieron camino hasta<br />

introducirse en las <strong>Analectas</strong>. (Esta hipótesis fue sugerida por D. C. Lau.)<br />

Des<strong>de</strong> regula los pesos y las medidas en a<strong>de</strong>lante, parece que se vuelve a las <strong>Analectas</strong><br />

originales.<br />

20.2. ¿Qué son los Cuatro Males...?: la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los Cuatro Males que ofrezco aquí<br />

es más una adaptación libre que una traducción literal, que habría tenido muy poco sentido.<br />

20.3. Quien no entien<strong>de</strong> las palabras es incapaz <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r a los hombres: como ya<br />

hemos visto, el sentido y función <strong>de</strong>l lenguaje es uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s temas <strong>de</strong>l pensamiento<br />

confuciano; es así por un acci<strong>de</strong>nte singularmente apropiado el que las <strong>Analectas</strong> acaben<br />

con esta observación. Como eco actual a la sentencia final <strong>de</strong>l Maestro, ofreceré a mis<br />

pacientes lectores la siguiente advertencia <strong>de</strong> A. E. Housman: «Este planeta está en gran<br />

parte habitado por loros y es fácil disfrazar la necedad dándole un nombre refinado. Aquellos<br />

que viven, se mueven y tienen su ser en el mundo <strong>de</strong> las palabras y no <strong>de</strong> las cosas, y que<br />

emplean el lenguaje menos como un vehículo que como un sustituto <strong>de</strong>l pensamiento, se<br />

engañan fácilmente.»

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