rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
132 ROJO Y NEGRO<br />
jamás un ministro que quiere consumir un final <strong>de</strong> sesión <strong>de</strong> la<br />
Cámara, obró con mayor maestría que el joven precept or.<br />
Apenas solo, julián empezó a reir con alocada alegría. Para aprovechar<br />
su elocuencia habilidosa, escribió una carta <strong>de</strong> nueve páginas,<br />
al señor Renal, en la que le daba cuenta <strong>de</strong> todo lo sucedido y le<br />
pedia consejo humil<strong>de</strong>mente. a E se pillastre se ha marchado sin<br />
<strong>de</strong>cirme el nombre <strong>de</strong> la persona que me ha hecho el ofrecimiento.<br />
Seguramente será Valenod que ve mi <strong>de</strong>stierro en Verrieres como<br />
consecuencia <strong>de</strong> su carta anónima ».<br />
Una vez expedida su eplstola, julián, alegre como un cazador que<br />
a las seis <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong> un hermoso dla <strong>de</strong> otoño cae en un coto<br />
abundante en caza, . salió para pedir consejo al señor Chelán ; mas<br />
antes <strong>de</strong> llegar a la casa <strong>de</strong>l cura, el cielo, que sin duda alguna quería<br />
proporcionarle aquel dia abundantes emociones, le puso en presencia<br />
<strong>de</strong>l señor Valenod, al cual no ocultó que su corazón estaba <strong>de</strong>strozado;<br />
un pobre joven como él, se <strong>de</strong>bla por entero a la vocación<br />
que Dios habia colocado en su espíritu; pero la vocación no estaba<br />
por entero en este mundo que le ro<strong>de</strong>aba. Para trabajar dignamente<br />
en la viña <strong>de</strong>l Señor, y no ser completamente indigno <strong>de</strong> tan sabios<br />
colaboradores, le era preciso instruirse, ilustrarse ; le era necesario<br />
pasar en el Seminario <strong>de</strong> Besanyon dos años <strong>de</strong> estudios muy costosos;<br />
necesitaba, pues, hacer economías, ahorrar algún dinero, lo cual era<br />
mucho más fácil haciendo un contrato <strong>de</strong> ochocientos francos, pagados<br />
por trimestres a<strong>de</strong>lantados, que con seiscient os francos recibidos mes<br />
por mes. Por otro lado, al colocarle el cielo en campañía <strong>de</strong> los hij os<br />
<strong>de</strong>l señor Renal y permitir que les tomara cariñoso alecto ¿ no era<br />
avisarle indirectamente que no <strong>de</strong>bía separarse <strong>de</strong> ellos?<br />
julián adquirió tal perfección en aquel género <strong>de</strong> elocuencia que<br />
habla reemplazado a la rápida oratoria <strong>de</strong>l Imperio, que acabó por<br />
aburrirse él mismo con el tonillo <strong>de</strong> sus palabras.<br />
Al volver a su casa, encontró a un criado <strong>de</strong>l señor Valenod, vestido<br />
<strong>de</strong> librea, que le buscaba por toda la ciudad para entregarle una invit<br />
ación <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> su amo, para ir a almorzar aquel mísmo día, a<br />
su casa.<br />
Nunca había estado en casa <strong>de</strong> aquel hombre ; algunos días atrás<br />
sólo pensaba en la manera <strong>de</strong> apalearlo sin riesgo <strong>de</strong> ser procesado.<br />
Aunque la comida estaba señalada para la una, Julián creyó ser más<br />
respetuoso presentándose en el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong>l señor Valcnod a las<br />
doce y media. Lo encontró ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> una multitud <strong>de</strong> expedientes,