rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ROJO V NEGRO QI<br />
amado, encontraba tan <strong>de</strong>licioso placer en ser sincero, que estuvo<br />
a punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar a la señora Renal la a mbici6n que hasta entonces<br />
había sido la esencia misma <strong>de</strong> su existencia. Hubiera querido po<strong>de</strong>r<br />
consultarle sobre la extraña tentaci6n que le producía la proposici6n<br />
<strong>de</strong> F ouqué, pero un pequeño inci<strong>de</strong>nte impidi6 toda franqueza.<br />
CAPITULO XVII<br />
EL PRIMER TENIENTE DE ALCALDE<br />
Una tar<strong>de</strong>, a la puesta <strong>de</strong>l sol, sentado junto a su amiga en el<br />
fondo <strong>de</strong> la huerta, lejos <strong>de</strong> los importunos, soñaba ]ulián profunda<br />
mente. « Estos momentos <strong>de</strong> felicidad, pensaba, ¿ durarán<br />
siempre? Su espíritu estaba entregado por entero a la dificultad <strong>de</strong><br />
crearse una posici6n ; <strong>de</strong>ploraba ese acceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sdicha que termina<br />
la infancia y <strong>de</strong>struye las ilusiones <strong>de</strong> los primeros años juveniles <strong>de</strong><br />
la clase algo enriquecida.<br />
- l Ah! exclamaba. Napoléon era realmente el hombre enviado<br />
por Dios para la juventud francesa . ¿ Quién lo reemplazará? ¿ Qué<br />
harán sin él los <strong>de</strong>sgraciados, aun los más ricos que yo, que solamente<br />
disponen <strong>de</strong>l poco oro necesario para procurarse una buena<br />
educaci6n y no <strong>de</strong>l necesario para comprar un hombre a los veinte<br />
años y estudiar una carrera? Por mucho que se haga, añadi6 suspirando,<br />
este recuerdo fatal nos imposibilitará para siempre <strong>de</strong> ser<br />
felices.<br />
Vi6 <strong>de</strong> repente a la señora Renal que se ponía seria, y que adoptaba<br />
un gesto frío y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñoso ; esta manera <strong>de</strong> pensar, le pareció<br />
propia <strong>de</strong> un criado. Educada en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que era muy rica, le<br />
parecia que Julián, como cosa convenida, lo era también. Le amaba<br />
mil veces más que a su vida y, naturalmente, no se ocupaba para<br />
nada <strong>de</strong>l dinero.<br />
Julián estaba muy lejos <strong>de</strong> adivinar sus pensamientos, y el gesto<br />
<strong>de</strong> la señora Renal le hizo volver <strong>de</strong> nuevo a la realidad . Tuvo la<br />
bastante presencia <strong>de</strong> ánimo para arreglar sus frases y hacer compren<strong>de</strong>r<br />
a la noble señora sentada cerca <strong>de</strong> él, sobre el banco <strong>de</strong> verdura,<br />
que las palabras que acababa <strong>de</strong> pronunciar las había oído en