rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
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ROJO V NEGRO<br />
- Lo procuré. y por eso le pedí p('rmiso para marchar el Langl1cc1oc<br />
Cansado <strong>de</strong> s us fr enéticos paseos, el. marqués, dominado por el<br />
dolor , se sentó en una butaca. ] uJi á n le oyó <strong>de</strong>cir a media ,'oz<br />
No es un malvado.<br />
- No, no 10 soy para usted exclamó cayendo <strong>de</strong> rodillas. Pero,<br />
avergon zado <strong>de</strong> aquel J11ovimiento, se levantó r{lpid a mcntc.<br />
El marqués estaba rcalmen'c a tontado. Al ver aquel movimient o<br />
comenzó <strong>de</strong> nue vo a v c mitat sobre él las nlás atroces injurias, propias<br />
<strong>de</strong> un cochero. La n ovedad <strong>de</strong> aq uell as palabras eran quizás<br />
una distracción para él.<br />
- ¡Cómo ! i Mi hija habrá <strong>de</strong> lla marse la señora Sorel! ¡ Cómo!<br />
i Mi hija no será duquesa ! Cllantas veces aquell as dos i<strong>de</strong>as se le<br />
presenta ba n. el señor <strong>de</strong> la Mole se sentía martirizado, y los impulsos<br />
<strong>de</strong> s u a lma n o eran ya voluntarios. ]uliá n temió que le pegase.<br />
En los intervalos lúcidos, cuando e l marqu0s comenzaba a acostulllbrarse<br />
a su <strong>de</strong>sgracia, dirigía a ]\lliún reproches bastante r azonables.<br />
- Usted <strong>de</strong>bía huir, caballero. Su <strong>de</strong>ber era huir. Es usted el<br />
más vil <strong>de</strong> los hombres.<br />
]uliún se aproximó a la mesa y escribió :<br />
Des<strong>de</strong> hace "'l/cho t iempo, la v ida l/Ie es il/soportable, )' le POllCO<br />
término. Uucgo al se110r l1Utl'qU ¿S admita, al mismo I'iempo que wi agrn<strong>de</strong>cúnicllto<br />
sin límites. 111is exc usas pm' la mv/estia que mi muerte eH<br />
el ha/el pueda ocasiollarle.<br />
- Dígnese el señor Marqués leer est e papel. Máteme, o haga q ue<br />
un lacayo me mate. Es la una. Vaya pasearme por el jardín, hacia<br />
la pared <strong>de</strong>l fondo. .<br />
- i Vaya a todos los diablos ! le dijo el marqués al ver que se<br />
a leja ba.<br />
- Comprendo ; pensó Julián. No le m olestaria que XO evitase<br />
un crimen a su ayuda <strong>de</strong> cámara.! Q ue él me ma te, bueno está!<br />
es una reparación que le <strong>de</strong>bo ... I Pero <strong>de</strong>monio! le tengo cariño a la<br />
vida .. . me <strong>de</strong>bo a mi hijo.<br />
Aquella i<strong>de</strong>a, que por primera vez fermenta ba con ta nta claridad<br />
en su imaginación, le ocupó por entero, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los primeros<br />
paseos.<br />
Aquel sentimiento t an nuevo, hizo <strong>de</strong> él un ser pru<strong>de</strong>nte. " l\'ecesito<br />
consejos para conducirme con este hombre fogoso. H a perdido la<br />
razón y es capaz <strong>de</strong> t odo. Fouqué está <strong>de</strong>masiado lejos, y a<strong>de</strong>más no