rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
206 ROJO Y NEGRO<br />
aquella experiencia, se presentó a l día siguiente en casa <strong>de</strong>l abate<br />
Pirara, que le miró muy <strong>de</strong>spacio.<br />
- Quizás se haga usted un fatuo, le dijo el sacerdote con severo<br />
gesto. En efecto, Julián tenía el aspecto <strong>de</strong> un hermoso joven vestido<br />
<strong>de</strong> luto. R ealmente estaba muy bien vestido, pero el abate era <strong>de</strong>masiado<br />
provinciano para fijarse en que a ún conservaba J uliá n el movimiento<br />
<strong>de</strong> hombros, signo <strong>de</strong> la mayor distinción en provincias. El<br />
marqués en cambio, tuvo otra impresión t an diferente, que preguntó<br />
al buen abate:<br />
- ¿ Tendria usted alguna objeción que h acer a mi i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que<br />
el señor Sorel t omara algunas lecciones <strong>de</strong> baile ?<br />
E l abate qued ó petrificado.<br />
- No; respondió por fin; Juliún no es sacerdote.<br />
E l m arqués, subiendo <strong>de</strong> dos en dos la escalera, acompañó a Juliá n<br />
a una ha bitación muy li nda q ue daba sobre el ja rdin inmenso <strong>de</strong>l<br />
hote\. Le preguntó cuant as camisas había comprado.<br />
- Dos, respondió J ulián, intimidad o a l ver a tan gran seIior <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r<br />
a t a n nimios <strong>de</strong>talles.<br />
- I\luy bien, respondió con cierto tono imperioso y breve; muy<br />
bien. E ncárguese aun veintidós camisas m ás. He aqui el primer trimestre<br />
<strong>de</strong> su s ueldo.<br />
Al baja r d e la habitación , el seIlor <strong>de</strong> la Mole llamó a un hombre<br />
<strong>de</strong> edad. Arsenio, le dijo ; servirá usted a l señor Sore\. Algunos minutos<br />
más t a r<strong>de</strong>, Julián se encontraba solo en una magnífica biblioteca;<br />
aquel m omento fué <strong>de</strong>licioso. Para no ser sorprendido en su emoción,<br />
se escondió en un rincón sombrio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong>, lleno <strong>de</strong> alegría,<br />
contemplaba t a nto libro. " Podre leer todo eso, pensaba; y i qué a<br />
placer estoy aqull¡ E l seIior Renal se hubiera creldo <strong>de</strong>shonrado pa ra<br />
siempre, h aciendo la mitad <strong>de</strong> lo que el marques ha hecho p.or mi !<br />
" Pero veamos las copias que hay que hacer D. Terminado aquel<br />
tra bajo, Julián .se atrevió a aproximarse a los libros. Pareció que<br />
iba a volverse loco <strong>de</strong> alegría.<br />
Una hora <strong>de</strong>spués entró el ma rqués; leyó las copias, y vió con<br />
sorpresa que Julián escribía aque)'a en vez <strong>de</strong> aquella. " De ma nera<br />
que todo lo que el a bate me h a dicho sobre su ciencia es un cuento "<br />
pensó el m arqués. Y <strong>de</strong>spués, muy <strong>de</strong>salentado, le dijo con<br />
cariño :<br />
- No está usted muy fuerte e n ortografía.<br />
- E s cierto, respondió el joven, sin pensar en el daño q uc aquella