rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
266 ROJO Y NEGRO<br />
traban realmente gra ndcs h ombres tanto par el earaeter como por<br />
el nacimiento. j Si ]uliá n hubiese ser vido a ]arnae o a Moncontour.<br />
ya no dudaría yo' En aquel tiempo <strong>de</strong> viger y <strong>de</strong> fu erza. los franceses<br />
no eran muñecos. E l día <strong>de</strong> la batalla era el que menos perplejos<br />
les tenía.<br />
Sus vidas no estaban aprisionadas. como las momias egipcias.<br />
bajo una envoltura común a todos. siempre la misma. Sí. añadía.<br />
había mayor verda<strong>de</strong>ro valor en retirarse solo a las once <strong>de</strong> la noche<br />
<strong>de</strong>l Hotel <strong>de</strong> Soissons. habitado por Catalina <strong>de</strong> Médicis. que hoy<br />
en ir a Argel. La vida <strong>de</strong> un hombre era una continuada serie <strong>de</strong><br />
casualida<strong>de</strong>s. Ahora. la civilización ha <strong>de</strong>struído el azar y ya no<br />
hay nada imprevisto . Si este aparece en las i<strong>de</strong>as. no hay bastantes<br />
epigramas para combatirlo; si aparece en los sucesos. ninguna<br />
cobardía está por encima <strong>de</strong> nuestro miedo. Cua lquier locura que<br />
el terror nos haga cometer. encuentra siempre excusa. i Siglo <strong>de</strong>generado<br />
y aburrido! ¿Qué hubiera dicho Bonifacio <strong>de</strong> la Mole. levantando<br />
su cortada cabeza. si hubiera visto en 1793 a diecisiete <strong>de</strong> ;us<br />
<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>jarse coger como cor<strong>de</strong>ros para ser guillotinados<br />
dos días <strong>de</strong>spués?<br />
" La muerte era cierta; pero hubiera sido <strong>de</strong> mal tono <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse<br />
y matar a uno O dos jacobinos. ¡Ah! En los tiempos heroícos <strong>de</strong><br />
Francia. en el siglo <strong>de</strong> Bonifacio <strong>de</strong> la Mole. ]uliá n hubiera sido jefe<br />
<strong>de</strong> un escuadrón y mi hel mano un joven sacerdote. <strong>de</strong> maneras<br />
mesuradas. con la pru<strong>de</strong>ncia en los ojos y la razón en la boca."<br />
Algunos meses antes. Matil<strong>de</strong> <strong>de</strong>sesperaba <strong>de</strong> encontrar un ser<br />
a lgo diferente <strong>de</strong>l patrón común. Había encontrado algun placer.<br />
al permitirse escribir a unos cuantos jóvencs <strong>de</strong> la buena sociedad.<br />
Aquel atrevimiento. tan impru<strong>de</strong>nte para una joven . la podía <strong>de</strong>shonrar<br />
ante los ojos <strong>de</strong>l señor <strong>de</strong> Croisenois. <strong>de</strong>l duque <strong>de</strong> Chaulnes.<br />
s u padre. y <strong>de</strong> todo el Hotel <strong>de</strong> Chaulnes que al ver <strong>de</strong>shecha la<br />
proyectada boda. hubieran querido saber por qué. En aquellas<br />
ocasiones. cuando la joven había escrito alguna carta. no podía<br />
dormir. Y sin embargo aquellas cartas eran sola mente respuestas.<br />
En la <strong>de</strong> hoy. ella se atrevía a <strong>de</strong>cir que amaba. E lla. escribía<br />
la primera a un hombre colocado en los últimos escalones sociales.<br />
Esta circunstancia aseguraba . en caso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimiento. una<br />
eterna <strong>de</strong>shonra. ¿Qué mujer. <strong>de</strong> las que visitaban a .su madre. se<br />
hubiera atrevido a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla?<br />
Habiar solamente, era horribie . ¡pero ec:.cribir! Ha" rosas q1ft' ' 110