rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
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ROJO Y NEGRO<br />
la diferencIa. Escribe bien, pero yo temo que esa petición que me hace<br />
<strong>de</strong> iluminarle con mis consejos, no sea, en el fondo, otro sentimiento<br />
que él mismo ignora. "<br />
" i Cuántas conversiones han empezado así I Lo que me hace a ugurar<br />
bien <strong>de</strong> esta, es la diferencia <strong>de</strong> su estilo con el <strong>de</strong> otros jóvenes<br />
cuyas cartas he tenido ocasión <strong>de</strong> leer. Es imposible no ver en él unción,<br />
y seriedad profunda. Tendrá la tra nquila virtud <strong>de</strong> Masillón. ,<br />
CAPITULO LV<br />
Los MAS HERMOSOS PUESTOS DE LA IGLESIA<br />
La i<strong>de</strong>a d e un obispado estaba adherida. a la <strong>de</strong> Julián, en la mente<br />
<strong>de</strong> la mariscala. Aquella ventaja no impresionó a Julián. En aquel<br />
momento, su imaginación no se ocupaba sino <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sgracia, aumentada<br />
a cada momento. Por ejemplo, su habitación se le había<br />
hecho insoportable. Por la noche, cuando entraba en ella con su<br />
bujía, cada mueble, cada adorno, parecían tener voz para anunciarle<br />
pequeños hechos que aumentaban su <strong>de</strong>sesperación.<br />
Aquel día se dijo: « Tengo que hacer un nuevo trabajo. Veamos si<br />
la segunda carta es t an aburrida como la plimera. " Y al pensar<br />
así, no 'taba en todo su ser una vivacidad a la cual no estaba acostumbrado<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacia mucho tiempo.<br />
La segunda carta, era, en efecto, más aburrida que la primera.<br />
Tan absurdo le parecía lo que copiaba, que la transcribió palabra por<br />
palabra Sln complenclerlo.<br />
" Es aún más enfática, en su estilo, se <strong>de</strong>cía, que los documentos<br />
oficiales <strong>de</strong>l tratado <strong>de</strong> Munster que mi profesor <strong>de</strong> Diplomacia me<br />
hacía copiar en Lóndres .•<br />
Entonces r ecordó las CaI tas <strong>de</strong> la señora <strong>de</strong> Fervacques, cuyos<br />
originales había olvidado <strong>de</strong> <strong>de</strong>volver al grave español don Diego<br />
Bustos. Las buscó. Eran realmente, casi t an anfibológicas como las<br />
que escribía el gran príncipe ruso. E l vacioera completo." Es el arpa<br />
eólica <strong>de</strong>l estilo ". pensó Julián. , En mediu <strong>de</strong> los nüs eleva dos<br />
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