rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas

ROJO Y NEGRO 159
cientos veintiuno va usted a ser el noveno. Pero mi protección no es
ni favor ni debilictad , sino muy al contrario, aumento de severidad
contra los vicios. Cierre -esa puerta con llave.
Julián hizo un esfuerzo para andar, y consiguió no caer al suelo.
Fijóse, en que una pequeña ventana, vecina a la puerta de entrada,
daba al campo, miró los árboles, y al verlos su ánimo sintió una oleada
de consuelo, como si se hubiera encontrado en presencia de antiguos
y leales amigos.
- L oquerisne lillcuam latinam? (¿ Habla usted latin 1) . le
preguntó cuando volvió de cerrar la puerta.
- Ita, pater optime (sí, excelente padre) respondió Julián sereñandose
por momentos. Seguramente, nadie en el mundo le habla
parecido mejor que el abate Pirard desde hacía media hora.
La conversación continuó en latín. La expresión de los ojos del
abate se humanizaba; Julián reconquistaba parte de su serenidad.
El abate Pirard examinó de Teología a Julián, y quedó sorprendido
de la ext ensión de sus conocimientos. Su sorpresa aumentó
cuando le preguntó detenidamente sobre las Escrituras. Mas cuando
llegó a las doctrinas de los Santos Padres, vió que Julián ignoraba
casi hasta los nombres de San J erónimo, San Agustín, San Buenaventura,
San Basilio, etc., etc.
" Realmente, pensaba el abate, he aqul una comprobación manifiesta
de la fatal tendencia que siempre he reprochado a Chelán. "
Después siguió un examen bastante largo, en el trancurso del
cual creyó notar el joven que la severidad del sacerdote era afectada;
en efecto, sin los principios de gravedad austera que el cura se
había impuesto desde hacía quince años, para conseguir que su autoridad
fuese respetada por los jóvenes seminarist as, hubiera abrazado
a Julián en nombre de la más pura lógica y del más claro sentido
común, a causa de la claridad, de la precisión y de la exactitud de
sus respuestas.
" H e aquí un talento atrevido y sano, pero corpus de bite (el cuerpo
es débil) .
- ¿ Le dan a usted a menudo esos ataques? preguntó a Julián
en francés.
- Es la primera vez en mi vida. La cara del portero me había
helado, añadió Julián enrojeciendo como un niño.
El a bate Pirard casi sonrió.
- E se es el efecto de las vanas pompas del mundo. Seguramente