rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas
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ROJO Y NEGRO<br />
ella <strong>de</strong> imprevisto en t odas las sensaciones experimentadas durante<br />
aquella noche, sino la <strong>de</strong>sgracia y la vergüenza que había encontrado<br />
en vez <strong>de</strong> esa felicidad completa <strong>de</strong> que hablan las novelas.<br />
" ¿ Me h abré equivocado? ¿ No estaré enamorada el e él ) se preguntó.<br />
CAPITULO XLVI<br />
UNA VTEJA ESPADA<br />
Matil<strong>de</strong> no apareció a la hora ele comer. Por la noche, estuvo<br />
a lgunos instantes en el salón, pero no miró a Julián. Semejante<br />
conducta sorprendió a este, pero pensó ., Desconozco sus costumbres;<br />
ya me expli cará toelo esto." Sin embargo, agitado por<br />
la más intensa curiosidad, estudiaba la expresión <strong>de</strong> los rasgos <strong>de</strong><br />
Matil<strong>de</strong> y no pudo negar que tenía el a ile muy seco y muy mortIfi<br />
cante. Evi<strong>de</strong>ntemente, aquella mujer no era la misma que durante<br />
la n oche antel ior. Había tenido ó fingido t ener expansiones <strong>de</strong><br />
felicidad <strong>de</strong>masiado vivas para ser reales.<br />
Al día siguIente, elos días <strong>de</strong>spués, la misma frialdad ; ella no lo<br />
miraba, no se daba cuenta <strong>de</strong> que vivía Julián. El joven, dominado<br />
por la más vi"a inquietud, estaba a m;1 leguas <strong>de</strong> distancia <strong>de</strong>l<br />
sentimiento <strong>de</strong> triunfo que le había animado al pnncipio. ¿ Sería<br />
aquello un retorno hacia la virtud? se preguntó.<br />
y aún simplemente. por <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za, /. no podría reprocharse la<br />
falt.a que ha cometido?<br />
Sin embargo, <strong>de</strong>cía otras v eces, hay que convenir en que no hay<br />
nada <strong>de</strong> sencillo, <strong>de</strong> inocente, <strong>de</strong> tierno en t oda su manera <strong>de</strong> ser.<br />
Jamás la he visto tan altiva. ¿Me <strong>de</strong>sprecia· acaso ? I Sería digno <strong>de</strong> ell a,<br />
r eprocharse lo que ha hecho, por la sola razon <strong>de</strong> mi humil<strong>de</strong> cuna i<br />
Mientras que Julián, lleno <strong>de</strong> prejuicios sacados <strong>de</strong> los libros y ele<br />
sus recuerdos <strong>de</strong> \'errieres, perseguía la quimera <strong>de</strong> una amada<br />
tierna y que no pensara ni en su propia existencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento<br />
en que había hecho la felicidad <strong>de</strong> s u amado. la vanidad <strong>de</strong> Matil<strong>de</strong><br />
estaba furiosa en contra <strong>de</strong> él.