rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas

ROJO Y NEGRO
de cólera. Miró en la h abitación. en el gabinete y sin decir palabra
desapareció. Los trajes de J uliá n fu eron arrojados por la ventana;
el joven los cogió. y rápida mente h uyó. por el jar dín . por la parte del
Doubs.
E n su carrera oyó silbar una bala e inmedia t amente el r uído del
disparo.
- N o es el señor R enal. pensó. a i Tira much o peor! ". Los perros
corrían silenciosos a su lado. U n segundo disparo. r ompió la pat a
a uno de ellos. por que se le oyó quejarse lastimosamente. Julián
saltó una t erraza. dió unos cincuenta pasos a cubierto y desapareció
siguiendo otra dirección. Oyó voces y vió cla ra ment e al criado. su
enemigo. disparar un tiro de escopeta; otro campesino hizo fuego
del otro lado del iard ín pero Julián se encont raba ya (On la orilla del
Doubs. vistiéndose.
U na hora después. estaba a una legua de Verrieres. en la ruta de
Ginebra. Si sospecha n. pensaba. me buscará n. seguramente en el
camino de Paris.
CAPITULO X XX
EN PARIS
Impresionó muy poco a Juliá n el primer aspecto de Paris. visto
desde lejos. Los castillos en el aire que se forjaba sobre Su suerte
futura . t enían que luchar contra los recuerdos a ún vivos. de las
veinticuatro horas q ue acababa de pasar en Verrieres. Se j uraba no
a bandonar nunca a los hijos de su a mada y de dejarl o t odo para
protegerl os. si las impertinencias de la reacción ocasionaban el derrumba
miento de la monarquía y la persecución de los nobles.
¿ Qué hubiera sucedido la noche de su llega da a ' ·errieres. si
al a poyar la escala contra la ve nta na del dormitorio de \;t setiora
R.enal hubiera encontrado la habitación ocupada por un 'ext raño
o por el dueño de la casa'
JuJiá n salió de su ensueño al detenerse el carruaje. Acababan de
entrar en el patio de las dili gencias. calle de J. J. Rou,,('a ll. " Quiero
ir a la l\1almaison 1\, dij o a un coc1lC'ro que se aproxiTnaba.