11.05.2013 Views

rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas

rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas

rojo y negro - Dirección General de Bibliotecas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ROJO Y NEGRO 181<br />

tiempo sobre Virgilio y sobre Cicer6n. Por fin, el prelado no pudo<br />

menos d e felicitar al joven seminarista.<br />

- Es imposible h acer mejores estudios.<br />

- Monseñor , dijo Julián; 'u seminario pue<strong>de</strong> ofrecer ciento<br />

n')venta y siete j6venes ba, tantc menos indignos <strong>de</strong> la aprobaci6n<br />

<strong>de</strong> Monseñor.<br />

- ¿ C6mo es eso? pregunt6 el .prelado sorprendido por 10 elevado<br />

<strong>de</strong> la ci fra.<br />

' - Puedo <strong>de</strong>mostrar con una prueba ofi cial lo que digo. En el<br />

examen anual <strong>de</strong>l Seminario, respondiendo precisamente a las mismas<br />

preguntas que hoy me valen la alta a probaci6n <strong>de</strong> Monseñor, he<br />

obtenido el número 198 .<br />

- Ah! i Es el benjamín <strong>de</strong>l abate Pirard! exclam6 el Obispo<br />

riendo y mirando al abate Frilair. i Hubiéramos <strong>de</strong>bido espera r esto!<br />

Pero es guerra leal. ¿ No es cierto, amigo mío, que le han <strong>de</strong>spertado<br />

para enviarle aquí?<br />

- Sí, Monseñor. No he salido solo <strong>de</strong>l Seminario, sino una sola<br />

vez en mi vida, y {ué para ayudar al sacerdote Chas-Bernard a <strong>de</strong>corar<br />

la Catedral en el día <strong>de</strong>l C6rpus.<br />

- Optime, exclam6 el Obispo; i C6mo! ¿ Fué usted quien <strong>de</strong>mostr6<br />

tanto valor al colocar los plumeros sobre el dosel? Todos los años<br />

me hacen t emblar; t emo siempre que algún día cuesten la vida á<br />

alguien. Amigo mío, ust ed irá le jos. Pero yo no quiero <strong>de</strong>tener su<br />

carrera, q ue sin duda será brillante, matándole <strong>de</strong> ha mbre.<br />

y por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Obispo, trajeron bizcochos y vino <strong>de</strong> Málaga,<br />

que Julián prob6, y aún más el gran vicario, que sabía que su obispo<br />

gozaba viendo comer con buen apetito.<br />

El prelado, cada vez más contento con el final <strong>de</strong> la noche. h abl6<br />

un momento <strong>de</strong> historia eclesiástica. Vi6 que Julián no compre ndía.<br />

El prelado pas6 al estado social <strong>de</strong>l Imperio Romano bajo los emperadores<br />

<strong>de</strong>l siglo <strong>de</strong> Constantino. El fin <strong>de</strong>l paganismo había sido acompañado<br />

<strong>de</strong> aquel estado <strong>de</strong> inquietud y <strong>de</strong> duda que en el siglo XIX<br />

inva<strong>de</strong> los espíritus tristes y hastiados. El obispo not6 que Julián<br />

ignoraba casi hasta el nombre <strong>de</strong> Tácito.<br />

J ulián respondi6 candorosamente con gran sorpresa <strong>de</strong>l prelado,<br />

que aquel autor no se encontraba en la biblioteca <strong>de</strong>l Seminario.<br />

- Esto me alegra, dijo sonriendo el obispo, pues me saca <strong>de</strong> un<br />

apuro. Des<strong>de</strong> hace diez minutos, estoy dando vueltas a mi imaginaci6n<br />

para darle las gracias p'or la d eliciosa velada que me ha proporcio-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!