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La enseñanza de la lectura en Europa: contextos, políticas y prácticas<br />
el compromiso de los padres en las actividades de aprendizaje en el hogar y el desarrollo intelectual<br />
y social de los niños (Harris and Goodall, 2007; Melhuish, Sylva, Sammons et al., 2001). Aunque<br />
cuando la implicación y el apoyo por parte de los padres tienen mayor impacto es durante la primera<br />
infancia, continúan teniendo un efecto significativo sobre los resultados académicos y en lectura también<br />
durante la adolescencia (Desforges and Abouchaar, 2003).<br />
La implicación de los padres es un aspecto particularmente importante para el desarrollo lector de<br />
sus hijos e hijas (Brooks et al., 2008; McElvany and Steensel, 2009; McElvany et al., 2010; Steensel,<br />
2009). Los resultados del informe del Panel Nacional sobre Alfabetización Temprana (NELP, 2008)<br />
indican que las actividades lectoras dirigidas por los padres en el hogar fomentan el desarrollo de las<br />
destrezas orales del niño y sus capacidades cognitivas generales. Otros estudios han mostrado que<br />
existe una correlación positiva entre la implicación de los padres y la lectura temprana de palabras y<br />
fluidez lectora de los niños (Sénéchal and LeFevre, 2002), así como su motivación, interés y gusto<br />
por la lectura (Baker and Scher, 2002; Baker, Scher and Mackler, 1997).<br />
Ciertos tipos de actividades lectoras que los padres comparten con sus hijos han demostrado ser<br />
más eficaces que otras. El meta-análisis de Sénéchal (2006) compara tres formas de implicación de<br />
los padres: enseñarles destrezas específicas de lectura, escuchar a sus hijos e hijas leer y leer a los<br />
hijos. Los resultados mostraron que la implicación de los padres, en general, tiene un efecto positivo<br />
sobre el rendimiento en lectura, pero el que los padres enseñen a sus hijos destrezas lectoras específicas<br />
–como el alfabeto, la lectura de palabras y la correspondencia letra-sonido – es dos veces<br />
más efectivo que escucharles leer y seis veces más que la lectura de los padres a sus hijos. Estas<br />
conclusiones son válidas tanto para los niños con riesgo de tener dificultades en lectura como para<br />
los que no lo tienen. El estatus socio-económico (SES) de las familias no demostró influir en absoluto<br />
sobre la efectividad de estas intervenciones.<br />
La implicación de los padres se puede apoyar a través de programas de alfabetización familiar, que<br />
pueden organizarse según los siguientes ámbitos clave (Nickse, 1991):<br />
●<br />
●<br />
●<br />
las destrezas, rendimiento y/o actitudes de los niños;<br />
las interacciones padres/niño en relación con la lectura;<br />
el nivel lector de los padres, sus hábitos de lectura y confianza/autoestima (con los beneficios<br />
que esto supone para los niños).<br />
Al final de este capítulo se analizan algunos ejemplos de programas de alfabetización lectora dirigidos<br />
a familias en diferentes países europeos (ver epígrafe 3.4). La mayoría de estos programas se centran<br />
en el segundo aspecto, es decir, apoyan las interacciones lectoras entre padres y niños. Los más comunes<br />
son regalar libros y las iniciativas que suponen leer en voz alta con los niños.<br />
Cada vez hay un mayor número de investigaciones que subrayan los evidentes beneficios de los programas<br />
de lectura en familia para las competencias, rendimiento y actitud de los niños respecto a la<br />
lectura. Todas estas conclusiones sugieren que hay muchas actividades que los padres pueden hacer<br />
para mejorar el desarrollo lector de sus hijos pequeños y que los diferentes métodos inciden en el<br />
desarrollo de un conjunto diferente de destrezas básicas para la lectura (NELP, 2008).<br />
La lectura en el tiempo de ocio y la lectura por placer<br />
Las investigaciones y las iniciativas políticas en el área de la lectura se han centrado tradicionalmente en<br />
los aspectos cognitivos, como por ejemplo el reconocimiento de palabras y la comprensión lectora. Un<br />
número creciente de estudios evidencian que hay otro factor importante que subyace a las diferencias en<br />
los resultados de los niños en lectura; se trata de la lectura en el tiempo libre y la lectura por placer.<br />
Las investigaciones han demostrado sistemáticamente que las personas que leen más son mejores<br />
lectores. Al incrementar el tiempo de lectura mejoran las habilidades lectoras, y esto a su vez aumenta<br />
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