ST13-Estrategia para el manejo de suelos.pdf - Unesco
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la cuenca, lo que en <strong>de</strong>finitiva supone una puesta en valor económico <strong>de</strong> la misma. La Figura<br />
6.3 se muestra esquemáticamente lo que se acaba <strong>de</strong> exponer.<br />
Figura 6.2.- R<strong>el</strong>ación entre los efectos que causan los eventos torrenciales en la cuenca<br />
hidrográfica y los posibles daños que provocan en <strong>el</strong>la, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> sus características y<br />
d<strong>el</strong> grado <strong>de</strong> protección existente en la misma.<br />
El mito que <strong>el</strong> bosque protege ante cualquier evento o, dicho <strong>de</strong> un modo más concreto, que la<br />
falta <strong>de</strong> bosque es la causa <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>sastres y pérdidas, no es honesto presentarlo como<br />
tal; es necesario transmitir a la sociedad los efectos d<strong>el</strong> bosque en la protección <strong>de</strong> la cuenca<br />
vertiente con las precisiones oportunas, <strong>para</strong> que su opinión no sufra <strong>el</strong> efecto péndulo y pase a<br />
consi<strong>de</strong>rar que: si <strong>el</strong> bosque no pue<strong>de</strong> protegernos <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s eventos torrenciales, no sirve<br />
<strong>para</strong> nada; porque esto representa una auténtica falacia y una verda<strong>de</strong>ra amenaza <strong>para</strong><br />
planificar <strong>el</strong> uso sostenible <strong>de</strong> los recursos agua y su<strong>el</strong>o en la cuenca vertiente. El riesgo cero<br />
no existe y la sociedad <strong>de</strong>be saberlo.<br />
En este contexto, la protección que ofrece <strong>el</strong> bosque a la cuenca vertiente ante los diferentes<br />
eventos torrenciales se podría asimilar con <strong>el</strong> efecto d<strong>el</strong> cinturón <strong>de</strong> seguridad <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
conductor <strong>de</strong> un automóvil. Lo previsible es que si <strong>el</strong> conductor sufre un acci<strong>de</strong>nte circulando a<br />
90 kilómetros por hora, <strong>el</strong> llevar puesto <strong>el</strong> cinturón le resulte efectivo; pero si <strong>el</strong> vehículo<br />
supera los 250 kilómetros por hora, lo normal es que <strong>el</strong> cinturón no surta ningún efecto. A<br />
pesar <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo, no se cuestiona la obligatoriedad <strong>de</strong> utilizar <strong>el</strong> cinturón. De modo similar <strong>de</strong>bería<br />
la comunidad científica plantear y transmitir a la sociedad en todas sus comunicaciones la<br />
protección que ejerce <strong>el</strong> bosque a las cuencas vertientes en situaciones <strong>de</strong> eventos torrenciales<br />
(sean ordinarios o extraordinarios), exponiendo las dos orientaciones comentadas<br />
La <strong>el</strong>evada magnitud <strong>de</strong> los daños que tienen lugar durante un evento extremo, no se <strong>de</strong>be tanto<br />
a la ausencia d<strong>el</strong> bosque en sí, sino a la ocupación <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong> inundación por la población y<br />
sus infraestructuras. Por otro lado, la existencia d<strong>el</strong> bosque en las áreas dominantes <strong>de</strong> la<br />
cuenca, pue<strong>de</strong> disminuir sensiblemente los daños en dichas zonas ocupadas, en <strong>el</strong> caso <strong>de</strong><br />
eventos torrenciales ordinarios.<br />
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