ST13-Estrategia para el manejo de suelos.pdf - Unesco
ST13-Estrategia para el manejo de suelos.pdf - Unesco
ST13-Estrategia para el manejo de suelos.pdf - Unesco
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
extraordinarias. En resumen, más que hablar <strong>de</strong> una fenomenología geo-torrencial, se <strong>de</strong>be<br />
hablar <strong>de</strong> fenómenos torrenciales y más que <strong>de</strong> problemas geo-torrenciales, <strong>de</strong> problemas<br />
hidrológicos.<br />
1.3.3.3. Esquema corrector<br />
Criterios y objetivos <strong>de</strong> la corrección<br />
En r<strong>el</strong>ación con los torrentes, como norma general no parece que sea necesario corregirlos. No<br />
obstante, si por alguna circunstancia especial hubiera que hacerlo, se tendrían en cuenta los<br />
mismos criterios y objetivos que se han <strong>de</strong>scrito <strong>para</strong> <strong>el</strong> escenario I.-A en su conjunto.<br />
En cuanto a la protección ante <strong>el</strong> <strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> alu<strong>de</strong>s, tampoco nos encontramos en un<br />
escenario <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s riesgos, pues <strong>el</strong> <strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> alu<strong>de</strong>s necesita que las pendientes d<strong>el</strong><br />
terreno superen <strong>el</strong> 60 % y no son éstas las circunstancias. Pero en <strong>el</strong> supuesto improbable que<br />
tuvieran lugar, se atendría a lo indicado al respecto <strong>para</strong> <strong>el</strong> escenario I.1.-A.<br />
En lo referente a las vertientes <strong>de</strong> la cuenca hidrográfica, toma especial significado la cuestión<br />
d<strong>el</strong> tipo <strong>de</strong> cobertura vegetal que pue<strong>de</strong> resultar más idóneo <strong>para</strong> la protección d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o en este<br />
tipo <strong>de</strong> escenarios. Se trata <strong>de</strong> la<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> escasa pendiente, en principio no aptas <strong>para</strong> <strong>el</strong> cultivo<br />
por la brevedad <strong>de</strong> su periodo vegetativo (al menos en Europa); tampoco se trata <strong>de</strong> su<strong>el</strong>os que<br />
requieran <strong>de</strong> una cubierta vegetal protectora <strong>de</strong>nsa, porque sus pendientes son suaves, lo que<br />
reduce su vulnerabilidad ante la erosión y posiblemente se trate <strong>de</strong> su<strong>el</strong>os <strong>de</strong> perfiles poco<br />
evolucionados a consecuencia <strong>de</strong> su posición altimétrica y d<strong>el</strong> clima (también en <strong>el</strong> caso <strong>de</strong><br />
Europa). Como resultado <strong>de</strong> todo lo expuesto, se llega a la conclusión <strong>de</strong> que la protección <strong>de</strong><br />
los su<strong>el</strong>os d<strong>el</strong> presente escenario podría estar asegurada utilizando estructuras vegetales <strong>de</strong><br />
escaso <strong>de</strong>sarrollo aéreo y sistema radical bien <strong>de</strong>sarrollado y penetrante. De este modo se<br />
reduce la transpiración y se consigue un mejor aprovechamiento hídrico en <strong>el</strong> caso, por<br />
ejemplo, <strong>de</strong> que <strong>el</strong> escenario en cuestión sea la componente principal <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong> la<br />
cuenca alimentadora a un embalse. Lo expuesto no es impedimento <strong>para</strong> que terrenos<br />
i<strong>de</strong>ntificados como d<strong>el</strong> presente escenario se aprovechen como bosques, incluso siendo<br />
vertientes directas a embalses <strong>de</strong> abastecimiento <strong>de</strong> aguas; porque los bosques por lo general<br />
soportan menos ganado y <strong>el</strong>lo reduce los problemas <strong>de</strong> eutrofización en los embalses.<br />
En América Latina este escenario se podría i<strong>de</strong>ntificar con los páramos <strong>de</strong> altura, cuya<br />
vegetación natural tampoco tiene un gran <strong>de</strong>sarrollo aéreo y sí un entramado radical con la<br />
potencia suficiente <strong>para</strong> mantener los andosoles sin alterarse<br />
Una cuestión a tratar en r<strong>el</strong>ación con este escenario, son los problemas hidráulicos por<br />
anegamiento que podrían surgir en sus cotas más bajas en <strong>el</strong> caso <strong>de</strong> precipitaciones<br />
torrenciales, tanto normales pero sobre todo extraordinarias; <strong>de</strong>bido a que su drenaje pudiera<br />
resultar lento por estar condicionado al escaso gradiente que presentan las la<strong>de</strong>ras que<br />
configuran su r<strong>el</strong>ieve, aunque los problemas más graves que pudieran <strong>de</strong>rivarse por esta<br />
situación se manifestarían en <strong>el</strong> escenario II.1.-B, por las razones ya indicadas. Este efecto<br />
pue<strong>de</strong> ser aprovechado como un <strong>el</strong>emento singular d<strong>el</strong> paisaje; pero en <strong>el</strong> hipotético caso <strong>de</strong><br />
que <strong>el</strong> entorno don<strong>de</strong> tiene lugar la inundación estuviera habitado, habría que estudiar sus<br />
límites y planificar las consecuencias d<strong>el</strong> mismo <strong>para</strong> la población; en cualquier caso la<br />
hipótesis planteada es poco probable, porque se trata <strong>de</strong> áreas <strong>de</strong> alta montaña.<br />
21