ST13-Estrategia para el manejo de suelos.pdf - Unesco
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2.7. CONCLUSIONES FINALES<br />
A lo largo d<strong>el</strong> texto se ha insistido en la i<strong>de</strong>a que los efectos d<strong>el</strong> bosque sobre la dinámica <strong>de</strong><br />
los ciclos d<strong>el</strong> agua y <strong>de</strong> los sedimentos en una cuenca hidrográfica son mayores tratándose <strong>de</strong><br />
eventos torrenciales ordinarios, que ante eventos extraordinarios o extremos, aunque<br />
físicamente <strong>el</strong> comportamiento d<strong>el</strong> bosque se asienta en los mismos principios. Lo que ocurre<br />
es que, mientras los efectos reguladores y protectores d<strong>el</strong> bosque en la cuenca vertiente resultan<br />
suficientes cuando inci<strong>de</strong>n en <strong>el</strong>la eventos torrenciales ordinarios, pue<strong>de</strong>n ser insuficientes ante<br />
los extraordinarios o extremos.<br />
Los ciclos d<strong>el</strong> agua y <strong>de</strong> los sedimentos se <strong>de</strong>sarrollan simultáneamente en la cuenca<br />
hidrográfica, cuando en <strong>el</strong>la ocurren eventos torrenciales o la repentina fusión d<strong>el</strong> manto <strong>de</strong><br />
nieve, causando <strong>el</strong> fenómeno que se conoce como geo-dinamismo torrencial. El principal<br />
activo d<strong>el</strong> bosque es su capacidad <strong>para</strong> amortiguar los efectos d<strong>el</strong> geo-dinamismo torrencial en<br />
la cuenca vertiente; a lo que se suma su capacidad <strong>para</strong> retener <strong>el</strong> manto <strong>de</strong> nieve durante <strong>el</strong><br />
invierno en las zonas <strong>de</strong> montaña con pendientes propicias <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> alu<strong>de</strong>s.<br />
Cuando las precipitaciones son torrenciales y especialmente si se trata <strong>de</strong> eventos torrenciales<br />
extraordinarios, los volúmenes líquidos <strong>de</strong> escorrentía y los caudales punta <strong>de</strong> avenida no son<br />
la única realidad a consi<strong>de</strong>rar en la cuenca vertiente; que también resulta afectada por la<br />
erosión d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o en sus la<strong>de</strong>ras vertientes y en sus cauces <strong>de</strong> drenaje; así como por <strong>el</strong><br />
transporte <strong>de</strong> los sedimentos erosionados por las escorrentías <strong>de</strong> la<strong>de</strong>ra y por los caudales <strong>de</strong><br />
avenida y, finalmente, por la <strong>de</strong>posición <strong>de</strong> los sedimentos transportados en las áreas<br />
dominadas o valles, cuando la corriente pier<strong>de</strong> la energía necesaria <strong>para</strong> seguir<br />
transportándolos. Ante todos estos efectos <strong>el</strong> bosque actúa mo<strong>de</strong>rando la circulación <strong>de</strong> las<br />
aguas superficiales, favoreciendo su infiltración y controlando la erosión d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o. Los efectos<br />
d<strong>el</strong> bosque se hacen sentir tanto en los caudales líquidos como en la erosión d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y en los<br />
caudales sólidos, pero con respecto a los dos últimos resulta más contun<strong>de</strong>nte.<br />
Por tanto, ante la pregunta ¿Pue<strong>de</strong> resultar <strong>el</strong> bosque beneficioso, rentable o efectivo <strong>para</strong> la<br />
cuenca vertiente?. Las tres respuestas presentan matices afirmativos:<br />
1. Beneficioso lo es siempre, porque <strong>el</strong> bosque, si está bien conservado, contribuye a<br />
aumentar la porosidad d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y con <strong>el</strong>lo a regular la lámina <strong>de</strong> escurrido y a mo<strong>de</strong>rar<br />
flujos <strong>de</strong> los cauces que drenan por la cuenca; también controla la erosión hídrica, porque<br />
<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o forestal presenta una cubierta <strong>de</strong> humus y hojarasca que amortigua <strong>el</strong> impacto <strong>de</strong><br />
las precipitaciones y una rugosidad que limita la v<strong>el</strong>ocidad <strong>de</strong> la escorrentía; ambos<br />
efectos contribuyen a reducir la emisión <strong>de</strong> sedimentos por la cuenca, mo<strong>de</strong>rando con <strong>el</strong>lo<br />
los procesos d<strong>el</strong> geo-dinamismo torrencial en la misma ante los eventos torrenciales.<br />
A<strong>de</strong>más, cuando <strong>el</strong> clima y <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o son propicios, <strong>el</strong> bosque constituye la vegetación<br />
climácica d<strong>el</strong> lugar; es <strong>de</strong>cir la que mejor aprovecha la energía que proporciona la<br />
naturaleza <strong>para</strong> asentarse en la ubicación que ocupa.<br />
2. La rentabilidad obliga a un análisis económico <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s d<strong>el</strong> bosque <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
cometido en cuestión y <strong>de</strong> los beneficios que pue<strong>de</strong> aportar en tal sentido, en r<strong>el</strong>ación con<br />
la inversión que supone mantener <strong>el</strong> propio bosque. Aunque todo esto es muy complejo,<br />
los beneficios d<strong>el</strong> bosque en r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> control d<strong>el</strong> geo-dinamismo torrencial son<br />
manifiestos y, tanto más, cuanto <strong>el</strong> bosque cubre los terrenos <strong>de</strong> mayores pendientes<br />
situados en áreas dominantes <strong>de</strong> la cuenca, don<strong>de</strong> agronómicamente representa la mejor<br />
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