ST13-Estrategia para el manejo de suelos.pdf - Unesco
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2.4.2. Los efectos d<strong>el</strong> bosque ante <strong>el</strong> geo-dinamismo torrencial que se manifiesta en las<br />
cuencas fluviales<br />
El geo-dinamismo torrencial no es ajeno a las gran<strong>de</strong>s cuencas fluviales, pero sólo en<br />
circunstancias muy especiales, que coinci<strong>de</strong>n con precipitaciones torrenciales extremas que<br />
afectan a una gran parte <strong>de</strong> la cuenca (lo que únicamente es previsible <strong>para</strong> largos periodos <strong>de</strong><br />
retorno), sus efectos presentan la misma dinámica que en las pequeñas cuencas torrenciales.<br />
Cuando esto ocurre, se trata <strong>de</strong> situaciones que pue<strong>de</strong>n clasificarse <strong>de</strong> <strong>de</strong>sastre, cuando no <strong>de</strong><br />
catástrofe.<br />
En las restantes situaciones, aunque en <strong>el</strong> campo <strong>de</strong> la investigación se plantee <strong>el</strong> estudio<br />
conjunto <strong>de</strong> todos los procesos que integran <strong>el</strong> geo-dinamismo torrencial aplicando mod<strong>el</strong>os<br />
hidrológicos, en la práctica agronómica es frecuente analizar los diferentes procesos por<br />
se<strong>para</strong>do; pues al tratarse <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s cuencas los problemas específicos <strong>de</strong> cada zona toman<br />
especial importancia en la misma, mientras que <strong>el</strong> geo-dinamismo torrencial en su conjunto<br />
queda <strong>de</strong>sfigurado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cuenca <strong>para</strong> precipitaciones torrenciales ordinarias.<br />
Como es obvio, en las gran<strong>de</strong>s cuencas existen superficies que, por sus características<br />
fisiográficas, son aptas <strong>para</strong> cultivos o pastizales, a los que naturalmente se <strong>de</strong>dican; aunque<br />
existan también superficies que por sus pendientes <strong>el</strong>evadas y características edáficas conviene<br />
mantenerlas con cubiertas permanentes arboladas, <strong>para</strong> controlar los procesos geo-torrenciales<br />
que se pue<strong>de</strong>n generar en <strong>el</strong>las. Por tanto, los distintos efectos geo-torrenciales se manifiestan<br />
<strong>de</strong> manera diferenciada en las distintas partes <strong>de</strong> la cuenca y en consecuencia se abordan<br />
también <strong>de</strong> un modo particular en cada una <strong>de</strong> <strong>el</strong>las. Esta forma <strong>de</strong> operar proviene d<strong>el</strong> pasado<br />
y respon<strong>de</strong> a la búsqueda <strong>de</strong> soluciones concretas <strong>para</strong> problemas específicos, que<br />
normalmente se producen en ubicaciones <strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong> la cuenca.<br />
En este contexto, tiene sentido analizar como un aspecto específico los problemas causados por<br />
la erosión hídrica en cultivos y pastizales, cuando afecta a extensas superficies cuya<br />
productividad e incluso su propia existencia como sistemas productivos resulta amenazado. El<br />
enfoque adoptado en estos casos se centra básicamente en las medidas <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong><br />
su<strong>el</strong>os, pero a lo largo <strong>de</strong> la historia también se ha recurrido a otras opciones como la<br />
reforestación o simplemente la regeneración natural <strong>de</strong> las áreas afectadas. Un ejemplo <strong>de</strong> esta<br />
forma <strong>de</strong> enfocarla fue la que se adoptó en España en <strong>el</strong> siglo XIX ante la aparición casi<br />
repentina <strong>de</strong> extensas superficies afectadas por importantes problemas <strong>de</strong> erosión hídrica. Las<br />
circunstancias que condujeron a dicha situación se <strong>de</strong>bieron al cambio <strong>de</strong> titularidad <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />
propieda<strong>de</strong>s forestales en manos <strong>de</strong> los Señoríos y <strong>de</strong> la Iglesia a manos privadas, favorecido<br />
por la política liberal <strong>de</strong> la época, que a continuación fueron taladas y puestas <strong>de</strong> forma<br />
inmediata en producción agrícola, sin consi<strong>de</strong>rar las posibles repercusiones que tal medida<br />
pudiera ocasionar. La consecuencia inmediata fue la señalada, la aparición <strong>de</strong> importantes<br />
problemas <strong>de</strong> erosión hídrica en muchos <strong>de</strong> los predios en los que tuvo lugar la transformación,<br />
especialmente en los terrenos con mayores pendientes. La Administración reaccionó, se<br />
<strong>para</strong>lizaron las ventas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s fincas, se planteó <strong>el</strong> mantenimiento y la recuperación <strong>de</strong> los<br />
espacios forestales existentes especialmente los montes públicos y se creó <strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong><br />
Ingenieros <strong>de</strong> Montes d<strong>el</strong> Estado (1848) <strong>para</strong> su supervisión. En este ambiente se promulgó <strong>el</strong><br />
Real Decreto <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1877, que establecía en su articulado la repoblación forestal y<br />
mejora <strong>de</strong> los montes públicos, concebida <strong>para</strong> evitar la <strong>de</strong>nudación <strong>de</strong> los su<strong>el</strong>os necesitados<br />
<strong>de</strong> protección.<br />
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