Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
V.-<br />
Y luego ocurrió todo<br />
Then It All Came Dow<br />
Escenario: Una celda de máxima seguridad en un pabellón del penal de San Quintín<br />
en California. La celda está amueblada con una simple colchoneta, y su inquilino<br />
permanente, Robert Beausoleil, y su visitante, se ven obligados a sentarse encima de<br />
ella en unas posturas más bien encogidas. La celda está limpia, ordenada. Una guitarra<br />
bien barnizada se yergue en un rincón. Pero es una avanzada tarde de invierno y en el<br />
aire titubea un escalofrío, incluso una pizca de humedad, como si la niebla de la bahía<br />
de San Francisco se hubiera infiltrado en la propia prisión.<br />
A pesar del frío, Beausoleil está sin camisa, sólo lleva unos pantalones de algodón<br />
de la cárcel, y está claro que se encuentra satisfecho de su aspecto, en especial de su<br />
cuerpo, que es ágil, felino, con armoniosa forma física si se tiene en cuenta que lleva<br />
encarcelado más de diez años. El pecho y los brazos ofrecen un panorama de emblemas<br />
tatuados: exuberantes dragones, ovillados crisantemos, serpientes desenroscadas.<br />
Algunos consideran que es extraordinariamente guapo; lo es, pero en un estilo de chulo<br />
pasado de moda. No es sorprendente que de niño trabajara de actor y apareciese en<br />
varias películas de Hollywood; después, cuando era un muchacho joven, fue durante un<br />
tiempo el protege de Kenneth Anger, el realizador experimental (Scorpio Rising) y<br />
escritor (Hollywood Babylon); de hecho, Anger le dio el papel principal de Lucifer<br />
Rising, película inacabada.<br />
Robert Beausoleil, que ahora tiene treinta y un años, es la auténtica figura<br />
misteriosa de la secta de Charles Manson; más exactamente —y ésta es una cuestión<br />
que nunca ha salido claramente a la luz en las explicaciones de esa tribu—, es la clave<br />
del misterio de las incursiones homicidas de esa llamada familia Manson, sobre todo de<br />
los asesinatos de Sharon Tate y de los Lo Bianco.<br />
Todo comenzó con el asesinato de Gary Hinman, un músico profesional de mediana<br />
edad que hizo amistad con varios miembros de la hermandad de Manson y que, <strong>para</strong> su<br />
desgracia, vivía solo en una pequeña y apartada casa de Topanga Canyon, en el condado<br />
de Los Angeles. Hinman fue atado y torturado durante varios días (entre otras<br />
barbaridades, le cortaron una oreja) antes de que le dieran el último tajo de gracia en la<br />
garganta. Cuando se descubrió el cuerpo de Hinman, hinchado y lleno de moscas de<br />
agosto, la policía descubrió inscripciones sangrientas en las paredes de su modesta casa<br />
(«¡Muerte a los cerdos!»), similares a las que pronto se encontrarían en las casas de miss<br />
Tate y del señor y la señora Lo Bianco.<br />
Sin embargo, justo unos días antes de los asesinatos de Tate-Lo Bianco, Robert<br />
Beausoleil, captura do mientras conducía un coche que había sido pro piedad de la<br />
víctima, se encontraba detenido y en la cárcel, acusado del asesinato del indefenso<br />
míster Hinman. Entonces fue cuando Manson v sus compinches, con la esperanza de<br />
liberar a Beausoleil concibieron la idea de cometer una serie de homicidios similares al<br />
del caso Hinman. Si Beausoleil seguía encarcelado en la fecha de tales asesinatos,<br />
¿cómo podría entonces ser culpable de la atrocidad cometida con Hinman O así<br />
razonaba la carnada de Manson. Lo que significa que fue por devoción a Bobby<br />
Beausoleil por lo que Tex Watson y esas jóvenes criminales, Susan Atkins, Patricia<br />
Krenwhykel, Leslie Van Hooten, salieron a hacer sus satánicas diligencias.