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Musica para camaleones

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decisión de la comisión de río Azul y las muertes ocurridas aquí, eso no quiere decir que<br />

haya que acusar a Bob Quinn. Él no es el único propietario afectado. ¿Y Walter Forbes<br />

¿Jim Johanssen La familia Throby. Los Miller. Los Riley. ¿Por qué acusar a Bob<br />

Quinn ¿Qué circunstancias especiales lo señalan a él<br />

JAKE: Él lo hizo.<br />

ADDIE: Sí, él lo hizo. Eso lo sabemos. Pero ni siquiera puedes probar que él compró<br />

las víboras de cascabel. Y aunque lo hicieras...<br />

JAKE: ¿Puedo tomar un whisky<br />

ADDIE: Inmediatamente se lo sirvo, señor. ¿Algo más<br />

JAKE (Addie ha salido a servir la bebida): Tiene razón. No podemos probar que<br />

compró las serpientes, aunque sabemos que lo hizo. Yo siempre supuse que esas víboras<br />

provenían de un criadero, de esos lugares donde las crían por el veneno; lo venden a los<br />

laboratorios. La mayoría está en Florida y Texas, aunque hay criaderos de víboras en<br />

todo el país. Todos estos últimos años enviamos cartas a la mayoría, sin recibir una sola<br />

respuesta.<br />

Pero yo tenía la sospecha que venían de Texas. Era lógico. ¿Para qué ir más lejos,<br />

cuando podía encontrar lo que necesitaba en el Estado vecino Bueno, no bien entró<br />

Quinn en el caso, decidí volver a empezar desde cero con el asunto de las víboras,<br />

asunto en el que no nos habíamos concentrado lo suficiente, porque requería una<br />

investigación personal y viáticos. Cuando hay que convencer al jefe de que hay que<br />

gastar dinero, uno se estrella contra una pared. Pero yo conocía a un tipo, un<br />

investigador viejo, que trabaja en el Departamento en Texas; me debía un favor. Así que<br />

le mandé algunos materiales: unas fotos de Quinn que había juntado, y fotos de las<br />

víboras. Las nueve colgadas de una soga después que las matamos.<br />

TC: ¿Cómo las mataron<br />

JAKE: A tiro. Les volamos la cabeza.<br />

TC: Yo maté una vez una cascabel en una oportunidad. Con un rastrillo.<br />

JAKE: No creo que hubiera podido matar a éstas con un rastrillo. Ni meterles un<br />

solo diente. La más pequeña medía más de dos metros.<br />

TC: Eran nueve. Y nueve miembros los de la comisión del río Azul. Una<br />

interesante coincidencia.<br />

JAKE: Bill, mi amigo de Texas, es un tipo decidido. Recorrió Texas de punta a<br />

punta; pasó sus vacaciones visitando criaderos de víboras, hablando con los criadores.<br />

Hace como un mes me llamó y me dijo que creía haber localizado a la persona: una<br />

señora de García, una texana-mexicana dueña de un criadero cerca de Nogales. Como a<br />

diez horas de auto desde aquí. Yendo a ciento veinte por hora. Bill me dijo que me<br />

esperaría allí.<br />

Addie fue conmigo. Viajamos de noche, y desayunamos con Bill en el Hollyday<br />

Inn. Luego visitamos a la señora de García. Algunos de estos criaderos de víboras son<br />

atracciones turísticas, pero el de ella no era de ese tipo. Estaba lejos de la carretera, y era<br />

bastante pequeño, aunque tenía unos especimenes impresionantes. Mientras estuvimos<br />

allí, arrastraba esas enormes víboras, se las enroscaba en el cuello, a los brazos, y reía.<br />

Tenía dientes de oro macizo. Al principio pensé que era un hombre. Su físico parecía el<br />

de Pancho Villa, y llevaba breeches de vaquero, con bragueta.<br />

Tenía cataratas en un ojo, y el otro no parecía en muy buen estado, pero no dudó en<br />

identificar a Quinn en las fotos. Dijo que visitó su casa en junio o julio de 1970 (los<br />

Roberts murieron el 5 de septiembre de 1970), acompañado por un mexicano joven.<br />

Llegaron en un camión pequeño, con patente de México. La señora García no habló con<br />

Quinn, ni él dijo una sola palabra, según ella. No hizo más que escuchar, mientras la<br />

mujer trataba con el mexicano. Dijo que no era su política interrogar a un cliente y

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