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quién casarse; no sabía quién era el padre. Y, de todas formas, lo<br />
último que quería era un marido o un crío».)<br />
MARY (inspeccionando el ambiente desde la puerta abierta del piso de dos<br />
habitaciones de miss Shaw): Aquí no hay mucho que hacer. Quitar un poco el polvo. Lo<br />
tiene bien arreglado. Fíjese en todos esos libros. Del suelo hasta el techo no hay otra<br />
cosa que libros.<br />
(Excepto por las atestadas estanterías, el piso era atrayentemente<br />
parco, blanco y luminoso, como escandinavo. Había una antigüedad:<br />
un escritorio de tapa corrediza con una máquina de escribir encima;<br />
miré lo que había escrito en ella:<br />
«Zsa Zsa Gabor tiene<br />
305 años<br />
Lo sé<br />
Pues le conté<br />
Los anillos.»<br />
Y tres espacios más abajo, escrito en la máquina:<br />
«Sylvia Plath, te odio a ti<br />
Y a tu maldito papi.<br />
Me gustaría, ¿me oyes<br />
¡Me gustaría que me metieras<br />
La cabeza<br />
En un horno calentado a gas!»)<br />
TC: ¿Es poetisa miss Shaw<br />
MARY: Siempre está escribiendo algo. No sé qué es. Lo que he visto, a mí me suena<br />
a droga. Venga, quiero enseñarle algo.<br />
(Me lleva al cuarto de baño, una estancia sorprendentemente amplia y<br />
resplandeciente. Abre la puerta de un armarito y señala un objeto en<br />
un estante: un consolador de plástico rosa moldeado en forma de un<br />
pene de tamaño normal.)<br />
¿Sabe qué es eso<br />
TC: ¿Usted no<br />
MARY: Yo soy la que pregunta.<br />
TC: Es un consolador en forma de pene.<br />
MARY: Sé lo que es un consolador. Pero nunca he visto uno como ése. Dice:<br />
«Hecho en Japón.»<br />
TC: ¡Ah, bueno! La mentalidad oriental.<br />
MARY: Viciosos. Pero tiene algunos perfumes exquisitos. Si es que le gustan los<br />
perfumes. Yo sólo me pongo un poco de vainilla detrás de las orejas.<br />
(Mary se puso entonces a trabajar, a fregar los encerados suelos sin<br />
alfombras, a quitar el polvo de las estanterías con un plumero; y<br />
mientras trabajaba, tenía abierta su caja de canutos y la boquilla<br />
cargada. No sé cuánta «pesadez» tendría que levantar, pero sólo el<br />
aroma me estaba colocando.)