22.03.2017 Views

(AA.VV) Antología universal del relato fantástico

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

plomo, magníficamente adornado con las armas de la familia Monkton, debajo de las cuales se veía<br />

escrito con anticuadas letras el nombre «Stephen Monkton», su edad y el modo en que había muerto.<br />

—Tengo este ataúd listo para él —susurró Alfred junto a mi oído—. ¿No te parece que actúo en<br />

serio?<br />

Parecía actuar más bien como un demente. Tanto, que evité contestarle.<br />

—¡Sí! ¡Sí! Veo que estás convencido —continuó con rapidez—. Ahora podemos regresar al otro<br />

cuarto y hablar sin tapujos por ambas partes.<br />

Al regresar a nuestros asientos aparté con un gesto mecánico mi silla de la mesa. En ese instante mi<br />

mente estaba en un estado tal de confusión e incertidumbre acerca de lo que sería mejor hacer o decir a<br />

continuación, que momentáneamente olvidé la posición que me había asignado cuando encendimos las<br />

velas. Me lo recordó de inmediato.<br />

—No te apartes —dijo, con gran ansiedad—. Sigue sentado en la luz. ¡Te lo ruego! Pronto te diré<br />

por qué soy tan quisquilloso en eso. Pero antes dame tu consejo; ayúdame en mi gran angustia y<br />

desasosiego. Recuerda que me prometiste hacerlo.<br />

Hice un esfuerzo por ordenar mis pensamientos y lo logré. En su presencia era inútil tratar el asunto<br />

sin gravedad; habría sido cruel no aconsejarle lo mejor que pudiera.<br />

—Tú sabes —dije—, que dos días después de redactar el acuerdo en Nápoles, el duelo se efectuó<br />

fuera de los estados napolitanos. Como es lógico este hecho te ha llevado a la conclusión de que todas<br />

las pesquisas acerca de la ubicación debían confinarse al territorio romano, ¿verdad?<br />

—Ciertamente. Hasta ahora la búsqueda se realizó allí, y sólo allí. Si puedo creer a la policía, ellos y<br />

sus agentes han investigado sobre el lugar <strong>del</strong> duelo (ofreciendo una fuerte recompensa en mi nombre a<br />

la persona que pueda descubrirlo), a todo lo largo de la carretera de Nápoles a Roma. También han<br />

hecho circular (al menos eso afirman) descripciones de los duelistas y sus padrinos; han dejado un<br />

agente para dirigir las investigaciones en la casa de postas, y otro en la ciudad mencionada como punto<br />

de encuentro en el acuerdo; y mediante correspondencia con autoridades extranjeras han tratado de<br />

rastrear al conde de St. Lo y a monsieur Dalville hasta el sitio o los sitios donde se hayan refugiado.<br />

Todos estos esfuerzos, suponiendo que se hayan llevado a cabo realmente, hasta ahora han resultado<br />

completamente infructuosos.<br />

—Tengo la impresión —dije, después de un momento de reflexión—, de que todas las pesquisas<br />

efectuadas a lo largo de la carretera, o en cualquier sitio cercano a Roma, es probable que sean inútiles.<br />

En cuanto al descubrimiento de los restos de tu tío, creo que coincidirá con exactitud con el sitio donde<br />

fue muerto, porque los comprometidos en el duelo no se arriesgarían a ser arrestados llevando un<br />

cadáver con ellos en la fuga. Entonces el lugar es todo lo que necesitamos encontrar. Ahora bien,<br />

reflexionemos un instante. El grupo cambió de carruaje; viajaron por separado, de dos en dos; sin duda<br />

eligieron caminos secundarios; se detuvieron en la casa de postas y en la ciudad para desorientar; tal vez<br />

caminaron una distancia considerable sin guías. Si se tiene eso en cuenta, tales precauciones (que<br />

sabemos deben de haber empleado) les dejaron muy poco tiempo los dos días (aunque pueden haber<br />

partido al alba, y no detenerse hasta la caída de la noche) para el viaje.<br />

Luego creo que el duelo fue realizado en algún punto cercano a la frontera napolitana; y si yo<br />

hubiese sido el agente policial encargado de la búsqueda, sólo habría seguido un rumbo paralelo a la<br />

frontera, empezando desde el oeste y yendo hacia el este hasta subir a los parajes solitarios de las

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!