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(AA.VV) Antología universal del relato fantástico

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A veces las excepciones temporales aparecen a través de un gigantesco estiramiento <strong>del</strong> tiempo,<br />

como ocurre en el <strong>relato</strong> de lord Dunsany, En donde suben y bajan las mareas, en el que un cadáver<br />

constantemente desenterrado contempla el paso de los siglos desde un hoyo cubierto de fango, como<br />

también les sucede a los insólitos mensajeros <strong>del</strong> cuento de Buzatti, [25] que atraviesan vastos territorios<br />

en un viaje infinito.<br />

—Temas bíblicos. La Biblia ha acaparado el imaginario colectivo occidental durante muchos siglos.<br />

El Paraíso y el Infierno han sido los dos temas más repetidos por la imaginación. Un testimonio de ello<br />

son los «libros proféticos» de Blake y El paraíso perdido de Milton. Sin embargo, los escritores no<br />

empezaron a emplear los motivos bíblicos con total libertad casi hasta el siglo XIX, cuando su<br />

utilización ya no era <strong>del</strong>ito. Aun así, hasta principios <strong>del</strong> siglo XX no se publicarían las obras más<br />

relevantes sobre este tema. Esta antología tiene dos notables ejemplos. El primero, titulado Lázaro, es<br />

obra <strong>del</strong> prolífico escritor ruso Leonid Andréiev. [26] El Lázaro de Andréiev retorna impasible <strong>del</strong> reino<br />

de los muertos, donde todo lo humano le parece execrable, y lo único que quiere es morir. El <strong>relato</strong> no<br />

presenta ninguna de las características usuales <strong>del</strong> cuento fantástico. Lázaro no es un revenant al uso.<br />

Sólo su circunstancia es sobrenatural —por cierto, muy semejante al de El gallo huido, de D. H.<br />

Lawrence—; sin embargo, aquí el alma torturada de esta numinosa figura bíblica es utilizada por<br />

Andréiev únicamente para volcar sobre ella toda la desesperanza <strong>del</strong> hombre moderno, toda su propia<br />

desazón con el mundo.<br />

El segundo ejemplo es La estatua de sal, de Leopoldo Lugones (1874-1938). Según Borges, todo el<br />

proceso de la literatura argentina <strong>del</strong> siglo XX se encuentra en la obra de Lugones: el pasado colonial<br />

(El imperio jesuítico), el Modernismo (Los crepúsculos <strong>del</strong> jardín), incluso lo escrito posteriormente<br />

(Lunario sentimental, que data de 1909). Tres años antes, había publicado Las fuerzas extrañas (de<br />

donde procede el cuento de esta antología), libro de cuentos que inaugura con Yzur, la ciencia-ficción en<br />

nuestra lengua. La estatua de sal renueva y aviva el antiguo misterio de este pasaje bíblico.<br />

—La inmortalidad. Desde el poema de Gilgamesh, la mortalidad de la carne ha preocupado<br />

hondamente a los hombres de todas las épocas. De modo que la fantasía arquetípica de alcanzar la<br />

inmortalidad en esta vida ha tomado muchas formas a lo largo de la historia, desde el legendario elixir<br />

de larga vida de los alquimistas o los vampiros, a la leyenda antisemita de El judío errante, condenado a<br />

vagar siempre por el mundo hasta la segunda venida <strong>del</strong> Mesías. Su moderno avatar es titulado El caso<br />

<strong>del</strong> difunto señor Elvesham, de Wells, en el que un individuo lleva siglos intercambiando su cuerpo,<br />

cada vez que envejece, con el de cualquier joven incauto de buena complexión física.<br />

Rider Haggard alcanza su más alta expresión con su novela Ella (She), protagonizada por la<br />

inolvidable Ayesha, reina milenaria de un pueblo <strong>del</strong> Antiguo Egipto. En El inmortal de Borges, un<br />

centurión romano de la era de Diocleciano recorre los siglos hasta llegar a la conclusión de que «ser<br />

inmortal es baladí». En el otro extremo tenemos el <strong>relato</strong> de Gustav Meyrink, La visita de J. H. Ohereit<br />

a las tempojuelas que, además de abordar la naturaleza <strong>del</strong> tiempo, expone ignotos saberes sobre la<br />

inmortalidad. [27]<br />

Las islas nuevas, de María Luisa Bombal, parece a primera vista un <strong>relato</strong> sobre la inmortalidad,<br />

pero en el fondo se trata de una fábula mucho más extraña y rica en simbolismos. Unos cazadores llegan<br />

a una casa de campo; además de buscar sus presas, desean visitar cuatro nuevas islas que acaban de<br />

surgir <strong>del</strong> mar. En la casa hay una mujer <strong>del</strong>gada, enigmática y un poco salvaje, que a pesar de su edad

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