16.10.2018 Views

Batalla por la memoria

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

162 Gisèle Ve<strong>la</strong>rde<br />

P<strong>la</strong>nteamos nuevamente entonces nuestra pregunta: ¿de qué depende<br />

que nuestra evidencia empírica, o conducta percibida, sea leída de manera<br />

positiva o de manera negativa? 10 Para adentrarnos en este punto pongamos<br />

un ejemplo irreal, de forma que podamos pensar de <strong>la</strong> manera más<br />

neutral y desprejuiciada posible. Figuremos el siguiente caso: imaginemos<br />

una ‘situación original’ donde un barco de pob<strong>la</strong>dores de tez azul llegase a<br />

una is<strong>la</strong> de pob<strong>la</strong>dores de tez violeta y se hiciese un primer contacto entre<br />

ambos –queda entendido que ninguno sabe de <strong>la</strong> existencia del otro, ni se<br />

ha encontrado alguna vez con el color de piel que el otro tiene. La pregunta<br />

aquí sería: ¿qué determina que el encuentro sea positivo o negativo? ¿De<br />

qué depende que ese contacto sea cordial o agresivo? La respuesta a dicha<br />

pregunta es que es una cuestión de ‘gusto’ el que <strong>la</strong> evidencia empírica sea<br />

leída de manera positiva o negativa.<br />

Sostenemos entonces que lo que determina ese primer contacto está<br />

fundado, en última instancia, en una cuestión de ‘gusto’. Es decir, <strong>la</strong> reacción<br />

ante ese otro desconocido se presentará inicialmente en términos de “esto<br />

me gusta” o en términos de “esto me disgusta”. El gusto nos va a servir para<br />

discriminar (diferenciar) entre <strong>la</strong>s dos alternativas, pues es una cuestión de<br />

gusto <strong>la</strong> manera como un suceso me afecta directamente. 11 La afección directa<br />

de un suceso determinado se vincu<strong>la</strong> a los sentidos, dado que no hay <strong>la</strong><br />

mediación o distancia que requiere el emitir una opinión o un juicio sobre el<br />

suceso en cuestión. El gusto es considerado además como un sentido en <strong>la</strong><br />

medida en que no hay argumento racional que pueda convencerme de lo<br />

contrario, si algo me p<strong>la</strong>ce (o me disp<strong>la</strong>ce). De manera más radical, y saliendo<br />

del aspecto social, podríamos decir que si no me gustan <strong>la</strong>s ostras cuando<br />

<strong>la</strong>s pruebo, no habrá manera de convencerme <strong>por</strong> cualesquiera argumentos<br />

de que me gusten. Podré comer<strong>la</strong>s <strong>por</strong> ‘x’ razones pero eso no me hará<br />

gustar<strong>la</strong>s necesariamente. 12<br />

10. Evidentemente nos ubicamos en una situación originaria en un afán de comprensión<br />

del problema, dado que si <strong>la</strong> conducta en cuestión no se presenta como nueva ante<br />

nosotros, <strong>la</strong> pregunta que hacemos aquí no tendría sentido de ser formu<strong>la</strong>da, puesto que<br />

ya sabríamos cómo leer <strong>la</strong> evidencia en cuestión —como ocurrió en nuestro ejemplo<br />

anterior.<br />

11. Esto también se aplica, c<strong>la</strong>ro está, a cualquier conducta que se presente como<br />

absolutamente nueva.<br />

12. Es im<strong>por</strong>tante aquí hacer una precisión. Si bien es una cuestión de gusto <strong>la</strong> afección<br />

directa que ejerce un determinado hecho sobre nosotros, hay que decir que, en<br />

general, los autores consideran que el gusto es aprendido y no espontáneo —sobre todo<br />

desde <strong>la</strong> psicología. Teniendo en cuenta esto, y si quisiéramos remontarnos un paso

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!