16.10.2018 Views

Batalla por la memoria

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

58 William Stein<br />

su sociedad nativa y que ya se haya ‘distanciado’ él mismo (sic) de su ‘ser<br />

nativo’ (In<strong>la</strong>nder-zijn) —en síntesis, que él/el<strong>la</strong> ya no debieran identificarse,<br />

ni conservar sensaciones inapropiadas de pertenencia, o anhelo <strong>por</strong> el medio<br />

del que él/el<strong>la</strong> vienen. Fue el estado mental de los potenciales ciudadanos<br />

que estaba en discusión, no solo los bienes materiales. ¿Cómo pudo hacerse<br />

tal evaluación? ¿Quiénes venían a ser los árbitros ? ¿Apropiados a cuál<br />

sociedad europea y a cuáles europeos? Las preguntas son poco sinceras<br />

<strong>por</strong>que el código es c<strong>la</strong>ro; <strong>la</strong> competencia cultural mostrada en familia, el<br />

idioma y una moralidad de c<strong>la</strong>se media, devino en el más notorio nuevo<br />

criterio para marcar los diferentes tipos de participación y colocación en el<br />

estado”. El parecido entre este caso indonés y <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> categoría<br />

criollo en el Perú es impresionante.<br />

Los peruanos tienen un dicho: “El dinero b<strong>la</strong>nquea”. Y esta es <strong>la</strong> base<br />

del racismo peruano, un tipo de racismo que es particu<strong>la</strong>rmente diferente de<br />

otros racismos que existen en cualquier parte del mundo. Portocarrero (1993:<br />

181) escribe que “<strong>la</strong> pigmentación de <strong>la</strong> piel resulta entonces una imagen<br />

social, una suerte de ilusión óptica creada <strong>por</strong> <strong>la</strong> pobreza o prosperidad”.<br />

(Las flores parecen estar en el florero, cuando en realidad no están.) Lo criollo<br />

se torna en una metáfora. François Bourricaud (1975: 382) dice “que<br />

todos los peruanos se reconocen como Indios en un nivel colectivo, a pesar<br />

que ninguno de ellos aceptaría enteramente <strong>la</strong> descripción aplicada individualmente<br />

a sí mismos, <strong>por</strong>que en esta sociedad, que podría decirse está<br />

continuamente cambiando, <strong>la</strong>s diferencias son sentidas más fuerte y genuinamente,<br />

que una solidaridad nacional que es aún abstracta y artificial”.<br />

Más recientemente, Portocarrero (2001: 541-542) ha pro<strong>por</strong>cionado<br />

una completa caracterización de lo criollo, y aquí cito sus dos estupendos<br />

primeros párrafos:<br />

Con el ser criollo sucede algo paradójico pues despierta valoraciones<br />

totalmente opuestas. Es decir, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra “criollo” está cargada de<br />

ambivalencia, pues tan pronto significa algo apreciado y querido, como<br />

algo extraño y repudiable. En efecto, lo criollo se asocia con <strong>la</strong> alegría,<br />

el ingenio y el humor, resultando para muchos peruanos lo propio, lo<br />

entrañable, lo que nos identifica y lo que podemos asumir a “boca<br />

llena”. No obstante, para esos mismos peruanos lo criollo es también<br />

sinónimo de lo repudiable, lo abyecto, aquello que debe ser rechazado<br />

si uno quiere pasar <strong>por</strong> persona seria y respetada. Si de una música<br />

decimos que es “bien criol<strong>la</strong>” estamos significando que es muy nuestra,<br />

que expresa <strong>la</strong> autenticidad de lo que somos. Pero si de una acción<br />

decimos que es una “criol<strong>la</strong>da” es que <strong>la</strong> estamos valorando como

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!