Para conocer las sectas
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espeto al adepto e intenta por todos los medios<br />
atraerlo a la propia causa.<br />
En otra parte hemos recordado la atención que<br />
desde espacios ecuménicos se ha prestado al tema<br />
del proselitismo , . En un documento del organismo<br />
«Fe y Constitución», titulado Testimonio cristiano,<br />
proselitismo y libertad religiosa, se dice textualmente:<br />
«El proselitismo no es algo absolutamente diferente<br />
del testimonio: es la corrupción del testimonio. Se<br />
corrompe el testimonio cuando se usan sutil o abiertamente<br />
la adulación, el soborno, la presión indebida<br />
o la intimidación para provocar la aparente conversión;<br />
cuando colocamos el éxito de nuestras Iglesias<br />
antes que el honor de Cristo; cuando cometemos la<br />
deshonestidad de comparar el ideal de nuestra Iglesia<br />
con los logros reales de otra; cuando tratamos de<br />
hacer adelantar nuestra causa levantando falso testimonio<br />
contra otra Iglesia; cuando personal o colectivamente<br />
reemplazamos el amor por cada alma individual<br />
que nos concierne por el afán de conquista. Tal<br />
corrupción del testimonio cristiano indica falta de<br />
confianza en el poder del Espíritu Santo, falta de<br />
respeto a la naturaleza del hombre y falta de reconocimiento<br />
del verdadero carácter del evangelio. Es<br />
muy fácil re<strong>conocer</strong> estas faltas y pecados en otros,<br />
pero es necesario re<strong>conocer</strong> que todos estamos expuestos<br />
a caer en uno u otro de ellos» 6 .<br />
Años más tarde, en 1970, el Grupo mixto de<br />
trabajo de la Iglesia católica y del Consejo Ecuménico<br />
de <strong>las</strong> Iglesias publica un documento titulado<br />
Testimonio común y proselitismo. En él se dice:<br />
«Bajo proselitismo se entiende cuanto lesiona el<br />
derecho de cada persona, cristiana o no, a verse libre<br />
de toda violencia externa en los asuntos religiosos, o<br />
también ciertas formas de evangelización que no se<br />
corresponden con la voluntad de Dios, que invita al<br />
hombre a seguir su llamada en libertad y a servirle en<br />
espíritu y verdad» 7 .<br />
,<br />
Juan Bosch, <strong>Para</strong> comprender el ecumenismo, Verbo Divino,<br />
Estella 1991,47-49.<br />
6<br />
Testimonio cristiano, proselitismo y libertad religiosa, en Documentos<br />
de la Comisión Fe y Constitución (1910-1968), Editorial<br />
Católica, Madrid 1972, 267-281; el texto en 271-272.<br />
1<br />
Testimonio común y proselitismo, en A. González (ed.), En-<br />
.- El mismo documento vincula el proselitismo al<br />
fenómeno sectario (n. 23), e invita a <strong>las</strong> Iglesias a<br />
evitar <strong>las</strong> siguientes características que desvirtuarían<br />
su propio testimonio:<br />
— Cualquier c<strong>las</strong>e de violencia física o moral y<br />
presión psíquica que tendiese a despojar al hombre<br />
del juicio personal, del libre albedrío y de la plena<br />
autonomía de su responsabilidad.<br />
— El ofrecimiento abierto o encubierto de ventajas<br />
temporales o materiales como precio por un<br />
cambióle pertenencia religiosa.<br />
— El aprovechamiento de <strong>las</strong> situaciones de necesidad,<br />
de alguna debilidad o defectuosa formación<br />
de aquellos a quienes se dirige el testimonio, a<br />
fin de provocar en ellos la conversión.<br />
— Todo cuanto hace sospechosa la «buena fe» de<br />
los otros: nunca se debe suponer la «mala intención»;<br />
ésta debe ser demostrada.<br />
— La utilización de un motivo que nada tiene<br />
que ver con la fe, pero que es aprovechado para<br />
alcanzar una conversión, como, por ejempo, la utilización<br />
de motivos políticos para ganar a aquellos<br />
que desearían estar seguros de buena gana de la<br />
protección o del favor del poder estatal o, por el<br />
contrario, a aquellos que se oponen al sistema político<br />
imperante.<br />
— Toda alusión injusta y egoísta a <strong>las</strong> convicciones<br />
de fe o a la conducta de otras comunidades<br />
religiosas como medio para ganar adeptos... De forma<br />
general, hay que evitar a toda costa comparar la<br />
parte buena y los ideales de una comunidad con <strong>las</strong><br />
debilidades y la práctica de otra; antes bien, «se<br />
debería hacer un esfuerzo por alcanzar un entendimiento<br />
amistoso de el<strong>las</strong>».<br />
No sería difícil probar en el comportamiento de<br />
<strong>las</strong> Iglesias, y no sólo en el de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> y NMR,<br />
alguna o muchas de <strong>las</strong> características mencionadas.<br />
Pero ello no impide afirmar con rotundidad<br />
que la evangelización respeta siempre la conciencia<br />
y la libertad del adepto, porque cree que el acto de<br />
fe es un acto libre, mientras que el proselitismo, por<br />
el contrario, es un atentado contra la libertad reli-<br />
chiridion Oecumenicum, Universidad Pontificia de Salamanca,<br />
Salamanca 1986, 163-172; el texto en 165.<br />
PARA CONOCER LAS SECTAS 119