Para conocer las sectas
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yo fuera ministro o gobernador de un Estado laico y<br />
tuviera que hablar como tal, probablemente emplearía<br />
la palabra "confesión"» 42 .<br />
Congar es muy crítico también respecto a la<br />
palabra «denominación», una categoría que en los<br />
países anglosajones ha venido a sustituir al término<br />
«confesión», pero que constituye también «un desalío<br />
tanto al sentido religioso como a la poesía» 43 .<br />
- El término «Iglesia» —recuerda Congar— difícilmente<br />
se concedía en la antigüedad cristiana a<br />
los cuerpos que se habían separado de la única<br />
Iglesia visible, poseedora de los atributos enumerados<br />
en el credo niceno-constantinopolitano: una,<br />
santa, católica y apostólica. Los cuerpos religiosos<br />
separados de ella recibían diferentes apelativos:<br />
«congregationes», «coetus haereticorum», «convenlus<br />
haereticorum», «conventus schismaticorum»,<br />
incluso «synagoga», en oposición siempre al de<br />
«Kcclesia». Más recientemente, la documentación<br />
ile la Iglesia católica emplea la palabra «Iglesia» -o<br />
«Iglesias», en plural— cuando se refiere al mundo<br />
01 lodoxo, mientras que procura evitarlo al referirse<br />
a <strong>las</strong> comunidades protestantes. Hay que recordar,<br />
sin embargo, que Congar escribe este trabajo años<br />
¡mies del Concilio Vaticano II. La razón para el<br />
teólogo dominico radica en la existencia o en la<br />
ausencia de ciertos elementos esenciales en una determinada<br />
comunidad cristiana. La falta de estos<br />
elementos impediría poder hablar, con propiedad<br />
teológica, de «Iglesia». Los elementos, en relación<br />
ion la triple función de Cristo —profeta, sacerdote y<br />
rey- son: 1) la revelación y el depósito de la fe<br />
evangélica (que es fe trinitaria y cristológica); 2) la<br />
inslitución de los sacramentos, y 3) la institución<br />
del ministerio apostólico encargado, tanto del deposito<br />
de la fe como de la celebración de los sacramentos.<br />
Y añade:<br />
«Sólo hay una cosa segura: una comunidad a la<br />
i|ue le falte la sucesión apostólica -que no admite más<br />
o menos- no puede ser calificada de Iglesia, ni tan<br />
siquiera local, en el sentido teológico y riguroso de la<br />
42 lves Congar, Nota acerca de <strong>las</strong> palabras..., o. c, 233.<br />
41 Ivés Congar, Nota acerca de <strong>las</strong> palabras..., o. c, 234.<br />
palabra. Si se la llama así, es únicamente en un sentido<br />
descriptivo, sociológico» 44 .<br />
— De ahí que muestre sus preferencias por el<br />
empleo del término «comunión» para designar a los<br />
grupos cristianos separados de la Iglesia católica.<br />
Por una parte, evita <strong>las</strong> insuficiencias que comportan<br />
los términos «sociedad», «confesión», «cuerpo<br />
religioso» -todos ellos más del vocabulario jurídico,<br />
sociológico y político que del estrictamente teológico—,<br />
y, por otra, sugiere una sensibilidad que<br />
tiene en cuenta los valores del culto, la plegaria, la<br />
vida religiosa, etc., de <strong>las</strong> diferentes familias cristianas.<br />
Incluso el término «comunión» es preferible al<br />
de «Iglesia», porque éste —según Congar- «es un<br />
término teológico, cuya acepción rigurosa tiene carácter<br />
restringido». La amplitud, contenido y belleza<br />
de la categoría «comunión» es una oferta a todos<br />
aquellos que desde perspectivas ecuménicas desean<br />
referirse a los diferentes grupos cristianos separados<br />
4 \<br />
b) Dietrich Bonhoeffer, el gran teólogo luterano,<br />
consagró en su disertación doctoral Sanctorum<br />
Communio (1929) un apartado al tema «Iglesia y<br />
secta» 46 . Y lo hacía porque su trabajo, a pesar de<br />
tener «carácter dogmático», no podía prescindir de<br />
la «importancia que tienen <strong>las</strong> categorías sociológicas<br />
para la misma teología», y es que todos los<br />
conceptos cristianos fundamentales: «persona»,<br />
«estado original», «pecado», «revelación» —podría<br />
añadirse «Iglesia»—, etc., «no pueden entenderse<br />
plenamente si no se relacionan con la socialidad»<br />
47 .<br />
La primera afirmación de Bonhoeffer choca a<br />
cualquier lector familiarizado con la tipología Iglesia-Secta.<br />
Dice así: «Bajo el punto de vista sociológico<br />
no se da una diferencia esencial entre ambas.<br />
Al defender esto, vamos en contra de la distinción<br />
ya famosa que hacían Weber y Troeltsch» 48 . El<br />
44 Ivés Congar, Nota acerca de <strong>las</strong> palabras..., o. c, 245.<br />
^ Ivés Congar, Nota acerca de <strong>las</strong> palabras..., o. c, 250.<br />
46 Dietrich Bonhoeffer, Sanctorum Communio (Sociología de<br />
la Iglesia), Sigúeme, Salamanca 1969, 205-208.<br />
47 D. Bonhoeffer, Sanctorum Communio..., o. c, 13.<br />
48 D. Bonhoeffer, Sanctorum Communio..., o. c, 205.<br />
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