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Para conocer las sectas

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de <strong>sectas</strong> y NMR, no existe un acuerdo sustancial.<br />

Si se exceptúan los 18 grupos anteriormente reseñados,<br />

ya no existe coincidencia entre los autores a la<br />

hora de designar como <strong>sectas</strong> a determinados grupos.<br />

El caso más evidente es la calificación de «secta»<br />

dada a los Adventistas del 7." Día por Pilar<br />

Salarrullana y César Vidal, pero no aceptada por<br />

otros autores. 3) En cuanto a <strong>las</strong> cifras de adeptos,<br />

ningún autor se atreve a ofrecer datos seguros. Las<br />

ofrecidas por Azcona son imprecisas, menos en el<br />

caso de Mormones y Testigos de Jehová, y su afirmación<br />

de que <strong>las</strong> «tres cuartas partes de estos<br />

grupos no pasan de 500 miembros» debe cotejarse<br />

críticamente con la afirmación de Salarrullana de<br />

que «el número de captados se acerca al medio<br />

millón de personas». G. Anleo parece, en este sentido,<br />

el más riguroso, y de su apreciación parece que<br />

deben contarse como miembros de estas <strong>sectas</strong><br />

unas 5.890 personas, pero teniendo en cuenta que<br />

en su estudio no contabiliza ni a Testigos de Jehová<br />

ni a Mormones, precisamente <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> con mayor<br />

implantación numérica en España.<br />

2. La respuesta de la sociedad<br />

española<br />

Un juicio mínimamente riguroso que intente<br />

aproximarse a la respuesta que la sociedad española<br />

ha dado o está dando al mundo sectario tiene<br />

necesariamente que matizarse mucho. No caben<br />

aquí fáciles simplificaciones ni prejuicios ideológicos.<br />

De ahí que tengamos que acudir a los diferentes<br />

sectores que configuran nuestra sociedad para, desde<br />

cada uno de esos espacios, rastrear la propia<br />

respuesta que seguramente es diversa a la de los<br />

otros. Es evidente la complejidad de la presente<br />

reflexión.<br />

En este análisis se tienen en cuenta los siguientes<br />

espacios generadores de opinión: los medios de<br />

comunicación social (MCS), la investigación sociológica,<br />

la actitud oficial de la Iglesia, la Administración<br />

española y <strong>las</strong> asociaciones ciudadanas.<br />

2.1. Los Medios de Comunicación Social<br />

En términos generales puede afirmarse que la<br />

aproximación de los MCS españoles al tema secta­<br />

172 PARA CONOCER LAS SECTAS<br />

rio ha estado condicionada por la óptica del «peligro»<br />

y de la «amenaza». John Graz comenzaba su<br />

artículo La prensa y <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> de un modo que bien<br />

podría reflejar la actitud general de los MCS españoles:<br />

«¿Son peligrosas <strong>las</strong> <strong>sectas</strong>? ¡Evidentemente! Basta<br />

leer la prensa para convencerse de ello. Y no sólo<br />

son peligrosas <strong>las</strong> <strong>sectas</strong>, sino que además amenazan<br />

a la civilización, a la patria y a la familia. Es el cáncer<br />

que prolifera, la peste que se extiende, el gran espanto<br />

del año 2000...» 4 \<br />

En nuestro trabajo titulado Bibliografía española<br />

sobre <strong>sectas</strong> y Nuevos Movimientos Religiosos 44 puede<br />

fácilmente observarse que la mayoría de los artículos<br />

recogidos de la prensa diaria o semanal hacen<br />

un tratamiento alarmista, usando viejos «clichés»,<br />

indiscriminadamente repetidos. Algunos titulares<br />

son suficientemente significativos: Las <strong>sectas</strong><br />

destructivas; Los Niños de Dios: una religión en<br />

pecado mortal; Los Niños de Dios: prostitución en<br />

nombre del Señor; Hechizado por un culto fanático;<br />

P. S.: martillo de <strong>sectas</strong>; El zumbido de Krishna; Las<br />

<strong>sectas</strong>: un extraño supermercado espiritual; Los Niños<br />

de Dios: engaño por <strong>las</strong> calles de Barcelona; Los<br />

Niños de Dios a la conquista de la calle; La invasión<br />

de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong>; Más de ciento cincuenta mil jóvenes<br />

atrapados por <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> en España; Sectas: la otra<br />

droga; Haré Krishna: una secta de depravados, etc.<br />

Si el acercamiento de la prensa ha sido, en términos<br />

generales, de este talante, algo similar cabe<br />

decirse de lo ofrecido por <strong>las</strong> emisoras de radio y de<br />

televisión. Cadenas como COPE, SER, o la misma<br />

Radio Nacional de España, Radio 1, han dedicado<br />

en los últimos años diferentes programas al tema<br />

sectario. La escasez de tiempo, la ausencia, a veces,<br />

de miembros de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong>, incluso habiendo sido<br />

invitados, la falta de rigor en el tratamiento, ha<br />

hecho que los radioescuchas o televidentes españoles<br />

hayan sacado ideas negativas sobre <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> y<br />

NMR 4 \<br />

43 John Graz, La prensa y <strong>las</strong> <strong>sectas</strong>: Conciencia v Libertad 5<br />

(1984) 81-87; el texto en 81.<br />

44 Juan Bosch, Bibliografía española sobre <strong>sectas</strong> y NMR: Cuadernos<br />

de Realidades Sociales, a. c, 7-15.<br />

^ La emisión del popular programa televisivo En familia, de

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