24.02.2013 Views

Para conocer las sectas

Para conocer las sectas

Para conocer las sectas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

a <strong>las</strong> consecuencias de tipo psicológico del proceso<br />

de conversión en el individuo, así como a los desarreglos<br />

y trastornos familiares suscitados por la<br />

entrada de algún miembro en la secta y su consiguiente<br />

abandono del núcleo familiar.<br />

b) El suizo Jean Frangois Mayer ha aportado<br />

interesantes observaciones, manteniendo siempre<br />

un tono objetivo en medio de la visceralidad que<br />

acompaña a la temática sectaria. Reconoce que los<br />

métodos de reclutamiento y adoctrinamiento de<br />

muchas de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> y NMR han sido descritos<br />

como «lavado de cerebro» por lo inexplicable que<br />

aparecen ciertas conversiones y por la intensidad<br />

de la adhesión a estos grupos. Mayer, sin embargo,<br />

desautoriza esta hipótesis por varias razones:<br />

«La investigación directa permite acercarnos a<br />

un número no despreciable de personas cuya adhesión<br />

nada tiene de repentina, sino que han frecuentado<br />

sucesivamente toda una serie de movimientos<br />

antes de dar con el espacio religioso que les<br />

correspondía».<br />

Añade, en segundo lugar, que<br />

«la mayoría de los movimientos investigados conocen<br />

una tasa de defecciones considerable, y la mayor parte<br />

de los que dejan el movimiento lo hacen por un acto<br />

de decisión personal...; que sería imposible para una<br />

persona si estuviese realmente privada de voluntad»<br />

46 .<br />

<strong>Para</strong> explicar la adhesión a un grupo sectario<br />

deben citarse causas más simples que el «lavado de<br />

cerebro». J. F. Mayer recuerda <strong>las</strong> siguientes: la<br />

seducción del ideal que propone la misma secta, el<br />

sentimiento de una experiencia real intensamente<br />

vivida, el clima de acogida del mismo grupo, la<br />

dosis de ingenuidad o credulidad, etc. Y afirma<br />

expresamente:<br />

«Se equivocaría quien no viera en los miembros de<br />

estos movimientos más que batallones de ingenuos y<br />

de crédulos. Encontramos una sorprendente proporción<br />

de individuos brillantes que, partiendo de sus<br />

46 Jean Frangois Mayer, Las <strong>sectas</strong>, Desclée, Bilbao 1990,<br />

122-123.<br />

interrogantes interiores, han llegado a la ardiente<br />

búsqueda de soluciones espirituales fuera de los caminos<br />

trillados» 47 .<br />

La «conversión» en sí misma considerada es una<br />

experiencia muy fuerte que « afecta a <strong>las</strong> capas más<br />

profundas del individuo, con todo lo que esto significa<br />

a veces en personalidades frágiles o en crisis... y<br />

con consecuencias psicológicas y de tipo familiar y<br />

ambiental». Todo ello no podría negarse, pero no es<br />

un tema específicamente sectario. La «conversión»<br />

afecta también a los miembros de <strong>las</strong> Iglesias y de<br />

<strong>las</strong> grandes religiones tradicionales, y es traumática<br />

no solamente para el converso, sino también<br />

para sus familiares «no convertidos».<br />

El paso a otra forma religiosa, sea sectaria o<br />

eclesial, aparece a los ojos de los que permanecen<br />

en la religión de sus mayores como «una negación<br />

de la herencia espiritual». Si esta conversión se<br />

produce en grupos que exigen una entrega total y se<br />

invita al nuevo adepto a la ruptura con el medio<br />

familiar, es lógico que surjan interrogantes y que la<br />

inquietud de los padres afectados o de <strong>las</strong> asociaciones<br />

formadas por ellos lleguen a considerar tales<br />

actitudes como ataques sectarios a la institución<br />

familiar.<br />

Mayer cree, sin embargo, que «este escenario no<br />

representa felizmente el modelo corriente de adhesión<br />

a una secta: se trata de una ínfima minoría y<br />

de algunos movimientos entre centenares de otros,<br />

pero estos casos han contribuido no poco a incitar<br />

polémicas» 48 . Habrá que admitir lealmente, con<br />

este autor, que la conversión a la mayoría de <strong>las</strong><br />

<strong>sectas</strong> «nada tiene de esencialmente diferente de<br />

aquella otra que condujera a una Iglesia o religión<br />

"establecida"». Si se lee detenidamente, más allá<br />

del clima polémico en el que está escrito, el libro de<br />

Enrique Sánchez Motos, Yo soy miembro de una<br />

secta 49 , especialmente los capítulos IV-VI dedicados<br />

al «proceso de conversión», se percibe enseguida<br />

esa «libertad de búsqueda y de elección ampliamente<br />

admitida hoy en día», de la que habla J. F.<br />

47 Jean Frangois Mayer, Las <strong>sectas</strong>, o. c, 123-124.<br />

48 Jean Frangois Mayer, Las <strong>sectas</strong>, o. c, 126-127.<br />

49 Enrique Sánchez Motos, Yo soy miembro de una secta,<br />

Libertarias-Prodhufi, Madrid 1991.<br />

PARA CONOCER LAS SECTAS 135

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!