Para conocer las sectas
Para conocer las sectas
Para conocer las sectas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
de algún modo integración en la sociedad. Pero<br />
otras veces se debe a una creciente actitud conformista,<br />
resultado del incremento del propio patrimonio<br />
económico o cultural, del cambio de perspectivas<br />
respecto a la salvación —ésta no sólo puede<br />
conseguirse después de la muerte, sino también en<br />
esta vida; no sólo en este grupo, sino también en<br />
otros similares—, o el pluralismo ideológico que va<br />
surgiendo entre los miembros de <strong>las</strong> distintas comunidades<br />
locales de una secta expandida por diversos<br />
contextos culturales y geográficos.<br />
Este fenómeno tan rápidamente descrito ha<br />
afectado a grupos religiosos calificados en sus orígenes<br />
como sectarios y que hoy gozan de un respeto<br />
que nada tiene que ver con el primitivo sectarismo.<br />
Podría pensarse, por ejemplo, en Cuáqueros, diversos<br />
grupos Bautistas, Metodistas, la Ciencia Cristiana,<br />
Adventistas y Pentecostales, o en <strong>las</strong> Nuevas<br />
Sectas cuyos miembros tienen gran movilidad: ingresan,<br />
pasan un tiempo más o menos prolongado y<br />
la abandonan.<br />
Es cierto que el fenómeno de la evolución de la<br />
secta en «denominación» no se ha visto confirmado<br />
en todos los casos. Bryan Wilson critica la posición<br />
de Niebuhr precisamente porque éste fundamenta<br />
su hipótesis desde una perspectiva exclusivamente<br />
norteamericana, que es una realidad singular y atípica.<br />
<strong>Para</strong> Wilson, América «permite que <strong>las</strong> <strong>sectas</strong><br />
se conviertan en confesiones sin grandes tropiezos»<br />
17 , porque carece de una Iglesia establecida, es<br />
una sociedad igualmente abierta a todos los grupos<br />
religiosos y goza de un elevado nivel de tolerancia.<br />
Los EE.UU. no ofrecen en realidad un decisivo punto<br />
de referencia para la permanente contestación y<br />
radicalidad sectarias.<br />
Sin embargo, es obvio que hay <strong>sectas</strong>, incluso en<br />
los Estados Unidos, que no han sufrido el proceso<br />
de transformación en «denominaciones». Y no sólo<br />
habría que acudir al caso de los Testigos de Jehová,<br />
Mennonitas o Amish, grupos todos que apenas han<br />
conocido transformaciones básicas a lo largo de su<br />
historia de aislamiento y repulsa hacia lo exterior.<br />
Si el análisis precedente es globalmente válido,<br />
quiere decirse que la pérdida de radicalismo, la<br />
17 Bryan Wilson, Sociología de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> religiosas, o. c, 234.<br />
asunción del pluralismo ideológico y la aceptación,<br />
en mayor o menor grado, de los valores comunes de<br />
la sociedad —signos claros del proceso evolutivo sectario—<br />
pueden significar el inicio de un cierto diálogo<br />
capaz de crear puentes de entendimiento. Es un<br />
hecho que <strong>las</strong> Iglesias cristianas mantienen hoy<br />
contactos importantes —aunque no siempre a niveles<br />
teológicos— con denominaciones que en sus orígenes<br />
fueron consideradas exclusivamente sectarias.<br />
Respecto a los NMR contemporáneos, cabe citar<br />
un importante estudio de Roy Wallis ' 8 en el que<br />
descubre una incipiente institucionalización del<br />
grupo de los Niños de Dios, así como también en la<br />
Iglesia de la Unificación y en Haré Krishna. Pero<br />
este fenómeno le hace pensar en el inicio del proceso<br />
hacia el «denominacionalismo», en el que se<br />
abrirá, sin duda, la posibilidad del diálogo. Roy<br />
Wallis observa este nuevo rumbo a través de dos<br />
claves: la mitigación del exclusivismo y la tendencia<br />
acomodaticia a la realidad circundante.<br />
La mitigación del exclusivismo sectario, más patente<br />
en los Niños de Dios que en los otros grupos,<br />
está relacionada con el deseo de ganar aceptación y<br />
respetabilidad públicas. <strong>Para</strong> Wallis, «existe un<br />
cambio en la autocomprensión de considerarse a sí<br />
mismos como los únicos poseedores de la verdad y<br />
de la salvación, que les ha llevado a una más amplia<br />
tolerancia respecto a <strong>las</strong> pretensiones de otros grupos».<br />
Si el exclusivismo de los Niños de Dios fue<br />
extremadamente pronunciado en los años 70, a partir<br />
de mediada la siguiente década ha perdido mucho<br />
de su inicial radicalismo.<br />
Simultáneamente a la mitigación del exclusivismo<br />
de algunos de los NMR, aparecen tendencias<br />
acomodaticias a la realidad contextual, que corresponden<br />
a veces a estrategias perfectamente estudiadas:<br />
evitar el fracaso institucional, ganar aceptación<br />
pública y congraciarse con sus detractores,<br />
etc., pero en otras ocasiones responden a desarrollos<br />
más naturales: desaparición de los métodos de<br />
reclutamiento originales llevados a cabo por los<br />
«hippies» y bohemios de finales de los 60; edad de<br />
18 Roy Wallis, Yesterday's Children: Cultural and Structural<br />
Change in a New Religious Movement, en Bryan Wilson (ed.), The<br />
Social Impact of New Religious Movements, o. c, 97-132.<br />
PARA CONOCER LAS SECTAS 151