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Para conocer las sectas

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La historia del cristianismo está plagada de movimientos<br />

iluministas y de <strong>sectas</strong> que acentuaron<br />

tan unilateralmente los aspectos negativos de lo<br />

material y la condición pecadora del hombre, que<br />

tuvieron que ser reprobados por la misma comunidad<br />

eclesial. Habría que recordar el significado y<br />

los marcados acentos anti-mundo de los montañistas,<br />

marcionitas, novacianos, donatistas, priscilianos,<br />

cataros, valdenses, ciertos puritanos y pietistas,<br />

así como algunos grupos metodistas y pentecostales,<br />

para entender el rechazo que la Iglesia, como<br />

comunidad abierta, ha demostrado ante tales grupos.<br />

Pero la misma Iglesia ha sucumbido, en momentos<br />

determinados, al peligro de considerar el mundo<br />

más como un enemigo que como el «compañero<br />

de viaje» que incluso le presta ayuda (GS 44). Y de<br />

ahí que haya preferido condenarlo, excomulgarlo,<br />

vituperarlo, antes que darle el abrazo. Pero entonces<br />

la Iglesia -sin dejar de ser Iglesia- se convierte<br />

en «Iglesia sectaria», término que ciertamente connota<br />

una contradicción interna, pero que refleja su<br />

estado de pecado al traicionar <strong>las</strong> palabras de su<br />

Maestro que vino al mundo no para condenarlo,<br />

sino para salvarlo.<br />

Sin entrar ahora en ese incómodo capítulo de la<br />

teología que trata del pecado en la Iglesia y de la<br />

Iglesia pecadora 3S , habrá que decir que la Iglesia<br />

—<strong>las</strong> Iglesias— han sucumbido también a la constante<br />

tentación sectaria de suprimir la tensión dialéctica<br />

de una Iglesia santa en el mundo y para el mundo,<br />

en favor de una Iglesia de los santos desligada<br />

del mundo 39 .<br />

4.2. La postura de algunos teólogos<br />

En el vocabulario teológico cristiano, los términos<br />

«herejía» (ruptura en la doctrina), «cisma»<br />

(ruptura en el cuerpo de la Iglesia), «secta» (ruptura<br />

con el universalismo de Jesús), «Iglesia sectaria»<br />

(rechazo del mundo), han sido analizados junto a<br />

,8 Karl Rahner, Iglesia de pecadores, en Escritos de Teología,<br />

VI, Taurus, Madrid 1967, 295-313; Iglesia pecadora según los<br />

decretos del II Concilio Vaticano, o. c, 314-337.<br />

w Hans Kung, La Iglesia, Herder, Barcelona 1969, 402.<br />

PARA CONOCER LAS SECTAS<br />

otros términos como «confesión», «denominación»<br />

y «comunión» para referirse a los grupos cristianos<br />

que se han separado de la Iglesia católica. Por ello<br />

pasamos a ver algunas posturas de teólogos de innegable<br />

influencia.<br />

a) Ivés Congar escribió hace años un documentado<br />

artículo titulado Nota acerca de <strong>las</strong> palabras:<br />

Confesión, Iglesia y Comunión 40 . El trabajo, redactado<br />

en una perspectiva ecuménica y valorando los<br />

aspectos positivos de los otros grupos cristianos,<br />

mantiene el rigor del teólogo que gusta de emplear<br />

siempre los términos adecuados. Decía así:<br />

«Las cuestiones de vocabulario siempre son importantes.<br />

Por eso pretendemos ofrecer aquí algunas<br />

observaciones sobre tres palabras que interesan al<br />

trabajo unionista y que, frecuentemente, al menos<br />

por lo que a <strong>las</strong> dos primeras se refiere, aparecen en<br />

<strong>las</strong> publicaciones ecuménicas: <strong>las</strong> palabras "confesión"<br />

e "Iglesia", para precisar su sentido e invitar a<br />

una limitación de su empleo, y la palabra "comunión",<br />

para recomendarla» 4I .<br />

Congar se refiere en su exposición a los grupos<br />

cristianos que en el lenguaje común reciben el nombre<br />

de «Iglesia», y deja al margen de su interés<br />

teológico el mundo propiamente sectario. Pero interesa,<br />

al menos, <strong>conocer</strong> los resultados de su investigación<br />

sobre estos términos, pues ayudan a la hora<br />

de precisar el vocabulario referido al mundo sectario.<br />

— Respecto a la palabra «confesión», tan comúnmente<br />

empleada para designar a grupos cristianos<br />

—por ejemplo, la «confesión luterana», la «confesión<br />

calvinista», etc.—, Congar muestra cierto rechazo a<br />

su uso desde el punto de vista teológico. Ha recordado<br />

la génesis de la palabra y cree poder afirmar<br />

que es «una categoría no teológica, ni siquiera canónica,<br />

sino política y secular». Y llegará a decir:<br />

«Por mi parte, como teólogo me resisto a llamar<br />

"confesiones" a <strong>las</strong> comunidades cristianas y, en todo<br />

caso, a <strong>las</strong> Iglesias católica y ortodoxa. En cambio, si<br />

40 Ivés Congar, Nota acerca de <strong>las</strong> palabras: Confesión, Iglesia<br />

y Comunión, en Cristianos en diálogo, Estela, Barcelona 1967,<br />

225-251.<br />

41 Ivés Congar, Nota acerca de <strong>las</strong> palabras..., o. c, 225.

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