Para conocer las sectas
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taria relacionados con el grado de compromiso de<br />
sus miembros: audience cults (cultos de audiencia),<br />
client cults (cultos de clientes), y cult movements<br />
(movimientos cúlticos).<br />
- Los «cultos de audiencia» presentan la más<br />
difusa y menos organizada colectividad de tipo sectario.<br />
«Sus miembros se reúnen ocasionalmente para<br />
escuchar conferencias, o participar en manifestaciones...;<br />
los intentos de crear una más sólida organización<br />
han fallado, debido a la escasez de un serio<br />
y estable compromiso de sus miembros» ' 4 . Ofrecen<br />
su mensaje a los adeptos a través de medios normales<br />
como cursillos por correspondencia, char<strong>las</strong>,<br />
etc.<br />
- Existe un segundo tipo llamado, según la terminología<br />
de Stark, «cultos de clientes», porque la<br />
relación entre los promotores de la ideología sectaria<br />
y los adeptos guarda estrechas relaciones con <strong>las</strong><br />
que existen entre los terapeutas y sus pacientes. En<br />
este caso, aunque la organización es más estable<br />
por parte de los dirigentes, los «clientes» están poco<br />
organizados y en numerosas ocasiones participan<br />
simultáneamente en actividades de otras organizaciones<br />
religiosas. De ahí que el término «cliente»<br />
sea más apropiado que el de «miembro». La fluidez<br />
y el trasvase de los adeptos (clientes) de unos cultos<br />
a otros dificulta una correcta c<strong>las</strong>ificación. Es sabido<br />
que algunos cultos facilitan este fluido tipo de<br />
vinculación que les permite mantener a su alrededor<br />
constantemente un cierto tipo de clientela. Entre<br />
estos grupos cabe pensar en est, Cienciología,<br />
etc.<br />
- Por último, los «movimientos cúlticos» son<br />
«organizaciones con notable estabilidad que intentan<br />
satisfacer <strong>las</strong> necesidades espirituales de los<br />
adeptos». Se rigen como la mayoría de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong><br />
clásicas, tratando de propagar su programa ideológico<br />
con el fin de convertir y hacer nuevos miembros.<br />
Existe, en este tercer nivel, un rechazo a la<br />
«doble pertenencia» de tipo religioso. El grado de<br />
ments: Journal for the Scientific Study of Religión 18, 2 (1979)<br />
117-133; Concepts for a Theory of Religious Movements, en Joseph<br />
H. Fichter (ed.), Alternatives to American Mainline Churches, Unification<br />
Theological Seminary, Barrytown 1983, 3-26.<br />
14 Cf. Thomas Robbins, Cults, Converts and Charisma, o. c,<br />
156.<br />
compromiso suele ser alto. Cabe, no obstante, que<br />
sus miembros alternen su «vida secular» con los<br />
compromisos religiosos del culto. Pero el ideal es la<br />
vinculación total y exclusiva con la vida de la comunidad.<br />
La Iglesia de la Unificación y Haré Krishna<br />
suelen citarse como modelos-tipo en este apartado.<br />
El problema de esta tipología sectaria es el uso<br />
mismo del término «culto». Si la «secta» se define<br />
—como vimos en páginas anteriores— por su rígida<br />
organización frente a <strong>las</strong> más difusas estructuras<br />
del «culto», parece que correspondería decir que los<br />
«movimientos cúlticos» según la terminología de<br />
Stark son realmente «<strong>sectas</strong>», mientras que la palabra<br />
«culto» debería emplearse solamente para referirse<br />
a los «cultos de audiencia» y a los «cultos de<br />
clientes».<br />
Dentro de esta tipología basada en criterios organizativos,<br />
cabe colocar la aportación de los sociólogos<br />
John Lofland y James T. Richardson. Estos<br />
autores descubren diferentes grados de corporatividad<br />
que posibilitan una amplia participación por<br />
parte de los adeptos. He aquí los apelativos que dan<br />
a los distintos grupos sectarios: «clínicas», «colectivos»,<br />
«cuerpos» y «congregaciones» ' 5 . En realidad,<br />
estos términos sirven más para un estudio comparativo<br />
con otras formas de organizaciones sociales y<br />
políticas que para un estudio propio de sociología<br />
religiosa.<br />
2.6. Criterio según la conflictividad<br />
La creciente preocupación por el fenómeno sectario<br />
en los últimos decenios ha llevado a algunos<br />
autores a catalogar <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> desde el punto de<br />
vista de su conflictividad. Este criterio posee, lógicamente,<br />
el atractivo de interesar a muchas gentes<br />
que, desconociendo el discurso interno sectario, desean<br />
una rápida y fácil catalogación de aquellos<br />
grupos que han saltado a <strong>las</strong> primeras páginas de la<br />
actualidad. Recordamos <strong>las</strong> posturas de José Rodrí-<br />
]s John Lofland-James T. Richardson, Religious movements<br />
organizations: elemental forms and dynamics, en L. Kriesberg<br />
(ed.), Research in Social Movements, Conflicts and Change, Greenwich,<br />
CT 1984; Thomas Robbins, Cults, Converts and Charisma,<br />
o. c, 149-150.<br />
PARA CONOCER LAS SECTAS 57