04.05.2013 Views

eduardo-galeano-bocas-del-tiempo

eduardo-galeano-bocas-del-tiempo

eduardo-galeano-bocas-del-tiempo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Eduardo Galeano Bocas <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong><br />

Cuando se sentó a descansar, sacó de su mochila unas barras de chocolate. Antes <strong>del</strong><br />

primer mordisco, se encontró rodeado de niños curiosos.<br />

Ellos nunca habían probado eso. Les encantó.<br />

El gobierno global<br />

En el crepúsculo <strong>del</strong> siglo veinte y de su propia vida, Julius Nyerere conversó con la<br />

comunidad internacional. O sea: los jefes <strong>del</strong> Banco Mundial lo recibieron en Washington.<br />

Nyerere había sido el primer presidente de Tanzania, después de mucho pelear contra el<br />

poder colonial; y había creído en la independencia y había querido que ella fuera mucho más que<br />

un saludo a la bandera.<br />

–¿Por qué ha fracasado usted? –le preguntaron los altos expertos internacionales.<br />

Nyerere respondió:<br />

–El Imperio Británico nos dejó un país donde casi todos eran analfabetos y habla dos<br />

ingenieros y doce médicos. Al fin de mi gobierno, casi no habla analfabetos, y teníamos miles de<br />

ingenieros y de médicos. Yo dejé el gobierno en 1985. Han pasado trece años. Ahora, tenemos<br />

muchos menos niños en las escuelas, un tercio menos, y la salud pública y los servicios sociales<br />

están en la ruina. En estos trece años, Tanzania ha hecho todo lo que el Banco Mundial y el<br />

Fondo Monetario Internacional exigieron que se hiciera para modernizar el país.<br />

Y Julius Nyerere devolvió la pregunta:<br />

–Por qué han fracasado ustedes?<br />

La carga <strong>del</strong> hombre blanco<br />

El capitán Léon Rom coleccionaba mariposas y cabezas humanas. A las mariposas las<br />

clavaba en la pared. Las cabezas decoraban su jardín. Otro oficial de la tropa colonial, Guillaume<br />

Van Kerckhoven, competía con él y decía ser el mayor experto en decapitaciones.<br />

El Congo, cien veces mayor que Bélgica, era propiedad personal <strong>del</strong> rey Leopoldo: una<br />

fuente prodigiosa de caucho y marfil, un inmenso paisaje de esclavos encadenados, azotados,<br />

mutilados, asesinados.<br />

En el año 1900, el diplomático inglés Roger Casement fue invitado a comer en el Palacio<br />

Real de Bruselas. Entre plato y plato, el rey Leopoldo habló de las dificultades tremendas que su<br />

misión civilizadora encontraba a cada paso. Era una hazaña imponer la disciplina laboral a una<br />

raza inferior, que ignoraba la cultura <strong>del</strong> trabajo, bajo aquel sol africano que derretía las piedras.<br />

El rey reconoció que a veces sus hombres, hombres de buena voluntad, cometían abusos.<br />

Era culpa <strong>del</strong> clima:<br />

–El calor, intolerable, los enloquece.<br />

Prodigiosa Ciencia<br />

A los veintiséis años, entró al quirófano por primera vez. Desde entonces, vivió entre el<br />

quirófano y el escenario. ¿De qué color es la cumbre <strong>del</strong> mundo? Del color de la nieve. Para ser<br />

102

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!