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La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

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- ¡No digas tonterías!. ¿Cómo van a relacionarlo?. Somos gente bien.<br />

- Por las fotos. ¿O crees que no tienen ojos?<br />

- No las publican. Y si lo hacen salen con tanto retraso, que ni se acuerdan. ¡Con la <strong>de</strong> niños que<br />

ven! Claro que a mí, a veces me pasa lo que a ella.<br />

El retrovisor reflejó una mirada glacial.<br />

- ¡Pues ya pue<strong>de</strong>s enmendarte!<br />

A Lola se le hundió el coche y el cielo.<br />

- No entiendo como pue<strong>de</strong>s ser tan fría. ¡Yo no lo consigo! Confieso que si me <strong>de</strong>jases abrir la<br />

puerta y <strong>de</strong>jarlo en la calle, ¡sería feliz!<br />

Angustias sabía ser tremendamente dura. <strong>La</strong>s frases restallaron.<br />

- ¿Qué quieres?. ¿Que nos metan en la cárcel?. Podrían hacerlo. ¡Naturalmente que podrían! Pero<br />

creo que preferirían eliminarnos. Lo harían nuestros maridos o nuestros hijos. Porque han sido<br />

educados para eso. Saben que quien cae en <strong>de</strong>slealtad, violando sus votos, no merece vivir. Es <strong>de</strong>cir<br />

que no nos echarían <strong>de</strong> menos. Podrían meternos en un manicomio. O un cargador en el cuerpo. <strong>La</strong><br />

familia publicaría que nos mató la gripe. Y los forenses, ¡ya sabes!. Encuentran lo que <strong>de</strong>ben buscar.<br />

Si no, ¡pregunta a tu marido!. Porque sigue siendo juez. Yo que tu tomaría lo que me dan,<br />

<strong>de</strong>jándome <strong>de</strong> escrúpulos. En la vida, ¡no nos pue<strong>de</strong> ir mejor!. Hacemos lo que nos da la gana,<br />

po<strong>de</strong>mos aparcar en doble fila, sin que halla un guardia que nos ponga una multa. Y si alguno la<br />

pone, ¡no la quitan!, los negocios van <strong>de</strong> miedo, el trabajo no nos mata y no hay autoridad que se<br />

meta en nuestras cosas. ¿Qué más quieres?. Piensa que llevas un muñeco que habla. Sin vida ni<br />

entidad. ¡Y déjate <strong>de</strong> memeces! Son peligrosas.<br />

<strong>La</strong> puerta <strong>de</strong>l jardín se abrió. Freddie quiso ver a sus padres antes <strong>de</strong> morir. Le faltaron más que<br />

nunca.<br />

Gómez presentó la <strong>de</strong>nuncia al filo <strong>de</strong> media noche. Un policía, psicólogo <strong>de</strong> carrera, le explicó que<br />

todos los chicos, a un momento dado, sienten un impulso irreprimible <strong>de</strong> correr mundo. Un guardia<br />

contó que al suyo le dio la picá a la edad <strong>de</strong> Fredi, por culpa <strong>de</strong> las notas. Anduvo por ahí un par <strong>de</strong><br />

semanas. Lo cogieron muerto <strong>de</strong> hambre y <strong>de</strong> frío.<br />

- Cuando se me pasó la alegría, le metí una que se le quitaron las ganas. Con las chicas es otra cosa.<br />

Entran en la edad, se encaprichan <strong>de</strong> cualquiera y si los padres les dicen algo, ¡se largan!. Porque las<br />

mujeres son como las cabras. Sí les da por tirar al monte, ¡no hay quien las pare!. Pero con los<br />

machos es otra cosa.<br />

El sargento ratificó la opinión <strong>de</strong>l número.<br />

- En eso tíe razón. ¡Que se lo digo a usté! Si salen putas, ¡sin remedio! A la mía tuve que <strong>de</strong>jarla,<br />

porque me la pegaba a la media vuelta. Toó por tener lujos, que un policía no púe permitirse, porque<br />

se gana pá lo suscinto.<br />

Gómez sintió lástima por la <strong>de</strong>sgracia ajena. El psicólogo volvió a la carga, relatando casos <strong>de</strong> final<br />

relativamente feliz. Chicas que se presentaban, cuando nadie las esperaba, con chiquillos colgando,<br />

drogadas y hasta con sida. Los padres pensaban que podrían arreglarlo, pero pasados unos meses,<br />

<strong>de</strong>seaban que hubiesen muerto. Trajesen o no la enfermedad, les hacían la vida imposible,<br />

vendiéndoles hasta la cama, para conseguir droga. Los chicos, más tranquilos, solían volver por su<br />

pie, llorando y pidiendo perdón. Al no haber razón para que Fredi fuese el uno por ciento<br />

excepcional, que <strong>de</strong>saparecía <strong>de</strong>finitivamente, no había razón para preocuparse. En cuanto a la<br />

policía, podía estar tranquilo. Le estaba buscando hasta <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las piedras.<br />

- Voy a ir a la televisión y la prensa. Si sale la foto, lo mismo le ha visto alguien.<br />

Gómez no captó la chispa <strong>de</strong> inquietud, que ensombreció el rostro <strong>de</strong>l comisario.

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