La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
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educación por las malas, intento que abortó Angustias, interponiendo su autoridad. Obligado al<br />
abandono, nunca pudo enten<strong>de</strong>r que nacidos en un mismo medio económico, educacional y<br />
familiar, albergasen mentalida<strong>de</strong>s dispares. Igualitarista por cristiano y racista, Luis no podía<br />
admitir intervención <strong>de</strong> la genética, en la formación <strong>de</strong>l cerebro humano.<br />
A cargo <strong>de</strong> la madre la salud y maneras <strong>de</strong> los hijos, según manda la buena educación, tocaba al<br />
padre instruirles en la ciencia vida. Había cumplido el primogénito los 15, cuando Ignacio observó<br />
que pasaba noches en blanco y jornadas <strong>de</strong> inquietud, afeitándose sin necesidad. Enterado <strong>de</strong> que<br />
amiga <strong>de</strong> la hermana era la causa, consi<strong>de</strong>ró llegada la hora <strong>de</strong> solventar doble problema. A más <strong>de</strong><br />
comprobar que el vástago poseía genitales, sin <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> fábrica, le enseñaría a practicar el coito,<br />
disociándolo <strong>de</strong> sentimientos y apetencias, según <strong>de</strong>bía quien habría <strong>de</strong> casar por conveniencia.<br />
Elegido prostíbulo <strong>de</strong> cinco estrellas, con ama instruida, Luis recibió invitación, que hubiese <strong>de</strong>jado<br />
frío a muchacho, acostumbrado a rodar calles.<br />
- Vamos <strong>de</strong> putas. Si te da por volver, me lo dices. Te faltan tres años para administrarte por tu<br />
cuenta.<br />
Contestó "sí papá", porque nunca tropezó con oposición, que le obligase a rebelarse. Siguiendo a su<br />
progenitor, penetró en zaguán rabiosamente quitch. Sentado en el salón, repasó las existencias. De<br />
no interponerse la imagen <strong>de</strong> Clara, hubiese elegido <strong>de</strong> inmediato, pero se lo impedía sentimiento <strong>de</strong><br />
repulsa, provocado por apetencia concretizada. Captando la causa <strong>de</strong> la pasividad <strong>de</strong>l chico, Ignacio<br />
<strong>de</strong>signó pupila experimentada. Diurna la experiencia y laboriosa, el padre se otorgó una hora <strong>de</strong><br />
placer. Calculados los tiempos, cuando emergió el hijo lavado, repeinado y triunfante, consumía el<br />
segundo whisky frente a la camilla, <strong>de</strong>partiendo con el ama sobre los peligros, que se cernían sobre<br />
la juventud.<br />
Cumplida la edad <strong>de</strong> abandonar la secundaria, Ignacio hubiese <strong>de</strong>seado hacerse militar. Pero la<br />
técnica complicó la carrera. Temiendo el sofión <strong>de</strong> verle rechazado, le <strong>de</strong>stinó a las letras, previa<br />
entrevista con rector <strong>de</strong> universidad privada. Recibido con los honores <strong>de</strong>bidos al cargo, el General<br />
expuso el caso.<br />
- El chico no piensa ejercer. Pero hace falta título universitario.<br />
- ¡No hay problema!. Metemos los datos en el or<strong>de</strong>nador y lo exten<strong>de</strong>mos. En casos como el tuyo,<br />
estoy autorizado. A un hombre <strong>de</strong>l rey, como será tu hijo, ¡no pue<strong>de</strong> faltarle!.<br />
- ¡No corras tanto!. Quiero que me lo entretengas unos años...<br />
- En tal caso, le daremos dos carreras. Es lo normal. Te aconsejo historia y políticas. Garantizo<br />
expediente brillante.<br />
Ignacio no tuvo nada que objetar. Mientras el segundo <strong>de</strong> sus hijos estudiaba <strong>de</strong> veras, pues su<br />
herencia sería parca, Luis aprendió dos lenguas foráneas, pese a no tener nada que <strong>de</strong>cir,<br />
preparándose a ejercer cargo, <strong>de</strong> <strong>de</strong>signación digital. Fue por entonces cuando atendiendo a la<br />
atracción <strong>de</strong> lo similar, por ser condición humana, se rapó la cabeza.<br />
- ¡Hijo!. ¡Cómo te has puesto! - exclamó la madre, intuyendo la causa.<br />
Policías inexpertos le sorprendieron apaleando a sudamericano, excesivamente moreno. Huyó con<br />
sus compañeros, pero les <strong>de</strong>lató la calva. Instalados en la incomodidad <strong>de</strong> banco <strong>de</strong> comisaría, se<br />
juraron que escapados <strong>de</strong> enredo con homicidio, a todas luces voluntario, no volvería a pelarse.<br />
Iluminado por el Espíritu Santo, Luis pidió ver al comisario. Enunciado su nombre, el padre fue<br />
avisado, <strong>de</strong>legando chofer oficial, con or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> soltar a los chicos, borrando toda huella <strong>de</strong> su paso,<br />
por el establecimiento. Esperaba Luis bronca histórica. Y la pa<strong>de</strong>ció mo<strong>de</strong>rada.<br />
- ¡Tú eres idiota! Si te da por correr marginales, ¡forma un grupo! Te daré piso para reuniros y<br />
tarjetas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, que os eviten líos. Pero el trabajo sucio, ¡qué lo hagan otros! ¡No quiero<br />
chismes ni problemas con la prensa!. Limítate a mandar, ¡Es lo tuyo!. Esos tipos serán útiles en su<br />
día. ¡Pero tienen que estar disciplinados!.