La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
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- ¡Esta tía me carga!<br />
- ¡Lee! - imperativo el mandato, el interpelado resumió en voz alta - Dicen que la viuda <strong>de</strong> Amin<br />
apareció muerta en la Casa <strong>de</strong> Campo. Alguien le aplastó la cabeza con una piedra. <strong>La</strong> encontraron<br />
a su lado, manchada <strong>de</strong> sangre. Lo importante es que le encontraron caballo. Así que lo <strong>de</strong> Amin ha<br />
quedado en ajuste <strong>de</strong> cuentas y la Asociación en tapa<strong>de</strong>ra. Han cerrado el chiringo.<br />
Luis apuntó al cielo con el pulgar.<br />
- ¡Problema resuelto!. ¡Acertamos!.<br />
Carlos se sintió <strong>de</strong>fraudado. Esperaba felicitaciones.<br />
- ¿Pero es que no lo entendéis?. ¡Me subí al tren!. <strong>La</strong> embarqué con el cuento <strong>de</strong> que nos esperaba el<br />
ministro. Cuando enfilé la Casa <strong>de</strong> Campo, preguntó por qué me metía por allí. Le dije que era el<br />
mejor camino para no coger atascos. Y tragó. En un <strong>de</strong>scampado le metí el cuento <strong>de</strong> la avería.<br />
Tenía el pico preparado. Fue coser y cantar.<br />
Luis balanceó la cabeza.<br />
- No es buen sitio. Hay gente agazapada por todas partes. Yo que tu, me andaría con cuidado.<br />
- Por eso me fui a la finca. Temía por la prensa. Pero ni caso.<br />
- <strong>La</strong> bofia es lo que <strong>de</strong>bía preocuparte.<br />
Carlos se echo a reír.<br />
- ¡Tu estás loco!. ¿Crees que lo hice sin que lo supiesen?.<br />
Los que conocían a Manuela no tragaron. Pero los envidiosos <strong>de</strong> todos los valores, prestaron fe a la<br />
información escrita, satisfechos al po<strong>de</strong>r calificar lo real <strong>de</strong> apariencias. Pero las putas y travestís,<br />
llamados a prestar testimonio, no se manifestaron cooperadores.<br />
- Nunca venía por aquí. Nos chocó verla con ese Carlos. Hay que estar canino para darle un<br />
servicio. Es un animal.<br />
Una negra se presentó voluntariamente.<br />
- Lo vi tan raro, que apunté la matricula.<br />
Al comisario le asombró la soltura <strong>de</strong> lengua manifestada por colectivos, que ante uniforme<br />
olvidaban hasta su nombre. Probado que el acompañante <strong>de</strong> Manuela era el hijo <strong>de</strong> don César<br />
Miranda Blanco, se dio por bueno lo averiguado y carpetazo al asunto. El comisario consultó la<br />
ficha <strong>de</strong>l chico, por pura curiosidad. Matón <strong>de</strong> calle a los quince años, en el presente pertenecía a la<br />
dirección <strong>de</strong> comando, que practicaba sano terrorismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas. Bastó media docena <strong>de</strong> artículos<br />
difamatorios, para que los difuntos quedasen relegados a los bajos fondos, sin que sus colaboradores<br />
pudiesen impedirlo. En los medios no había espacio ni micro, para quien pretendiese, pruebas en<br />
mano, restablecer la verdad sobre la vida y sacrificio, <strong>de</strong>l matrimonio Amin.<br />
Capítulo 7º<br />
El hedor <strong>de</strong> los cadáveres <strong>de</strong>finitivamente archivados, escapaba <strong>de</strong> comisarías y juzgados,<br />
invadiendo al país, sin que el país lo notase. En la prensa y en lugar <strong>de</strong> honor, aparecían instigadores<br />
si no autores <strong>de</strong> crímenes, aberrantes por absurdos, encarnando esa respetabilidad, que dimana <strong>de</strong>l<br />
po<strong>de</strong>r, cualquiera que fuese su origen. Partiendo <strong>de</strong> principio <strong>de</strong> que la mancha caída sobre un<br />
prócer, <strong>de</strong>stiñe sobre todos los próceres, arriesgando la estabilidad <strong>de</strong>l sistema, al poner en<br />
entredicho la imagen <strong>de</strong> su clase rectora, <strong>de</strong>l policía más insignificante, al más sesudo <strong>de</strong> los jueces,<br />
fueron advertidos que caso <strong>de</strong> topar con personaje, enredado en cuestión escabrosa, abandonasen la<br />
línea <strong>de</strong> investigación, cuidando <strong>de</strong> borrar las huellas. Convencido <strong>de</strong> que el silencio acabaría por<br />
reventar, llenándolo todo <strong>de</strong> sangre y mierda, pero sometido a sus superiores, porque tenía que<br />
comer, el comisario obe<strong>de</strong>cía, fabricando y <strong>de</strong>struyendo pruebas, a indicación <strong>de</strong> sus superiores, en