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La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

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las masas, acostumbradas a renunciar la libertad <strong>de</strong> pensar, exigieron la <strong>de</strong> adquirir, mandando al<br />

diablo la austeridad y solidaridad comunista. Consciente Ernesto <strong>de</strong> haberse hecho rojo en tiempos<br />

<strong>de</strong> escasez, por creer a pies juntillas, que con Stalin viviría mejor, al no haber logrado más que un<br />

buen pasar, quiso salvar su fe, aferrándose a conclusión simplista:<br />

- En tiempos <strong>de</strong> mi abuelo, se hablaba <strong>de</strong> hambre en Rusia. Vino la revolución y el hambre quedó a<br />

los chinos. Mao no les puso en coche, ¡pero comieron!. Y el hambre ha vuelto a Rusia.<br />

Paupérrima su infancia, consiguió saciar el estómago en la juventud, entrando en la madurez cuando<br />

se producía el milagro <strong>de</strong>l turismo. Compro el piso, tuvo coche y disfrutó <strong>de</strong> un mes <strong>de</strong> vacaciones<br />

al año, en hotel familiar <strong>de</strong> playa popular, salvo el verano que pasó en la cárcel, autor convicto y<br />

confeso <strong>de</strong> <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> propaganda ilegal. Liberado recuperó puesto <strong>de</strong> trabajo, que salvó <strong>de</strong> milagro,<br />

en la primera reconversión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. El año <strong>de</strong> la quiebra tenía 52 años. Sabiendo que no<br />

encontraría don<strong>de</strong> meterse, porque experiencia y profesionalidad <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> cotizarse, cambió la<br />

in<strong>de</strong>mnización por jubilación anticipada, <strong>de</strong>dicándose en a<strong>de</strong>lante a sus chapuzas, a manejar el<br />

mando <strong>de</strong> la tele y frecuentar el Hogar <strong>de</strong>l Pensionista. Jugaba al dominó y al parchís, disfrutando<br />

<strong>de</strong> una bar subvencionado, a la altura <strong>de</strong> sus posibilida<strong>de</strong>s.<br />

Paciente Catalina, soportó paciente los malos humores <strong>de</strong>l marido, en los primeros años <strong>de</strong><br />

inactividad, pa<strong>de</strong>ciendo el matrimonio los efectos <strong>de</strong> cambio civilizacional, que dio al traste con la<br />

familia. Cati, llamada como la madre, porque los que nada tienen que heredar, heredan el nombre,<br />

aprovechó buen palmito para casar con sociata, que cansado <strong>de</strong> madre católica, elegida por esposa<br />

en la juventud, aprovechó ascenso en lo político y económico, para dotarse <strong>de</strong> compañera vistosa.<br />

Profundo el foso que separaba el po<strong>de</strong>r adquisitivo <strong>de</strong>l yerno, <strong>de</strong>l disfrutado por los suegros, la<br />

muchacha, avergonzada por la pobreza <strong>de</strong> los padres, limitó los contactos a encuentro anual, <strong>de</strong><br />

puro compromiso. Perdida la hija, Ernestín, nacido tardío, sería <strong>de</strong>positario <strong>de</strong> las esencias<br />

familiares, hasta que alcanzada la edad <strong>de</strong> discernir por su cuenta, reveló ten<strong>de</strong>ncia insólita en la<br />

estirpe.<br />

- Voy a meterme en los sociatas. Dan porvenir.<br />

Que el hijo antepusiese el medro personal, al progreso <strong>de</strong> la humanidad, escandalizó al padre. Buscó<br />

argumento convincente, que disuadiese al vástago. De exterior cuadrado, rematado por cabeza<br />

redonda, que no roma, se tensó a efectos <strong>de</strong>l esfuerzo mental. Aquel hijo <strong>de</strong> formas esbeltas, ojos<br />

soñadores y exterior romántico, había nacido para dirigente, pero comunista.<br />

- En el partido necesitamos intelectuales. Por la pinta, lo eres. Así que vas p'arriba.<br />

En las semanas que siguieron, el padre veló para que no faltase a las reuniones <strong>de</strong> célula, llevándole<br />

más <strong>de</strong> una vez personalmente. Le suponía enganchado, cuando en campaña electoral, pegó carteles<br />

para los socialistas, so pretexto <strong>de</strong> que pagaban mejor. De resultas tuvo dos carnets, que le sirvieron<br />

<strong>de</strong> poco, pues ninguna <strong>de</strong> las partes le ofreció ocupación, fija y remunerada. Corta la semanada<br />

paterna, el chico se afanó buscando fuente <strong>de</strong> ingresos, que le permitiese adquirir cuando menos<br />

parte, <strong>de</strong> lo mucho que <strong>de</strong>seaba. Encuentro con el Perla litrona en mano, en acera <strong>de</strong>l centro, le<br />

cambiaría la vida.<br />

- Con tu pinta pués servir <strong>de</strong> chapero. Se gana un pastón.<br />

- ¿Y eso duele?<br />

- Con alguno y al principio. Luego te acostumbras. Y si se te encapricha un talegón, ¡tiés la vida<br />

hecha!<br />

Inició la carrera a la sombra <strong>de</strong>l amigo. Siendo el dinero imposible <strong>de</strong> escon<strong>de</strong>r, Catalina no tardó<br />

en <strong>de</strong>tectar anomalías.<br />

- ¿Y esa ropa?<br />

- <strong>La</strong> he compraó

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