La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
emoción <strong>de</strong>l juego!.<br />
D. Recaredo hizo pausa prolongada. Viejo zorro, sabía crear la tensión, que incitaba las apuestas.<br />
<strong>La</strong>s butacas crujieron. Había dado en diana. El camarero se acercó.<br />
- ¿Lo <strong>de</strong> siempre, D Claudio?<br />
- Para dos<br />
Los jugadores vestían pantalón negro ajustado y blusas <strong>de</strong> seda, <strong>de</strong> colores diferentes. Una venda,<br />
también <strong>de</strong> seda, les ceñía las sienes. Empaparía la sangre, para que no salpicase al público. D.<br />
Recaredo adoptó un tono <strong>de</strong>senfadado.<br />
- El <strong>de</strong> la camisa azul es Tony <strong>de</strong> Vallecas. Un veterano. Se medirá con Charlie el Extremeño. Dejó<br />
sus ovejas, para vivir al límite. Terminado el noviciado, inicia su carrera. Pue<strong>de</strong> terminar la noche<br />
en el paraíso, servido por las huríes que le aguardan. O convertirse en leyenda.<br />
Surgió la segunda pareja, colocándose junto a la primera.<br />
- Perete, <strong>de</strong> mirada negra. Chanquete proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la legión. Hizo la ruleta en la sordi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l<br />
anonimato. Hoy expondrá la vida ante un público, refinado y entendido.<br />
Dos chiquillos imberbes se apretaron en la plataforma. Rezumaban miedo. D. Claudio informó a<br />
Ernesto.<br />
- <strong>La</strong>s blusas blancas significan que son novatos. Pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sagradable.<br />
<strong>La</strong> pareja estelar surgió en la pasarela. Una ovación atronó la sala.<br />
- ¡El Perla!<br />
- ¿Le conoces? - inquirió D. Claudio, receloso.<br />
- De la calle... No sabía que trabajase aquí.<br />
El empresario alzó la voz.<br />
- ¡Nuestros veteranos! Héroes <strong>de</strong> duelos tensos. Pelao amenaza morir <strong>de</strong> viejo. Ni me acuerdo<br />
cuándo estrenó el ceñidor. Del Perla puedo <strong>de</strong>cir otro tanto. Hoy celebráremos la supervivencia <strong>de</strong>l<br />
uno, lamentando la perdida <strong>de</strong>l otro. Tienen una vida fácil. Sin contrarieda<strong>de</strong>s. ¡<strong>La</strong> que todos<br />
<strong>de</strong>seamos!. Pero uno <strong>de</strong> los dos, habrá <strong>de</strong> abandonarla.<br />
Los justadores se inclinaron, agra<strong>de</strong>ciendo los aplausos, antes <strong>de</strong> retirarse. Don Recaredo impuso<br />
silencio con un gesto.<br />
- Y ahora, ¡hagan juego!.<br />
D. Recaredo se consi<strong>de</strong>raba un empresario como otro cualquiera, que en lugar <strong>de</strong> impuestos, pagaba<br />
mordidas. En cuando al espectáculo, se distinguía <strong>de</strong> los toros y otros <strong>de</strong>portes, porque la muerte era<br />
un <strong>de</strong>stino. No un albur. En otro tiempo, D. Recaredo trashumaba <strong>de</strong> feria en feria con un teatrillo,<br />
que ofrecía sexo mercenario y clan<strong>de</strong>stino, sirviéndose <strong>de</strong>l escenario como vitrina. Liberalizado el<br />
mercado en la <strong>de</strong>mocracia, no pudo soportar la competencia. Quiebra estrepitosa le obligó a pensar,<br />
<strong>de</strong>tectando <strong>de</strong>manda, hasta entonces inédita, manifestada por una élite, sin preparación, ocupación<br />
real ni limitaciones en lo económico. Olfateada la ganancia, se procuró local céntrico, con sótano<br />
a<strong>de</strong>cuado. Reclutados los primeros actores, pa<strong>de</strong>ció el <strong>de</strong>sengaño <strong>de</strong> la infi<strong>de</strong>lidad y le buscó<br />
remedio. Casado con licenciada en químicas que nunca ejerció, pero sabía lo que se hacía, bastaron<br />
unas semanas <strong>de</strong> investigación para dar con compuesto, que provocaba adición violenta y selectiva,<br />
con efecto secundario <strong>de</strong> <strong>de</strong>spegue <strong>de</strong> la realidad. Convencido el consumidor <strong>de</strong> contar con futuro,<br />
porque algo superior le hacía invulnerable a las balas, se instalaba sereno ante el velador, sin<br />
realizar que la experiencia probaba lo contrario.<br />
Demostrado que el enganchado no podía escapar, por necesitar producto, que no se ofrecía en el<br />
mercado, los reclutas eran sometidos a dos semanas <strong>de</strong> noviciado, <strong>de</strong>dicados a pertrecharles <strong>de</strong> cara