08.05.2013 Views

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- ¿Para matar a la i<strong>de</strong>a?. Siempre será <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. Si la <strong>de</strong>tectamos, es porque ha sido<br />

formulada. Y lo expresado pertenece al aire. Si se a<strong>de</strong>lanta en el tiempo, permanece flotando o se<br />

amodorra, <strong>de</strong>spertando cuando el presente pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rlo. Lo que piensa un hombre, es<br />

patrimonio <strong>de</strong> todos los hombres. Sobre todo lo que no gusta al po<strong>de</strong>r. Es posible transformarlo,<br />

hacerlo fagotizar por su contrario o asimilarlo. Pero no muere. Cuando algo nace en un cerebro,<br />

germina en otros, eslabones <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na antrípica, que forma la experiencia colectiva. <strong>La</strong>s palabras<br />

que se acumulan, en la sordina <strong>de</strong>l silencio, terminan por reventar como un forúnculo. ¡En la cara <strong>de</strong><br />

quien quiso apagarlas!. El estado pue<strong>de</strong> monopolizar la violencia, pero no el pensamiento. <strong>La</strong>s i<strong>de</strong>as<br />

impuestas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba no son i<strong>de</strong>as fuerza, porque se marchitan. Sólo las que surgen <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong><br />

la realidad, producto <strong>de</strong> mente que la sufre, germinan y se <strong>de</strong>sarrollan espontáneamente. Dicen que<br />

las revoluciones surgen <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a. Pero lo cierto es que la i<strong>de</strong>a revolución, es producto <strong>de</strong> la<br />

injusticia. Lo sabe hasta el cacique, que es pura ambición personalizada. Por eso busca y compra<br />

cerebros, capaces <strong>de</strong> generar la contra i<strong>de</strong>a. Pero no las consigue, porque el pensamiento, cuando es<br />

mercenario, se embota. Cualquiera pue<strong>de</strong> comprobar como se esteriliza el pensador, apenas se ha<br />

vendido. El comprador lo ignora, pero los rompe como el niño el juguete, que no sabe manejar.<br />

Quien piensa no pue<strong>de</strong> adivinar en qué pecho se escon<strong>de</strong> el tirano. Por eso el creador corta las<br />

comunicaciones, refugiándose en la banalidad, ante el interlocutor que no pue<strong>de</strong> seguirle. Es<br />

consciente <strong>de</strong> que la fuerza está al alcance <strong>de</strong> cualquiera, que pueda pagarla. Pero no la capacidad<br />

intelectual. Nos es dada <strong>de</strong> gratis. A veces sin quererla.<br />

César se sintió incómodo. Disimuló mirando al cielo.<br />

- ¡Bien! ¡Ahora escuche! Si sigue hablando, ¡no terminaremos nunca!<br />

- Contesto a lo que me preguntan.- replicó el psicólogo.<br />

César lamentó tener que confiarle el secreto. Hubiese renunciado, <strong>de</strong> no precisar auxilio <strong>de</strong> mente<br />

<strong>de</strong>spejada.<br />

- Es probable que mi or<strong>de</strong>n no sea <strong>de</strong> su gusto. Pero usted cobra por obe<strong>de</strong>cer. ¡Por ayudarnos a<br />

oprimir, si prefiere!. Los obstinados que repiten lo que no <strong>de</strong>be escuchar el vulgo, ¡nos están<br />

tocando las pelotas!. El silencio <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>finitivo.<br />

- ¡Mátelos!. Por la cara o por acci<strong>de</strong>nte. Po<strong>de</strong>mos hacerlo hasta por enfermedad. Pero no servirá <strong>de</strong><br />

nada. El pensamiento continuará su camino.<br />

- No quiero mártires. ¡Ni muertos!, ¡ni presos! El manicomio sería buena solución. Pero sí no es<br />

posible contar con la familia, escandaliza.<br />

El joven psicólogo le miró asombrado.<br />

- ¡Pero señor!. ¿Cómo pue<strong>de</strong> hacerme estas preguntas? ¡Usted que es mi maestro!. ¡El inventor <strong>de</strong>l<br />

método!.<br />

<strong>La</strong>s pupilas <strong>de</strong> César <strong>de</strong>spidieron chispas. Detestaba que le hablasen <strong>de</strong> una obra, que nunca<br />

escribió. Plagió la <strong>de</strong> miembro <strong>de</strong>stacado <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong> Goebbels. Un técnico en la manipulación <strong>de</strong><br />

intelectos, inventor <strong>de</strong>l binomio confusión - ostracismo. Bastaba <strong>de</strong>sequilibrar la vida profesional,<br />

económica, social y privada <strong>de</strong>l sujeto, para que diese en sumisión, suicidio o locura, salvo caso <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>scubrir la causa <strong>de</strong>l efecto. <strong>La</strong> tesis le valió el respeto <strong>de</strong> sus superiores y un premio, pero fue<br />

retirada <strong>de</strong> la circulación. Útil en manos <strong>de</strong> los propios, peligrosa en las ajenas, quedó reservada a<br />

público restringido, que no incluía a jóvenes psicólogos. Quiso saber como accedió su interlocutor a<br />

lo secreto.<br />

- Hay fotocopiadoras. Y mentes que se espabilan, sin avisar. Para <strong>de</strong>struir la inteligencia, no es<br />

suficiente someterla al imperio <strong>de</strong> imbéciles. De ser así, la administración estaría en manos <strong>de</strong> un<br />

ejército <strong>de</strong> tarados.<br />

Cesar se sintió ofendido, sin saber por qué.<br />

- ¡Bien!. ¡Tenemos al hombre <strong>de</strong>struido! Queda borrar su obra.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!