La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
- ¡Esto significa renunciar a mi carrera!. ¡Cómo financiero y cómo político!.<br />
El interpelado puso cara <strong>de</strong> circunstancias. Comprendía al banquero, pero como se habían puesto las<br />
cosas, a partir <strong>de</strong> aquel momento, solo podría engañarle.<br />
- Un sacrificio sin importancia. Eres joven y listo. Pasado un tiempo, ¡volverás!. ¡Y a ganar<br />
elecciones!.<br />
Intuitiva como mujer, Rosita captó la gravedad <strong>de</strong>l caso. Aconsejó pru<strong>de</strong>ncia, por no encontrar otra<br />
salida.<br />
- A veces las cosas se acaban. Yo que tú, cogería lo que me dan. ¡No vaya a ser peor!.<br />
Pero Ubaldo no estaba dispuesto a morir callando. Ni creía que pudiesen matar. Empeñado en ser<br />
recibido por su valedor, abrió un segundo reducto documental, consiguiendo cita. Acudió<br />
<strong>de</strong>bidamente pertrechado <strong>de</strong> fotocopias <strong>de</strong> originales, a resguardo en lugar seguro. Apostando<br />
fuerte, <strong>de</strong>jó caer que <strong>de</strong> ser olvidado su tema, por jueces y periodistas, el <strong>de</strong>stino final <strong>de</strong> los dineros<br />
podría hacerse publico, en letras <strong>de</strong> mol<strong>de</strong> y a escala universal. El beneficiario <strong>de</strong> aquel y otros<br />
cotarros, cerebro supremo <strong>de</strong> un negocio, que se cocía en la sombra, prometió regresar al plan<br />
primigenio. El banco se mantendría, aunque fuese con alfileres, hasta que Ubaldo abandonase su<br />
presi<strong>de</strong>ncia, para ocupar la <strong>de</strong>l país, cargando el sucesor con el <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> la quiebra.<br />
- ¡Así que afina!. ¡No vayas a nombrar <strong>de</strong>lfín a un amigo!.<br />
Terminada la entrevista entre copas y bromas, Rosita recibió a un marido radiante:<br />
- ¡Todo resuelto!. Me ponen al mejor abogado <strong>de</strong>l estado y habrá <strong>de</strong>manda fiscal, por prevaricación.<br />
Al juez lo empapelan y a esos dos plumas, ¡los jubilan!. Habrá con<strong>de</strong>na por calumnia y por crear<br />
alarma social. Se aprovechará para tipificar el <strong>de</strong>lito. ¡Da mucho juego!. Y todo terminará a su<br />
tiempo, empalmando los actos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sagravio con la campaña electoral. ¡Estará chupada!.<br />
E mareo le dio el miércoles. Se estaba vistiendo para ir a la cena <strong>de</strong> Javier. Acudió el médico <strong>de</strong><br />
cabecera, convocado <strong>de</strong> urgencia. Al no ver las cosas claras, mando al paciente al hospital. Llegó en<br />
tal estado, que le metieron en la UVI. Repuesto por la mañana, pudo enterarse <strong>de</strong> que el juez, tras<br />
<strong>de</strong>scubrir y probar la quiebra <strong>de</strong>l banco, había or<strong>de</strong>nado la intervención <strong>de</strong> la entidad, con embargo<br />
simultáneo <strong>de</strong> sus bienes. Sacando fuerzas <strong>de</strong> flaqueza, el enfermo realizo sucesión <strong>de</strong> llamadas<br />
infructuosas, abortada por sopor, que <strong>de</strong> madrugada se resolvió en fallecimiento. Estaba el cuerpo<br />
en los bajos <strong>de</strong>l centro, a la espera <strong>de</strong> ser a<strong>de</strong>centado, para pasar al tanatorio, cuando pareció Javier.<br />
Sin molestarse en preguntar por enfermedad, se interesó por ciertos papeles, ví<strong>de</strong>os y negativos,<br />
mencionados días atrás por el difunto. Asimilando la experiencia con rapi<strong>de</strong>z, Rosa invitó al prócer<br />
a visitar el <strong>de</strong>spacho privado <strong>de</strong>l difunto. Abriendo caja fuerte, disimulada tras un cuadro, como<br />
manda la tradición, le entregó llaves <strong>de</strong> cajas bancarias, ubicadas en Zurich y París, con<br />
autorización firmada para vaciarlas. Javier reapareció en la capilla ardiente, instalada en el corredor<br />
<strong>de</strong> los Vips. Aprovechando apretado abrazo, susurró al oído <strong>de</strong> la viuda:<br />
- Gracias Rosa. ¡Estaba todo!<br />
Rosita bendijo la previsión <strong>de</strong> Ubaldo y sus oportunas instrucciones: "Si alguna vez te mando pedir<br />
las llaves <strong>de</strong> los papeles, das estas dos. ¡Se contentarán con lo que hay!. ¡Pero entérate!. Lo<br />
importante está en otra parte. Tienes la clave en la trampilla <strong>de</strong>l retrete. Detrás <strong>de</strong>l tercer azulejo. Si<br />
van a por mí, buscas los papeles y te pones a trabajar. Des<strong>de</strong> el extranjero. Porque si te quedas aquí,<br />
¡nos majan!".<br />
El traje negro colgaba sin mancilla, como todos sus trajes, cuidados por dilecto ayuda <strong>de</strong> cámara. El<br />
día en que Javier le miró <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba, comentando en entierro <strong>de</strong> campanillas, que sólo los horteras<br />
interpretan el luto en gris marengo, corrió al sastre para encargar su primer terno a la inglesa, color<br />
tinta <strong>de</strong> calamar. Gerardo se preguntó que diablos pintaba en aquel duelo. En el telegrama figuraban<br />
sus tres apellidos, el primero unido al segundo, según convenía a su categoría, resaltando la elevada<br />
función, que <strong>de</strong>sempeñaba. Al haber sido dirigido a su domicilio privado, no había confusión