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La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

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contase con amista<strong>de</strong>s encopetadas. Hasta el editor le llamó, para felicitarle por el espaldarazo. En<br />

país don<strong>de</strong> los libros se compraban para tenerlos, no para leerlos, aparecer entre famosos, favorecía<br />

las ventas. Pasado el evento, perdió <strong>de</strong> vista a Luis durante tanto tiempo, que achacó a la clase la<br />

costumbre <strong>de</strong> arrumbar amista<strong>de</strong>s prematrimoniales, tras recibir las bendiciones. Hacía meses que le<br />

<strong>de</strong>dicaba un pensamiento, cuando paseando perro adquirido, porque le picó la afición a las peleas,<br />

frenazo espectacular le incitó a volverse, curioso por saber el resultado. Descubrió a Luis,<br />

escapando al atropello por un pelo.<br />

Habiendo atisbado el perrazo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la otra acera, quiso estudiar catadura <strong>de</strong>l propietario,<br />

reconociendo al viejo amigo. Impulsado por el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> no querer per<strong>de</strong>rlo, cruzó la calzada como<br />

una saeta, poniéndose en trance <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r el pellejo por seguir un impulso.<br />

- ¡Chico! ¡No lo querrás creer!. Pero con lo <strong>de</strong> la boda, no hubo manera <strong>de</strong> encontrar la agenda. Para<br />

las señas, ¡soy una calamidad!. Como no vienes en la guía y eres tan misterioso, la telefonista no<br />

quiso darme tu número. Si no llega a ser por el chucho, ¡ni te veo!<br />

Un tipo con pinta <strong>de</strong> romántico, paseando un pittburg con cara <strong>de</strong> pocos amigos, era conjunto tan<br />

contradictorio, que llamaba la atención a una legua. Luis quiso abrazarle. El chucho gruñó.<br />

- ¡Ten cuidado!.<br />

Luis se <strong>de</strong>tuvo.<br />

- No sé que haces con ese bicho. Te buscará complicaciones.<br />

- ¡Y satisfacciones!. Me ha ganado dos peleas.<br />

- ¿De calle? - inquirió Luis, sospechando que su amigo se <strong>de</strong>slizaba hacia la última perversión <strong>de</strong><br />

las chabolas.<br />

- ¡No hombre!. Lo peleo en el club. Cuando cerraron el hipódromo, unos cuantos propietarios<br />

montaron lo <strong>de</strong> los perros. Les gustan los animales. Ha sido una suerte. Un caballo es caro, no lo<br />

pue<strong>de</strong>s tener en el piso y hay que enten<strong>de</strong>r. ¡Por cierto!. Me he hecho amigo <strong>de</strong> tu padre. Viene<br />

mucho.<br />

- ¡No me choca!. Le encanta lo prohibido.<br />

- Ahora entiendo porque habla siempre <strong>de</strong>l respeto a la ley. De eso y <strong>de</strong> los vascos. No es que me<br />

caigan bien, pero me parece que anda obsesionado.<br />

Luis sonrió, con cierto embarazo.<br />

- ¡Hombre!. Ni tu ni yo po<strong>de</strong>mos aguantar a gentuza, que pudiendo ser españoles, no quieran serlo.<br />

¡Mucho menos que quieran quitarme un pedazo <strong>de</strong> mi patria!. Imagínate lo que pensará él, que hizo<br />

la guerra. <strong>La</strong> es que cuando hay atentados, las cosas van mejor. Cómo matan al primero que pillan,<br />

cabréan a la gente. Ahora hay gilipollas que hasta les compren<strong>de</strong>n.<br />

A imitación <strong>de</strong>l país, Ernesto tenía su monotema.<br />

- Al principio, esto <strong>de</strong> los perros me aburría. Pero un día me dio por enterarme. Es curioso, pero si<br />

apren<strong>de</strong>s <strong>de</strong> algo, termina por apasionarte. ¡Debías venir!. Pue<strong>de</strong>s traerte a Casilda. A las mujeres<br />

también les gusta.<br />

No tomaron una copa, porque el chucho, en sitio cerrado, se abalanzaba sobre la gente.<br />

- Estos perros, por su natural, son como todos. Juguetones y buenos guardianes. Si atacan y te<br />

quedas quieto, ¡ni muer<strong>de</strong>n!. Pero si les educas, ¡unas fieras!. ¡Con la fuerza que tienen!. Aguantan<br />

cuando mucho media docena <strong>de</strong> peleas. Después se ven<strong>de</strong>n para otra cosa. Los suelen comprar para<br />

pelear con matones. Lo estoy preparando, por si aguanta hasta el final.<br />

Casilda, que asistió a peleas <strong>de</strong> perros antes <strong>de</strong> casarse, a cielo abierto y clan<strong>de</strong>stinas, aceptó la<br />

invitación <strong>de</strong> inmediato. Ernesto pasó a recogerlos el jueves a media tar<strong>de</strong>. <strong>La</strong> finca estaba a una

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