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La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

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El sociólogo tornó al gris. Decir lo que sus interlocutores no <strong>de</strong>seaban escuchar, era peligroso.<br />

Carraspeó, buscando las palabras.<br />

- Aun sólo fuese por la forma, convendría <strong>de</strong>mostrar que no siempre ganan los opresores.<br />

El triunfo capeó en la sonrisa <strong>de</strong> Javier.<br />

- ¡Pronto tendrán la prueba!. El gran Ubaldo Núñez Roca, el hombre <strong>de</strong>l sistema, ¡está a la puerta <strong>de</strong><br />

la cárcel!. No ha dado la talla. Y en el Banco Rojas no queda un chavo.<br />

César pegó un bote.<br />

- Ayer comió con el rey.<br />

- ¡Precisamente!. Parece que largó lo que no <strong>de</strong>bía.<br />

Ignacio se revolvió, sin ocultar su cabreo<br />

- Antes <strong>de</strong> ayer, el Banco Central le autorizó la ampliación. ¡Hasta la recomienda!. ¡Menos mal que<br />

lo has dicho!. Iba a ir, pero mañana vendo.<br />

Gerardo arrugó la nariz.<br />

- Veremos como lo toman los que están en la higuera.<br />

Javier se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />

- ¿Nos importa?. Para la gente, el banco va <strong>de</strong> puta madre. Y ese dinero hace falta.<br />

El experto trago saliva. No quiso <strong>de</strong>cir que la causa <strong>de</strong> todas las violencias, estriba en que tipos<br />

como los reunidos, controlaban el po<strong>de</strong>r.<br />

El here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Ignacio y Angustias casó en Sevilla, se<strong>de</strong> <strong>de</strong> bodas reales y otras <strong>de</strong> campanilla, por<br />

ofrecer un pueblo participativo, que no <strong>de</strong>saprovechaba ocasión <strong>de</strong> ejercer <strong>de</strong> palmero, dando<br />

lustres <strong>de</strong> <strong>de</strong>voción popular, a cualquier acontecimiento. Consi<strong>de</strong>rado el acontecimiento <strong>de</strong> interés<br />

internacional, acudió la televisión nacional, con or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> recoger en <strong>de</strong>talle suceso, que sería<br />

transmitido en directo, vía satélite, al orbe en su conjunto. Los telespectadores contemplaron las<br />

calesas, que emergiendo <strong>de</strong>l portalón <strong>de</strong> viejo palacio, siguiendo la carroza <strong>de</strong>scubierta, en que iba<br />

la novia, contemplaron a un novio impaciente, aguardando junto a su madre, en las gradas <strong>de</strong> la<br />

catedral, asistieron a los corros <strong>de</strong> sevillanas, que animaban las aceras, siguiendo atento el <strong>de</strong>sfile <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>los, protagonizado por unos invitados, que a cambio <strong>de</strong> publicidad, obtenían importantes<br />

rebajas, <strong>de</strong>l gremio <strong>de</strong> la modistería. Los realzaban cuerpos tan bien mo<strong>de</strong>lados y diestros, como el<br />

<strong>de</strong> un profesional <strong>de</strong> la pasarela, rematados por rostros inexpresivos, reflejo <strong>de</strong> cacumenes vacíos <strong>de</strong><br />

contenido o resultado <strong>de</strong> pasada por el quirófano, al que acudió su propietaria, en intento a menudos<br />

fallido, <strong>de</strong> enmendar una carrocería, que se obstinaba en registrar el paso <strong>de</strong>l tiempo, amargándose<br />

la existencia, cuando no acortándola, sin más necesidad que la estética. Oficiante el Arzobispo,<br />

apareció en la pantalla, siguiendo planos <strong>de</strong> los novios, padrinos y personajes relevantes, que<br />

<strong>de</strong>stacaban <strong>de</strong> una concurrencia, elitista por lo que tenía, no por lo que hacía o sabía. Coros rocieros<br />

animaron la ceremonia, ofreciendo salve a la salida. Bella imagen <strong>de</strong> monjas <strong>de</strong> clausura tras la reja,<br />

sirvió <strong>de</strong> fondo al ritual <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar el ramo, a los pies <strong>de</strong> una virgen, siendo abandonada la tracción<br />

animal, por el motor a explosión, para cubrir el trayecto hasta la Camocha, cortijo don<strong>de</strong> tendría<br />

lugar el colofón lúdico <strong>de</strong> la jornada. Los cámaras registraron foto <strong>de</strong> familia y <strong>de</strong> cuantos presentes<br />

suscitaba la curiosidad pública, por pertenecer al elenco <strong>de</strong> los famosos, creado y cuidado por la<br />

prensa, que aprovechó a tope la media hora, concedida a los cámaras, antes <strong>de</strong> cerrar a la curiosidad<br />

pública una intimidad, <strong>de</strong>dicada al solaz y esparcimiento, compartida con propietarios y directores<br />

<strong>de</strong> medios, que al ser discretos por íntimos, no caían en la tentación <strong>de</strong> contarlo.<br />

Ernesto se retrató con los novios, los padrinos y una muchacha <strong>de</strong> buena familia, prendada <strong>de</strong> su<br />

físico, apareciendo en importante revista <strong>de</strong>l colorin, porque impresionó a cierta periodista. Honroso<br />

el hecho, fue celebrado por Pepín, apuntado la envidia en los parabienes, que le <strong>de</strong>dicaron los<br />

compañeros <strong>de</strong> redacción. No era común que un simple redactor, inclusero por no venir <strong>de</strong> cuna,

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