08.05.2013 Views

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Padre e hijo se asustaron.<br />

- ¡Cualquiera diría que vas a la guerra!.<br />

<strong>La</strong> comisario sonrió con tristeza.<br />

- Tengo un servicio. Esta noche no vendré. Quizá tampoco mañana...<br />

- ¿No hay hombres para eso? - inquirió el marido ofuscado. María rió francamente.<br />

- ¡Pero Felipe!. ¡Que cosas tienes!. Hice la carrera, asumiendo los riegos, ¡cómo cualquiera!. Quedó<br />

claro cuando nos casamos.<br />

- No termino <strong>de</strong> acostumbrarme - confesó el hombre, sombrío.<br />

<strong>La</strong> comisario les dio un último abrazo.<br />

- ¡Ya está bien <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedidas!.<br />

Salió con paso tan ligero, que casi corría. No dijo que sabía don<strong>de</strong> estaban los niños, porque no la<br />

hubiesen creído, tomándola por loca si añadía que no la <strong>de</strong>jaban rescatarlos, por no <strong>de</strong>scubrir la<br />

vileza <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cena <strong>de</strong> individuos, alegando que señalar a unos cuantos monstruos, mancharía a la<br />

clase en su conjunto y a todos los estamentos <strong>de</strong>l sistema. <strong>La</strong> manía española <strong>de</strong> proteger el buen<br />

nombre <strong>de</strong> los gremios, tapando las sivergonzonadas y barbarida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> miembros in<strong>de</strong>seables, solo<br />

servía para envilecer al conjunto, pues la calle, que se lo barruntaba, al no encontrar culpables<br />

concretos, puso bajo sospecha a todas las élites, oficialmente reconocidas, evi<strong>de</strong>ncia que ignoraban,<br />

con ostentación, los que creían po<strong>de</strong>r conformar el mundo, porque mo<strong>de</strong>laban la información. Se<br />

creían seguros aislados en su burbuja. María se preguntó cuanto daño tendría que soportar la<br />

sociedad, para <strong>de</strong>cidirse a sacarlos <strong>de</strong> su reducto a patadas.<br />

Impotente, pues no querrían darle los medios, que le hubiese permitido impedir el aquelarre, Ramos<br />

se propuso frenar la macabra escalada, con operación suicida. Imposible impedir el crimen, no lo<br />

era ampararse <strong>de</strong> los cadáveres, que cruzasen la verja <strong>de</strong>l jardín. Ante la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la prueba, la<br />

prensa y los jueces tendrían que darse por enterados, parando don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bían estar el puñado <strong>de</strong><br />

anormales, que estaban emporcando al mundo. Consciente <strong>de</strong> trabajar para un po<strong>de</strong>r, que abusando<br />

<strong>de</strong> una ignorancia general, <strong>de</strong>bidamente cuidada y fomentada, pudo llamar <strong>de</strong>mocracia a la<br />

dictadura <strong>de</strong> su capricho, le afloró la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que quizá negasen la existencia <strong>de</strong> unos muertos<br />

evi<strong>de</strong>nte. Se pregunto "¿para qué?" y sintió la tentación <strong>de</strong> renunciar. Pero siguió el "¿por qué?". Y<br />

se respondió en voz alta:<br />

- ¡Para no seguir viviendo como un cerdo!.<br />

Asumido el sacrificio, no quiso imponerlo. Reuniendo a sus hombres, expuso el plan.<br />

- <strong>La</strong> proporción es <strong>de</strong>soladora. Tenemos el 80% <strong>de</strong> probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que nos apiolen en la misma<br />

calle, para callarnos, el 5 % <strong>de</strong> que los jueces admitan la verdad y el 10% <strong>de</strong> que nos arrope la<br />

prensa. Si me <strong>de</strong>cís que no vale la pena, aceptaré el consejo. Confieso que estoy <strong>de</strong>seando<br />

suspen<strong>de</strong>r la operación..<br />

No hubo suerte. Se ofrecieron voluntarios, como un solo hombre, porque hacía tiempo que hasta los<br />

jóvenes, llegaron a su misma conclusión. Eligió a Jiménez, que sólo pensaba en seguir a la mujer,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que murió y al cabo González. Ocultaba un cáncer avanzado, porque no sabría que hacer <strong>de</strong><br />

su tiempo, si le daban la baja.<br />

El sargento Pérez se ofuscó.<br />

- ¿Y yo qué?. ¿Me quedo fuera?.<br />

- Tu no tienes ganas <strong>de</strong> morirte.<br />

- ¿Tu que sabes?. ¿Que pongo en el parte?.<br />

Ramos comprendió que no se lo podría quitar <strong>de</strong> encima.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!