08.05.2013 Views

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

La Ilustre degeneración - Géminis Papeles de Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

encontrado mujer, que le atrajese con tal fuerza. Fue presentado a los sobrinos. <strong>Salud</strong>aron<br />

<strong>de</strong>smayadamente, sin ocultar que estaban <strong>de</strong>seando largarse. Hacer guardia al cadáver paterno, les<br />

aburría soberanamente. <strong>La</strong> madre <strong>de</strong> Rosita, mujer entrada en carnes, que adoraba agitarse entre<br />

relaciones y amigos, olió al personaje. Se acercó mundana y amable, como si estuviese en otra<br />

parte. Aun conservaba buena parte <strong>de</strong>l atractivo, que <strong>de</strong>rrochaba la hija. Iba a <strong>de</strong>spedirse,<br />

consi<strong>de</strong>rando peligroso prolongar aquel <strong>de</strong>ber protocolario, cuando Rosita le adjudicó papel<br />

insospechado.<br />

- Como eres el único pariente <strong>de</strong> Ubaldo que se ha presentado, he mandado traerte un sillón.<br />

De no haber sido una mujer <strong>de</strong> ban<strong>de</strong>ra, Gerardo hubiese <strong>de</strong>clinado el honor. Pero no pudo resistir<br />

la tentación <strong>de</strong> pasar la noche en su compañía. Disipada la concurrencia, no sería difícil ofrecer<br />

pértiga verbal a los hijos, para que consi<strong>de</strong>rándose cumplidos, <strong>de</strong>sertasen con la suegra. En la<br />

soledad <strong>de</strong>l mortuorio, podían suce<strong>de</strong>r muchas cosas.<br />

- ¿No te importa que haga una llamada?<br />

Salió a la galería, para conectar con Matil<strong>de</strong> a través <strong>de</strong>l móvil. Le anunció que <strong>de</strong>bido a la muerte<br />

<strong>de</strong> primo, recuperado difunto, no aparecería en toda la noche. No olvidaba avisarla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierta<br />

madrugada, en que afectada por la psicosis <strong>de</strong> terrorismo, que invadía el mundo <strong>de</strong> la política, llamó<br />

a la policía, <strong>de</strong>nunciando su rapto. Celosas las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, por consi<strong>de</strong>rar irremplazable a<br />

todo hombre público etiquetado, le sorprendieron en motel acogedor, con sudamericana imponente,<br />

en el momento más brillante <strong>de</strong> una noche, que sin aquella intervención, hubiese sido inolvidable<br />

por muy distinto motivo. Acababa <strong>de</strong> cortar, cuando apareció Ignacio. No escondió su sorpresa al<br />

encontrarlo.<br />

- ¿Pero tu que tienes que ver con Ubaldo?<br />

Gerardo, que a tales alturas había intimado hasta con el muerto, contestó sin dudar.<br />

- Era mi primo...<br />

- ¡Pues no lo sabia! - y calló que el difunto hablaba pestes <strong>de</strong>l insospechado pariente.<br />

En la soledad <strong>de</strong> la madrugada, ausentes madre, hijos y publico, tras escarceos y arrumacos,<br />

perpetrados ante el silencio <strong>de</strong> la muerte, Rosita se sinceró.<br />

- ¡No!. ¡No es que estemos arruinados!. Pero justo el día en que falleció Ubaldo, le embargaron<br />

hasta la camisa. Como no puedo tener nada, todo esto quedara a <strong>de</strong>ber, porque si pagó harán<br />

preguntas. Y no quiero problemas.<br />

Gerardo empezó a sentirse incómodo.<br />

- ¿Lo saben?.<br />

- ¡Claro!. Hace mucho que conozco a Orlando. ¡Está encantado <strong>de</strong> cobrar en Suiza!. Pero por la<br />

forma, se pondrá a la cola <strong>de</strong> los acreedores. Lo malo es la Almu<strong>de</strong>na. Tenemos embargado el<br />

panteón. Si no lo arreglo <strong>de</strong> aquí a mañana, ¿qué hago con el muerto?.<br />

Gerardo la miró sin querer compren<strong>de</strong>rla.<br />

- Pues... no veo que puedo hacer...<br />

- Cuando pase esto, todo será como antes. Porque yo no intereso a nadie. Pero todavía es pronto - le<br />

brillaron los ojos y la vio magnífica - Eres un hombre conocido. Y el parentesco te justifica. En<br />

cuanto amanezca vas a ver a Manuel Suárez. Le dices que ejecute, que estoy <strong>de</strong> acuerdo. Y que le<br />

compras el panteón. Hablas con el juez, como pariente. Y consigues que me <strong>de</strong>je enterrarlo.<br />

- Pero un panteón vale...<br />

- ¡Diez millones!. - buscó en el bolso - Como estaba segura <strong>de</strong> que vendrías, tengo el cheque<br />

preparado. Y una carta para Manuel. ¡Te confieso que la i<strong>de</strong>a fue suya!. Necesitábamos alguien que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!