el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres
el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres
el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
110 Enrique Jardi<strong>el</strong> Ponc<strong>el</strong>a<br />
Digitalización de Elsa Martínez – mayo 2006<br />
comieron fallecieron envenenados. El infame Paciano González no quiso<br />
advertir que él tomaba estricnina todos los días para curarse una<br />
afección nerviosa. Y aqu<strong>el</strong>la estricnina fue la que envenenó a los que se<br />
merendaron al "Silbatangos".<br />
CONTRACANIS. — ¡¡Qué horror!! Pero diga usted, capitán<br />
Mascagomas, ¿por qué no comieron usted, <strong>el</strong> ingeniero y su primero<br />
Berengu<strong>el</strong>o?<br />
MASCAGOMAS. — ¿No lo ha adivinado usted? Porque nosotros<br />
éramos vegetarianos.<br />
D<strong>el</strong> ambiente marítimo, húmedo y salobre, pero siempre iodado,<br />
mi tío Contricanis pasó, sin transición, al medio polvoriento y ligeramente<br />
irrespirable que es un teatro por dentro.<br />
Ved cuál fue la siguiente historia que <strong>el</strong> tío me "accionó" y<br />
que <strong>el</strong> taquígrafo "setter" recogió hasta en sus mínimos gestos:<br />
Escatrón había llegado a primer actor d<strong>el</strong> "Teatro d<strong>el</strong> Drama<br />
Rural" —empezó diciendo Contricanis—, corro otros hombres llegan a<br />
conseguir encender <strong>el</strong> mechero automático a fuerza de paciencia y de<br />
sufrir chispazos.<br />
En <strong>el</strong> "Teatro d<strong>el</strong> Drama Rural" se representaban<br />
exclusivamente comedias de frac, gracias a esa exquisita lógica que se<br />
observa en la vida de entre bastidores.<br />
Algunos autores ingenuos llevaban allí todavía dramas rurales.<br />
—¿Dónde ocurre esa obra? —preguntaba <strong>el</strong> empresario.<br />
—En la provincia de Palencia.<br />
—¿Qué son los personajes?<br />
—Pastores y cargadores de carbón de encina.<br />
—No me sirve. En este teatro no se representan más que<br />
comedias de frac y de smoking.<br />
Y era inútil insistir, porque la insistencia caía en un vacío<br />
neumático.<br />
Escatrón, que fuera d<strong>el</strong> teatro conquistaba innumerables viudas<br />
gracias a que era muy alto y a que su cintura parecía quebrarse en <strong>el</strong><br />
contoneo de la locomoción, dentro d<strong>el</strong> teatro sufría angustias hiperbólicas.<br />
Aqu<strong>el</strong> repertorio de comedias de frac y de smoking amenazaba<br />
arruinarle Tenía en su guardarropa setenta trajes, veinte pantalones de<br />
corte, cuarenta y tres chalecos de fantasía, doce chaqués, seis smoking,<br />
siete fraques, cinco levitas, cincuenta y nueve pares de zapatos y botas,<br />
treinta pijamas, trece pares de pantuflas, setenta y dos sombreros,<br />
treinta y seis bastones y seis baúles de accesorios para su toilette.