08.05.2013 Views

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

136 Enrique Jardi<strong>el</strong> Ponc<strong>el</strong>a<br />

Digitalización de Elsa Martínez – mayo 2006<br />

He ido, pues, a H<strong>el</strong>singor, donde se halla <strong>el</strong> castillo Kronborg.<br />

Aquí colocó Shakespeare la acción de su famosa tragedia. Experimento la<br />

misma emoción que cuando —de niño— veía entrar en mi alcoba al<br />

p<strong>el</strong>uquero, con <strong>el</strong> propósito de derribar mi m<strong>el</strong>ena merovingia.<br />

Varios visitantes d<strong>el</strong> castillo lo recorren de punta a punta, desde<br />

la Flagbalterié hasta las habitaciones de Carolina Matilde. Y todos acaban<br />

diciendo que han visto en un pasillo <strong>el</strong> espectro de Hamlet. ¡Estos turistas<br />

son idiotas!<br />

Yo me subo a la torre d<strong>el</strong> campanil, miro hacia <strong>el</strong> mar, enciendo<br />

un cigarrillo y pienso en lo inglés que era Shakespeare.<br />

Al abandonar <strong>el</strong> castillo de Kronborg me ocurre una cosa<br />

espantable.<br />

En <strong>el</strong> salón en que se alza la estatua d<strong>el</strong> dramaturgo glorioso,<br />

me encuentro con <strong>el</strong> espectro de Hamlet.<br />

Es él, sí... Avanza lento, bajo sus vestiduras negras; cruza <strong>el</strong><br />

salón; desaparece, llevando la calavera famosa en un bolsillo d<strong>el</strong> chaleco.<br />

—¡Dios mío! —voy a gritar; pero Hamlet vu<strong>el</strong>ve a aparecer.<br />

Ahora lleva la calavera debajo d<strong>el</strong> brazo, y se dirige a mí:<br />

—¿Le ha gustado? —me dice—. Estoy aquí haciendo de Hamlet,<br />

para dar carácter al castillo. No les cobro cantidad fija a los turistas<br />

por mi trabajo. Así es que <strong>el</strong> señor puede darme lo que buenamente<br />

pueda.<br />

Le entrego unas monedas y salgo d<strong>el</strong> castillo con <strong>el</strong> cerebro<br />

hirviente.<br />

Ahora me explico por qué todos decían que habían visto a<br />

Hamlet...<br />

Esta noche mismo me iré a España.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!