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el libro del convaleciente - AMPA Severí Torres

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Digitalización de Elsa Martínez – mayo 2006<br />

El <strong>libro</strong> d<strong>el</strong> <strong>convaleciente</strong> 203<br />

Magos llegaron. <strong>el</strong> más joven de la pandilla tenía treinta años, dos meses y un<br />

día (una cadena perpetua) y al cumplir esa edad los regios portadores de<br />

juguetes se han olvidado de uno lo bastante para que la desconfianza y la<br />

incredulidad nos opriman <strong>el</strong> pecho.<br />

Hacía rato que habíamos dejado atrás Madrid y enfilábamos ya la<br />

carretera desierta que lleva a Burgos por Aranda de Duero.<br />

—Supongo que encontraremos a los Reyes — dijo uno — en las<br />

proximidades de Buitrago.<br />

—Y tú ¿qué les vas a pedir?<br />

—Les voy a pedir un kilométrico para volver en tren.<br />

—Yo les pediré la mano de una de sus hijas, que deben ser unas<br />

muchachas muy bien educadas y tendrán acciones de la T<strong>el</strong>efónica.<br />

—Pus yo les voy a pedir lumbre, porque se me han acabado las<br />

cerillas.<br />

Éstos eran nuestros comentarios cuando de manos a boca nos<br />

topamos en medio de la carretera con tres hombres.<br />

—¡Alto! — dijo uno de <strong>el</strong>los, autoritario.<br />

Nos detuvimos.<br />

—¿Quiénes son ustedes? — preguntó mi amigo Peporro<br />

Menéndez.<br />

— Somos los Reyes Magos.<br />

— Nos quedamos todos de piedra pómez”<br />

* * *<br />

“Esta es la verdad de todo lo ocurrido, señor juez de guardia. Como<br />

también son verdad estas otras cosas: primera, que aqu<strong>el</strong>los Reyes Magos<br />

llevaban gorras con viseras y bufandas; segunda, que también llevaban<br />

pistolas: tercera, que apuntándonos con sus pistolas nos obligaron a<br />

despojarnos de nuestros trajes en medio de la carretera; cuarta, que cuando les<br />

hubimos obedecido echaron a correr con las ropas camino de Oriente; y<br />

quinta, que no han regresado todavía. Por esta causa, señor juez de guardia,<br />

hemos aparecido mis amigos y yo, a las cuatro de la mañana y en camiseta en<br />

la carretera de Madrid a Burgos por Aranda de Duero. Pero nosotros, señor<br />

juez de guardia, no queremos ir contras las malas costumbres y .....”<br />

* * *

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